Chimy Ávila ha concedido una entrevista a la agencia Efe en la que ha anunciado su intención de continuar en el conjunto navarro más allá de junio de 2023, momento en que vence su actual contrato, un deseo que conoce su agente.

Ahora «solo pienso en Osasuna. Le debo mucho a este club, estoy muy contento aquí, y el tiempo dirá. No tengo ninguna intención de marcharme», comenta sobre una posible ampliación de contrato que finaliza en junio de 2023.

«Yo me dejo la vida en cada partido y en cada entrenamiento, debo centrarme a tope en el verde. No interfiero en otros temas. Mi agente sabe que estoy a gusto y que me quiero quedar, y ese es un tema a tratar entre él y la directiva», manifiesta el número 9 de Osasuna, quien ha añadido que «en ocasiones los acontecimientos no transcurren como uno desea, sino como mandan las negociaciones».

El argentino insiste en su compromiso con Osasuna desde siempre, ajeno a los rumores sobre lo que pudo haber sido su fichaje por el Barcelona en enero del pasado año 2020: «Nunca supe nada. Estaba centrado en el partido con el Levante. Di lo mejor de mí mismo por orgullo personal y porque se lo debía a la gente y a mis compañeros. No me interesaba lo que podría pasar al día siguiente».

Ávila pone en valor la «gran familia» que conforma la plantilla rojilla. «El único defecto es que somos unos locos», indica entre risas poniendo en valor «el hambre de gloria y de lucha» que debe mostrar un futbolista para triunfar en Osasuna, características que gustan, y mucho, a orillas del río Sadar.

En junio desató la polémica

Tras su llegada a Osasuna, el argentino ha tenido que superar dos complicadas roturas de ligamento en las rodillas y 435 días de recuperación. Así, el de Rosario regresó a los terrenos de juego el 3 de abril de 2021 ante el Getafe.

«Creo que este apoyo se debe a que soy una persona transparente, a mi estilo de juego, a lo que aporto en el campo. Y sé que a la gente le debo muchísimo más de lo que nadie se imagina, porque el sincero cariño que me demuestra la afición sigue intacto, y eso es lo más bonito que hay», opina agradecido de corazón a todas las personas que han seguido confiando en él durante este complicado viaje, entre las que también incluye a su entrenador, directiva y compañeros de profesión.

«No suelo arrepentirme de nada. Lo que hice mal me sirvió para aprender, y lo que hice bien lo mantengo para fortalecerme», añade en otro momento de la entrevista.

Lo cierto es que Chimy Ávila desató la polémica en junio de este año al subir una foto en la que vestía una camiseta con el rostro del líder del partido ultraderechista Vox Santiago Abascal. El delantero retiró la fotografía pero fue demasiado tarde, pues varios aficionados capturaron la imagen y después se vio obligado a pedir perdón.

No quedó ahí la cosa. Porque Indar Gorri no se hizo presente en el estadio hasta el pasado 2 de octubre (ya con aforo 100%) y recibieron al jugador en el calentamiento con gritos de «Chimy, vete ya», confirmando el divorcio jugador-aficionados.

Entre medio, más de tres meses en el que nadie hizo lo debido para apagar el fuego y el club dejó pudrirse un asunto que debió abordarse con más claridad.

Incluso el artista callejero LKN, famoso por sus murales exteriores relacionados con el fútbol y Osasuna, creó una nueva obra en Iruñea bajo el título «El Perdón», en la que se veía a Chimy Ávila posando con una camiseta de Indar Gorri, con el objetivo de poner su granito de arena para aminorar la polémica, algo que a día de hoy parece estar calmada, aunque no olvidada.

Tras su regreso después de las lesiones, estos son los números del argentino de esta temporada: ha tenido minutos en la totalidad de partidos jugados por Osasuna hasta la fecha (13 jornadas), saliendo en 4 ocasiones de inicio y perforando la portería contraria frente al Villarreal a domicilio y ante el Granada en El Sadar.