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Más de 2.000 migrantes intentan cruzar la frontera entre Bielorrusia y Polonia

Más de 2.000 migrantes están intentando cruzar la frontera entre Polonia y Bielorrusia, en la región de Grodno, según ha informado el Comité Estatal de Fronteras de este último país. Fuerzas polacas están lanzando gas lacrimógeno a quienes intentan llegar a la UE.

Familias de inmigrantes derriban parte de la alambrada que delimita la frontera de Bielorrusia y Polonia, ante la presencia de los antidisturbios polacos. (Leonid SCHEGLOV/AFP)
Familias de inmigrantes derriban parte de la alambrada que delimita la frontera de Bielorrusia y Polonia, ante la presencia de los antidisturbios polacos. (Leonid SCHEGLOV/AFP)

La frontera entre Polonia y Bielorrusia está siendo escenario de un intento de entrada en la Unión Europea por parte de más de 2.000 migrantes, a los que lanzan gas lacrimógeno las fuerzas polacas para evitarlo.

«Más de dos mil refugiados, incluidos mujeres y niños, se encuentran frente a la alambrada en la frontera con Polonia», ha informado el Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia, que ha asegurado que los migrantes irregulares tienen por objetivo llegar a la Unión Europea, ya que «no consideran a Bielorrusia como lugar de destino». «La situación en la frontera bielorruso-polaca sigue siendo muy tensa», ha señalado.

La fuente ha denunciado el uso de gas lacrimógeno contra los migrantes por parte de los efectivos de las fuerzas de seguridad polacas, de los que están separados por alambre de espino.

«En respuesta al uso injustificado de medios (policiales) especiales, parte de los refugiados se ha comportado de manera más activa y ha comenzado a destruir la alambrada», ha indicado.

En las imágenes ofrecidas por el portal bielorruso Zerkalo se ve cómo los policías polacos utilizan aerosoles con gas lacrimógeno para dispersar a aquellos que intentaban cruzar la frontera.

Algunos refugiados usan palas, trozos de madera y señales de tráfico para destruir la alambrada y otros incluso recurren a alicates para cortarla.

Según ha informado la agencia oficial bielorrusa, BELTA, la mayoría de los migrantes son kurdos, que quieren cruzar a territorio polaco para después instalarse en Alemania.

Familia frente a antidisturbios

Muchos de los refugiados viajan con niños pequeños y carecen de comida, agua y ropa de abrigo, ha señalado la fuente, cuyas fotos muestran a familias enteras sentadas en torno a hogueras.

Al otro lado de la frontera, cientos de policías polacos provistos de escudos antidisturbios y armas de fuego intentan mantener el orden y evitar la entrada de los migrantes.

Ante la imposibilidad de cruzar a territorio polaco, a última hora de la tarde, según bajaban las temperaturas, los inmigrantes han empezado a montar tiendas de campaña en la linde del bosque frente a la frontera.

«La indiferencia y el trato inhumano de las autoridades polacas ha empujado a los refugiados a ese acto de desesperación», ha asegurado el comité fronterizo en su canal de Telegram.

Los países vecinos de Bielorrusia –Polonia, Letonia y Lituania– han declarado el estado de emergencia en los últimos meses debido al aumento de la migración irregular procedente de territorio bielorruso.

Esos países y la Unión Europea acusan al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de provocar la actual crisis migratoria en venganza por el apoyo que prestan a la oposición bielorrusa en el exilio.

Lukashenko ha negado todas las críticas, pero ha alertado a Bruselas de una «catástrofe humanitaria» en la frontera con la UE debido a la concentración de migrantes antes de la llegada del invierno.

La Comisión Europea, por su parte ha reiterado su condena del «intento desesperado» de Bielorrusia de tratar de desestabilizar la Unión Europea favoreciendo el tráfico ilegal de migrantes hacia Polonia, al tiempo que ha animado a Varsovia a dar el paso de solicitar la ayuda de Frontex y Europol para reforzar el control fronterizo y asegurar un trato adecuado a los migrantes.