Víctor Esquirol
Crítico de cine
VíDEO ON DEMAND (VOD)

Cuando ya no estemos

Tom Hanks junto al perro Goodyear y el robot Jeff, con voz de Caleb Landry Jones en la versión original. (NAIZ)
Tom Hanks junto al perro Goodyear y el robot Jeff, con voz de Caleb Landry Jones en la versión original. (NAIZ)

H​ará unos meses tocó hablar de un curioso caso que ahora mismo ya no lo es tanto: el trato al que había llegado Tom Hanks (incombustible estrella de un Hollywood que cada día parece más pretérito) con Apple TV Plus para producir películas para dicha plataforma. Uno de los actores más galardonados del cine pasaría a estar «en nómina» de uno de los grandes pesos del concurrido patio del Video On Demand.

O sea, que ahora Tom Hanks se ha abonado a la «pequeña pantalla». Y aunque por suerte no haya desaparecido de las salas de cine, también reconforta saber que que dicha asociación está dando sus frutos. Si hará unas semanas podíamos disfrutar, en la misma plataforma de Apple, de ‘Greyhound: Enemigos bajo el mar’, un muy disfrutable ejercicio de cine bélico en alta mar, ahora podemos hacer lo propio con ‘Finch’, una propuesta a la que solo le habrá faltado pasar por la gran pantalla, para que nos acabemos de creer su –evidente– naturaleza de súper-producción.

El director Miguel Sapochnik nos lleva a un escenario que, de hecho, inevitablemente recuerda a la memorable casilla de salida de ‘Wall·E’, de Andrew Stanton, el que seguramente sea el mejor trabajo de la factoría Pixar, líder mundial en el cine de animación. Ahora volvemos a estar en un planeta Tierra post-apocalíptico, suerte de páramo constantemente azotado por cataclismos que hacen la vida en él prácticamente imposible.

Y en efecto, parece que Tom Hanks sea la última persona que haya quedado en pie en todo el mundo: un híper-resolutivo ingeniero cuyas rutinas diarias consisten en enfrentarse a dos titánicas labores. La primera es cuidar de un perro; la segunda es construir un robot humanoide que, a la larga, pueda cargar con la primera responsabilidad. Todo esto, conviene no olvidarlo, en el dramático contexto de una lucha constante por la supervivencia... agravada esta por una sensación de soledad que podría ser insoportable.
Y si no lo es, es por las vías de alivio que, en los momentos más desesperados, la humanidad consigue encontrar. Aquí está el tema principal de ‘Finch’; aquí radica su agridulce encanto. La nueva película de Tom Hanks (cuyo carisma vuelve a inundar el conjunto) es una mezcla entre ciencia-ficción y cine de aventuras que basa su emoción en un humanismo que busca el calor de las personas en cuerpos no-humanos. Dolorosa pero al mismo tiempo preciosa decisión que solo puede surgir de la asunción de una derrota inapelable.

Ahí fuera, el planeta tiembla por una pandemia y por una emergencia climática que cabalgan cual jinetes del Apocalipsis. Todo se acaba, o todo se acabará... pero por suerte, nuestros mejores valores (aquellos por los que querremos ser recordados) sobrevivirán; nuestro espíritu no se desvanecerá.