«Hace falta ya, una huelga en Sanidad», han entonado cientos de enfermeros y enfermeras que han marcado este mediodía a la Plaza de las Cortes de Madrid, frente al Congreso de los Diputados, en una nueva fase de su reclamación por más atención y recursos a la crisis que enfrentan por precariedad, falta de personalidad y salud mental.

Hace un mes y medio, la comisión ejecutiva de la central estatal del Sindicato de Enfermería dio una conferencia de prensa en la que anunció que iban a incrementar sus acciones y protestas si no había algún eco en las demandas. Hace tres semanas la reunión con negociadores del Ministerio de Sanidad tuvo lugar pero no hubo resultados. La movilización de este miércoles ha ido en ese sentido.

En rueda de prensa, el secretario general de SATSE, Manuel Cascos, ha afirmado: «Tenemos una sanidad pública rota, empobrecida, infrafinanciada, con un financiamiento menor al 6 por ciento del PIB cuando en otros países europeos es superior al 8%. Sin gasto público suficiente, no es posible que salgamos adelante».

«Los pacientes están sufriendo, llevamos dos años de un crisis sanitaria grave y preocupante con profesionales de enfermería exhaustos, agotados, que encima se les despide de mil en mil». Esto último lo dice en alusión a las denuncias de sindicatos y la oposición madrileña contra la presidenta Isabel Díaz Ayuso y los despidos más recientes, en la puerta de una posible sexta ola y del invierno.

Cascos ha criticado que haya «listas de esperas de más de 700.000 personas y un rendimiento quirúrgico del 65% con quirófanos cerrados de tarde» y ha opinado que «no hay voluntad política para resolver la crisis de la Sanidad». En ese sentido, ha exigido a los diputados «que se activen de verdad» porque están cansados de «palabras huecas sin gestos».

También ha dado una pincelada sobre la dramática situación que viven algunos enfermeros en la sanidad pública: «Hay profesionales que no pueden seguir así, se han incrementado los problemas de salud mental, al principio de la pandemia se echaron sobre sus espaldas la detección del covid y luego la vacunación de 47 millones de personas».

A Europa

«Pido a los diputados que legislen. No vamos a ser cómplices ni permanecer pasivos y ver cómo nuestra sanidad publica poco a poco se va devaluando. Casualmente, en lugar de optimizar los recursos, todos los días hay un flujo de pacientes a la sanidad privada. No tengo nada en contra de la sanidad privada, pero para la colaboración, no para la sustitución de la sanidad publica», ha añadido. También ha recordado que el sistema educativo gasta «recursos en enfermeras perfectamente formadas y se los lleva Europa luego» por las condiciones salariales.

Preguntado por NAIZ sobre la posibilidad de llamar una huelga, ha respondido: «Nuestra organización se ha activado, no vamos a ser pasivos ante el sufrimiento diario de los profesionales. La huelga forma parte de uno de los derechos dentro de la materia reivindicativa. Si los diputados no se activan en positivo, pediremos ayuda a la sociedad en su conjunto y asociaciones de pacientes y usuarios, entendemos que estamos en una situación de alarma».

Con respecto al eventual diálogo con el Ministerio de Sanidad, Cascos ha dicho que hubo una reunión hace tres semanas en la que «hubo compromisos» y que se está «evaluando» la respuesta, que hasta ahora no hubo. Pero explica que la movilización frente al Congreso también tiene que ver con la situación de la Ley de Seguridad del Paciente, que exige un suelo de ratio de enfermeros por pacientes.

«La ley fue tomada en consideración con 312 votos pero sigue bloqueada por el período de presentación de enmiendas parciales. Sus señorías están para resolver los problemas, no para mirar hacia otro lado», ha concluido.

Críticas a Osakidetza

Con ikurriñas y senyeras presentes, centenares de trabajadores y representantes sindicales de todo el Estado se han manifestado hasta poco antes de las 13.00, con carteles que exigen la aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente y carteles que denuncian la precariedad laboral. Uno de los cantos aludía a los aplausos en los balcones durante el confinamiento estricto: «Con aplaudir no es suficiente, hay que aprobar la Ley del Paciente».

Preguntada por NAIZ, la representante de SATSE Euskadi, Amaia Mayor, ha dicho que el viaje a Madrid es porque «este es un problema en todo el Estado, hay un déficit estructural de enfermeros especialmente en atención primaria».

Con respecto a la sanidad pública en la CAV, ha afirmado que faltan como mínimo 189 enfermeras para alcanzar un ratio eficiente y que tanto allí como en Nafarroa «la precariedad es más notable porque hay un 40 por ciento de temporalidad en los contratos, de las tasas más altas del Estado».

También ha dicho que esta carencia de personal afecta al sector de la dependencia y en particular a la CAV y Nafarroa «por tener mucha población envejecida».

«Nosotras entendemos que no somos un gasto, somos una inversión», ha recalcado.