Representantes de las asociaciones Antox, Aralar y Proyecto Hombre han animado a implementar «más medidas de control» a los juegos de azar para prevenir la adicción entre los jóvenes, puesto que los aspectos más determinantes en su inicio en el juego son «la facilidad de acceso» y que es «una actividad de ocio normalizada».
El director del programa Suspertu de Proyecto Hombre, Garikoitz Mendigutxia, el coordinador de la asociación Aralar, Sergio García, y la responsable del programa Pause de Antox, Blanca Martínez, han presentado este martes en comisión parlamentaria el proyecto de prevención de ludopatía en jóvenes que están desarrollando con la financiación de Fundación Caja Navarra.
Mendigutxia ha destacado que las dos variables que más inciden en el comportamiento de los jóvenes en su relación con el consumo de drogas y comportamientos de riesgo son «la disponibilidad y accesibilidad» a estos así como «la normalidad con la que son percibidos».
En este sentido ha señalado que «es muy importante todas las iniciativas que tengan que ver en el trabajo con estas dos variables» con «iniciativas legislativas y políticas» que regulen cuestiones como las edades de acceso, las distancias de espacios de juego, el precio o la publicidad, puesto que estas medidas son «las más eficaces en cuanto a prevención».
Según revela el estudio ‘Aproximación a la realidad de juegos de azar en la juventud de navarra’’, elaborado en 2020 como base de este proyecto, «los menores de edad participan en juegos de azar y lo dicen sin ningún tipo de pudor», considerándolo una alternativa de ocio «en muchos casos por la accesibilidad» y ante la carencia de espacios juveniles, ha señalado Martínez.
En base al estudio, la profesional ha aclarado que «está muy por encima la modalidad presencial de la online porque les resulta mucho más fácil» debido a que en Internet «tienen que contar con una tarjeta de crédito o datos bancarios».
Esto, ha explicado García, está relacionado con la diferencia entre el juego ético y el juego responsable, pues en el segundo caso los poderes públicos se limitan a informar y con ello se carga la responsabilidad únicamente sobre la persona que tiene problemas con el juego. «No hay ninguna campaña que te diga "drógate responsablemente"», ha ilustrado.
Otro de los problemas detectados en este informe, ha indicado Martínez, es la «carencia para prevenir, detectar y actuar» por parte de las familias, que «no hablaban con sus hijos de los juegos de azar y adicción al juego» al no considerarlo necesario y porque no saben cómo hacerlo.
Para abordar esta problemática, ha explicado Mendigutxia, están trabajando en la creación de una página web para trabajar con las familias áreas como la detección de indicadores de riesgo en los hijos y la prevención, el establecimiento de pautas y normas, la supervisión, dar información real sobre lo que supone el juego, tipos de jugadores o las pautas de juego responsable.
Entre los jóvenes encuestados que presentaban indicadores de problemas con el juego, un 1,9% del total, el 60% practicaban deporte de manera federada, por lo que también van a intervenir en este ámbito a través de la campaña ‘Apostar no es deporte’, que se va a llevar a cabo junto al Instituto Navarro del Deporte con su difusión en entidades deportivas.
Esta iniciativa, ha explicado Mendigutxia, busca mediante carteles y trípticos desvincular ambas actividades y «contraponer los beneficios del deporte a las situaciones de riesgo que pueden generar las apuestas» enfrentado conceptos como el autocontrol frente a impulsividad, esfuerzo y estrategia frente al azar o el equipo frente al aislamiento.
Así mismo, ha indicado, en el ámbito educativo están trabajando en la creación de un 'escape room' digital «para desterrar los mitos relacionados con los juegos de azar» que se podrá a disposición de los centros escolares y ayuntamientos para que puedan desarrollar esta actividad en el aula o en recursos juveniles como las casas de juventud.