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El Tribunal Superior de Inglaterra evalúa el lunes la demanda contra el rey emérito español

El Tribunal Superior de Inglaterra ha programado para el próximo lunes una vista preliminar sobre la demanda por presunto acoso presentada por Corinna zu Sayn-Wittgenstein contra el rey emérito español, Juan Carlos de Borbón.

Juan Carlos Borbón y su hijo Felipe, en 2012, en la celebración del Día de la Hispanidad. (Dominique FAGET/AFP)
Juan Carlos Borbón y su hijo Felipe, en 2012, en la celebración del Día de la Hispanidad. (Dominique FAGET/AFP)

El magistrado Matthew Nicklin presidirá la sesión a partir de las 10.30 horas GMT (11.30 en Euskal Herria) en la corte decimotercera de Queen’s Bench Division, que se ocupa de casos de alta relevancia judicial.

La comparecencia está programada como un ‘Case management conference’ (CMC), un tipo de vista en la que el juez analiza los argumentos de las partes, identifica los puntos en disputa y trata de delimitarlos antes de la apertura del juicio.

Corinna zu Sayn-Wittgenstein acusa a Juan Carlos de Borbón, de quien fue su amante, de haberla sometido a acoso desde 2012 hasta el presente, personalmente o bien a través de «agentes» a su servicio. Esas acciones «amenazaron» su seguridad y la de sus hijos, según la demandante.

En la demanda se aborda asimismo un pago de 65 millones de euros (76 millones de dólares) que el emérito hizo presuntamente a Corinna, parte supuestamente de un dinero que el difunto rey de Arabia Saudí había enviado a una cuenta bancaria en Suiza vinculada con una fundación con ventajas fiscales con sede en Panamá, y cuyo beneficiario era Juan Carlos de Borbón, quien huyó a Emiratos Árabes por sus diveros escándalos financieros.

El pasado enero, la examanate declaró como testigo en un juicio celebrado en Madrid contra el excomisario español José Villarejo. En su intervención aseguró que recibió reiteradas amenazas del exjefe del Centro Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán.

«Por supuesto me aterrorizó, aterrorizarían a cualquiera. El hecho de que el jefe de seguridad viniese a visitarme a Londres ya era bastante escalofriante», afirmó.