Osasuna rasca un punto de su visita al colista, gracias a sus buenas prestaciones defensivas –ha jugado con una zaga de cinco–, pero al que le ha faltado fluidez a la hora de salir con el balón jugado y de generar situaciones peligrosas en ataque.
El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, le ha dado preeminencia al hecho de no encajar –lo llevaba haciendo el equipo en las últimas cuatro jornadas, desde el empate en el Bernabéu–, aunque sus pupilos no le han hecho caso en la segunda consigna que lanzó en la previa, en el sentido de que había que meter en problemas al Levante.
Ahí, la escuadra navarra ha estado muy poco preciosa y se podría decir que hasta poco ambiciosa, al menos durante la primera parte. Osasuna no ha sabido salir con el balón jugado, ha cometido infinidad de imprecisiones y no ha encontrado la fórmula para sacar provecho de un partido áspero.
De hecho, con ambas escuadras apretándose al máximo y jugándose en apenas un palmo de terreno, ha sido el Levante quien desde el pitido inicial le ha buscado la espalda a la adelantada defensa rojilla, si bien las primeras arrancadas de De Frutos –el mejor del envite– por la derecha se han sabido contrarrestar con eficacia.
Con tan poco espacio para la circulación de la pelota, los fallos han sido la tónica generalizada y el bloque navarro, compacto a la hora de contener, se ha visto muy incómodo en cada robo de balón, sin poder combinar dos pases seguidos, una parcela que deberá mejorar a futuro.
Mientras tanto, en la libreta muy pocas ocasiones que apuntar, a excepción del tramo final del primer periodo, en el que los anfitriones han apretado las tuercas a los de Arrasate, a los que se les ha vuelto a ver de nuevo un tanto indecisos a la hora de defender la estrategia.
Precisamente de un corner ha llegado una doble ocasion que muy bien ha podido ser el 1-0. Como ante el Elche, no se ha defendido bien el primer palo y la peinada esta vez de Roger se ha encontrado para fortuna osasunista con el brazo de Sergio Herrera, en la mejor parada del encuentro.
Sin embargo, la jugada ha tenido más recorrido, ya que el rechazo lo ha capturado De Frutos, que se ha ido en velocidad de cuantos le han salido al paso para cruzar después, un tanto forzado, ante la salida del meta burgalés ya batido, pero el cuero ha salido escupido por el poste.
Con lo vivido en los primeros cuarenta y cinco minutos, Osasuna ha saltado tras el descanso con un talante diferente, más predispuesto a que no le quemase el esférico, intentando disponer de posesiones más largas y buscando hacerle correr al rival y, consiguientemente, evitarse problemas.
Arrasate releva a la dupla delantera
Lo ha conseguido durante un corto espacio de tiempo y, a la vista de las llegadas al marco de Cárdenas brillaban por su ausencia, Arrasate ha decidido darle un giro un tanto radical al duelo. Ha retirado a sus dos delanteros natos –Budimir y Ávila– y ha metido en el césped a otros tantos atacantes de corte más combinativo y encarador, como Rubén García y Kike Barja.
Lo cierto es que el panorama ha variado bien poco, quizás con un Levante ya menos dominador y al que se le ha ido acabando el oxígeno, pese a las variaciones que ha introducido su técnico interino, Alesio Lisci. La mayor inquietud la ha llevado Mustafi a falta de un cuarto de hora para la conclusión con un cabezazo a la salida de un corner, confirmando que Osasuna sigue padeciendo a balón parado.
Con los dos conjuntos ya más pensando en no perder que en otra cosa, Javi Martínez ha intentado un disparo que ha golpeado en el exterior de la red (m.78) y Moncayola ha probado desde la lejanía (m.89), mientras Morales ha puesto la réplica en el siguiente lance intentando sorprender por arriba a Herrera.
No ha dado tiempo para más en un envite bastante insulso, con un Osasuna que parece haber perdido la confianza con balón de la que disponía antes de medirse a los equipos más importantes de la categoría, pero que sigue sumando un punto más hacia la permanencia, a la espera de la visita del Barcelona este próximo domingo.
Arrasate ha valorado el punto como «muy importante», pero también ha reconocido que el partido de los suyos ha sido «malo con balón». En este apartado, ha asumido que «no hemos estado bien», sobre todo en lo que se refiere a «progresar más en el juego y buscar la espalda de sus centrales».
Para explicar este déficiti, ha señalado que el Levante «nos ha apretado bien y ha sido difícil sacudirnos de su presión», apreciando el «esfuerzo y solidaridad» que ha tenido el grupo «hasta el final», frente a un rival que dispone «de muchos argumentos en ataque».