Cumplido ya el primer tercio de la temporada, es momento de hacer balance para un Athletic que no encuentra el modo de asaltar los puestos europeos. El objetivo está subrayado en rojo después de cuatro temporadas sin lograr el billete.

El conjunto rojiblanco ocupa la octava posición en la tabla y los últimos resultados han puesto en evidencia que corre el riesgo de quedarse a las puertas de disputar competiciones continentales. La frustación se ha apoderado del entorno del club tras perder contra el Cádiz y no pasar del empate ante el Levante. Las críticas se centran en el rendimiento de los jugadores más ofensivos y el planteamiento del entrenador.

Sin embargo, para valorar la trayectoria del equipo también se debe poner en contexto el campeonato y el resto de rivales. La pandemia ha provocado una gran crisis económica y el nivel del Barcelona y Real Madrid ha bajado. Los blaugranas se impusieron con un dudoso penalti al Espanyol en la última jornada. El Atlético tampoco rinde como la temporada anterior y ganó a Osasuna con un gol a balón parado en el tramo final.

Equipos como Sevilla, Real, e incluso Betis y se espera al Villarreal -tiene pendiente un partido contra el Alavés-, disponen de potencial y tienen una gran oportunidad para meterse arriba. Por detrás se situarían equipos como Rayo, Athletic, Osasuna y Valencia.

La igualdad es máxima en una Liga con unos marcadores ajustados y una clasificación muy apretada. Apenas hay 12 puntos entre el líder Real Madrid y el décimo puesto que ocupa el Valencia. Y los puestos de descenso quedan a siete de la mitad de la tabla. Asimismo, los partidos se resuelven en muchas ocasiones con una jugada y son contadas las veces en las que un equipo pasa por encima del otro en juego o en el resultado.

La andadura del Athletic es un fiel reflejo del campeonato. Los rojiblancos siempre compiten y tan solo han perdido dos encuentros por la mínima. En ambas ocasiones en un San Mamés que no consigue convertirse en un fortín como pretende Marcelino, a pesar del respaldo de la afición. Cayeron 1-2 contra el Rayo, en un gol marcado en el descuento por Falcao, y 0-1 ante el Cádiz, en un tanto recibidido en los primeros minutos.

El Athletic está abonado al empate con Marcelino. Ha igualado en 17 de los 34 partidos de Liga que ha disputado desde la llegada del asturiano al banquillo y esta campaña ya lleva siete empates en 13 partidos. No ha conseguido mejorar los números de su predecesor en el cargo y la impresión es que su propuesta empieza a flaquear para aspirar a cotas más altas.

Ser el equipo que menos ha encajado en Liga -8 goles en 13 partidos- deja a los rojiblancos en una zona templada, lejos del descenso. Sin embargo, urge encontrar soluciones en la faceta ofensiva. Más allá del estilo de juego, el equipo tiene serios problemas para crear oportunidades de peligro. El balón parado y la presión alta son las principales armas ofensivas de un equipo al que le cuesta muchísimo realizar combinaciones.

Marcelino admitía tras el empate a cero contra el Levante que deben generar más ocasiones y que si no es con los titulares tendrá que ser con suplentes.

El once volvió a estar formado por los «veteranos», pero en el segundo tiempo Raúl García, Berenguer, Williams y Muniain fueron reemplazados. En su lugar entraron Sancet, Zarraga, Nico Williams y un Villalibre que tuvo que ser sustituido por Nico Serrano al volver a sufrir una lesión muscular. El parte médico ha confirmado la recaída de la lesión muscular en la zona del muslo. Es una rotura de carácter moderado de grado II y es la tercera lesión que sufre desde setiembre. El de Gernika regresaba a la convocatoria y apenas aguantó quince minutos en el campo tras entrar en la segunda mitad. Se puede dar por descartado que vuelva a jugar en los partidos que restan hasta final de año.

Las alternativas pasan por apostar de una manera más decidida por los jóvenes. Marcelino probó con Zarraga en banda derecha y el equipo mejoró en el aspecto combinativo con Sancet y Nico Williams en el campo. El hermano pequeño de Iñaki tuvo en sus botas la opción de ganar el encuentro, aunque tampoco se puede olvidar que Simón salvó al equipo con un paradón en el tramo final.

Los futbolistas que ofrecen mejores prestaciones y una mayor regularidad se encuentran en la retaguardia y para dar un salto hacia arriba es necesario mejorar en el apartado ofensivo. Evidentemente, es más fácil decir que hacerlo. Es la asignatura pendiente del Athletic del último lustro. Desde que Aduriz empezó a bajar el rendimiento, el equipo no ha superado los 50 goles por temporada y no ha conseguido la clasificación europea.

El viernes ante el Granada en San Mamés, el Athletic inicia una serie de seis encuentros antes de las navidades que marcarán las aspiraciones en Liga. En enero se añadirán la Supercopa y las eliminatorias de Copa.

Sin relevo en punta en un Bilbao Athletic en descenso

La baja de Villalibre afecta de lleno a la regeneración ofensiva del equipo ya que se trata del único ariete que existe en la plantilla.

Y por detrás tampoco se atisba un relevo ante los problemas con lesiones que afectan a Ewan Urain en el Bilbao Athletic. Ibai Sanz, delantero del Basconia, está siendo citado en el segundo equipo. Tiene 18 años y la campaña anterior anotó 17 goles en el Juvenil de División de Honor. No se ha estrenado con el Bilbao Athletic y con el Basconia ha anotado tres goles.

Además, el filial rojiblanco atraviesa un momento complicado tras dos meses sin ganar y caer a los puestos de descenso. En la última jornada perdieron en Lezama contra el Talavera (0-1). Encajaron el gol justo después de que Diarra enviara al palo un cabezazo. La salvación queda a cuatro partidos y en el próximo partido visitan al Deportivo, líder de la tabla en su grupo de Primera RFEF.

Por su parte, el Basconia de Patxi Salinas se impuso por 1-0 al Santutxu con gol de Unai Gómez y se ha colocado en los puestos de arriba de la clasificación.