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Varias facciones etíopes presentan una alianza para derribar al Gobierno de Addis Abeba

Nueve grupos antigubernamentales en Etiopía, entre ellos el Frente Popular de Liberación de Tigray, han lanzado este viernes una alianza, denominada Frente Unido de Fuerzas Federalistas de Etiopía, con el objetivo de derribar al Gobierno de Addis Abeba.

Representantes de las nueve facciones del recién creado  Frente Unido de Fuerzas Federalistas de Etiopía. (Olivier DOULIERY/AFP)
Representantes de las nueve facciones del recién creado Frente Unido de Fuerzas Federalistas de Etiopía. (Olivier DOULIERY/AFP)

Nueve grupos que luchan contra el Ejecutivo de Aby Ahmed se han unido este viernes en una alianza denominada el Frente Unido de Fuerzas Federalistas con el objetivo de derribar al Gobierno central de Addis Abeba. Entre los miembros de dicha alianza se encuentra el Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT)El anuncio se ha dado en medio de una preocupación internacional por una posible «expansión» de la guerra en el país del Cuerno de África.

«Definitivamente habrá un cambio en Etiopía antes de que Etiopía colapse», ha adelantado Berhane Gebrechristos, exministro de Exteriores y funcionario de la región norteña de Tigray, en la rueda de prensa del anuncio.

Gebrechristos ha criticado las políticas «autócratas» del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, como responsables de la escalada del conflicto dentro del país. «No tenemos límites», ha alertado sobre la alianza.

Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha instado a sus ciudadanos a salir de Etiopía «lo antes posible» ante una situación de seguridad que ha calificado de «inestable».

Concretamente, el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, se encuentra estos días en Addis Abeba para una visita en la que intentará encontrar una solución pacífica para la guerra que libran desde hace un año el Gobierno de Etiopía y los rebeldes de la región norteña de Tigray.

Feltman inició su visita después de que el Ejecutivo etíope declarase el martes el estado de emergencia en el territorio nacional ante el avance de las fuerzas rebeldes, que en los últimos días tomaron plazas en la vecina región de Amhara (aliada del Ejecutivo de Addis Abeba).

Mientras tanto, la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter, ha señalado que Washington está «gravemente preocupado por la escalada de la violencia, la expansión de la lucha a lo largo del país y el creciente riesgo a la unidad e integridad del estado de Etiopía».

La guerra empezó el 4 de noviembre de 2020, cuando Abiy Ahmed ordenó una ofensiva contra el Frente Popular de Liberación Tigray (FPLT), partido que gobernaba entonces la región, en represalia por un ataque a una base militar federal del que responsabilizó a los tigriños y después de una escalada de tensiones políticas.

Hasta la fecha, los combates han provocado el desplazamiento interno en Tigray de dos millones de personas y la huida de al menos 75.000 etíopes a Sudán, según datos oficiales. Por si fuera poco, casi siete millones de personas sufren una «crisis de hambre» causada por la guerra, advirtió en setiembre el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.