Marcelino García Toral, entrenador del Athletic, considera que la «eficacia» goleadora es el único «factor del juego» que necesita mejorar su equipo para acabar con la racha de siete jornadas consecutivas sin ganar que encadena y se mostró «convencido» de que «insistiendo» esa dinámica «va a cambiar».

Y es que Athletic y Sevilla se enfrentan este sábado en San Mamés (21.00, Movistar+) con la intención de recuperarse de sus respectivos malos momentos, el del equipo hispalense la eliminación de la Liga de Campeones el miércoles en Salzburgo y el del bilbaíno la racha de siete partidos sin ganar que le aleja cada vez más de Europa.

El Sevilla, no obstante, aterriza en 'La Catedral' como segundo clasificado de LaLiga, una posición que refleja lo competitivos que están siendo los de Julen Lopetegui en un curso con muchos frentes.

A diez puntos, el Athletic, aunque no está tan lejos, no se encuentra donde esperaba. Y menos cuando hace cinco jornadas encaraba un tramo de partidos ante cuatro equipos de la parte baja de la tabla con la intención de abordar los puestos europeos de la clasificación. Incluso los de Champions, que tenía a tiro.

Ahora se le han marchado demasiado. Incluido el del premio de consolación de la Conference League, que le queda ya a 6 puntos tras sumar solo 5 de los últimos 21 en siete choques sin ganar.

Siete partidos que arrancó con dos meritorias igualadas en el RCDE Stadium y Anoeta, pero la derrota en casa ante el Cádiz y los sucesivos empates frente a Levante, Granada, éste también en Bilbo, y Getafe afearon esos buenos encuentros y hasta el aplazado en el Santiago Bernabéu en el que los de Marcelino García Toral hicieron méritos como para golear pero perdieron.

En ese encuentro ante el Real Madrid fue donde más claramente se mostró la gran carencia del Athletic de Marcelino: la falta de gol. Un lastre que se explica en los 13 tantos marcados, dos de ellos además en propia puerta, en los 16 partidos disputados.

Esa cifra pone en el disparadero especialmente a los delanteros, entre los que Iñaki Williams es el que hierra más ocasiones claras. Aunque también el que más genera como pieza clave para su técnico, que le mantiene la confianza.

Ante el Sevilla volverá el capitán Iker Muniain, que se perdió el choque ante el Getafe por molestias musculares, y puede que se mantengan Iñigo Lekue en el lateral izquierdo y Oier Zarraga en el interior derecho. Marcelino, además, ha vuelto a convocar al cachorro Nico Serrano. 

El Sevilla, por su parte, llega a Bilbo aún lamiéndose las heridas de su dolorosa eliminación de la Liga de Campeones, por el varapalo deportivo y también económico que supone para el club tras perder el jueves ante el Salzburgo (1-0), lo que le obliga a resurgir y sobreponerse en un escenario tan exigente como San Mamés para seguir segundo en LaLiga.

A los sevillistas, segundos con 31 puntos, a 8 del líder aunque con su partido contra el Barcelona aún pendiente, no les queda otra que levantarse y recuperarse física y anímicamente en apenas 48 horas, pues soltaron un avión el jueves a mediodía y en la tarde de este viernes toman otro a la capital vizcaina con el reto de levantar el vuelo.

No obstante, a Lopetegui le crecen los enanos pues si el Sevilla ya estaba condicionado por las lesiones de cuatro jugadores clave –los argentinos Marcos Acuña y Erik Lamela, Jesús Navas, Suso Fernández y el marroquí Youssef En-Nesyri–, se les ha unido la baja de última hora de Lucas Ocampos, su hombre más incisivo en ataque, como otra secuela negativa de la derrota contra el Salzburgo austriaco.

Además, y aunque el central brasileño Diego Carlos Santos se ha recuperado de las molestias con las que también terminó ese choque en Austria, tampoco estará en San Mamés por sanción y tampoco el centrocampista experimentado como el croata Ivan Rakitic.