A final de temporada se celebrarán las elecciones a la presidencia del Athletic Club. Hasta ahora era necesario que las directivas presentarán un aval del 15% del presupuesto para acceder a Ibaigane. La Junta de Aitor Elizegi tuvo que poner unos 20 millones. Sin embargo, la nueva Ley del Deporte retirará esa obligatoriedad y, para no estar esperando a su tramitación, el PNV presentó una enmienda que dejará en manos de los clubes la decisión. Osasuna y Real Madrid ya lo han hecho y han mantenido ese 15%.
En el Athletic llevan dos años trabajando sobre la reforma de estatutos y en el anteproyecto dado a conocer ante los medios, y que se puede consultar en la web rojiblanca, contemplan rebajar el requisito de los avales a un 5%. Si se tiene en cuenta que los gastos del último presupuesto ascendían a 140 millones, sería necesario un aval de unos 7 millones. Esa cantidad no se ejecutaría si se cierra el ejercicio con pérdidas y, para hacerlo, se debería abrir una causa en los juzgados por realizar una gestión negligente.
También se exigirá 10 años como socio para ser presidente y 5 años para formar parte de la directiva. En los nuevos estatutos se contempla la posibilidad de que la directiva de turno pueda recibir una retribución económica por su trabajo, pero deberá ser aprobado en Asamblea.
En cambio, si la propuesta fuera rechazada no habría que aportar ninguna cantidad de dinero. Una situación que abriría por completo el abanico de candidatos. Por el momento, pese a los constantes rumores, nadie ha dado el paso al frente para postularse.
Y no parece tarea sencilla sacar adelante la reforma estatutaria. La directiva de Fernando García Macua en 2011 y la liderada por Josu Urrutia en 2014 no lo consiguieron. Hace falta el respaldo de dos tercios de la Asamblea y son 1.200 los compromisarios que pueden participar.
Al contrario que su predecesor en el cargo, Aitor Elizegi ha tenido serias dificultades para aprobar las cuentas y en octubre tomó la decisión de apartarse. No se presentará a la reelección.
Asamblea universal, compromisarios, cuentas y cuotas
El actual presidente ha formado parte de la Comisión de Reforma de Estatutos junto con Ana Urquijo -expresidenta rojiblanca-, Aner Uriarte -juez decano de Bilbo- y los socios compromisarios elegidos por la Asamblea, Gorka Cubes y Josu Arteta. En un desayuno informativo celebrado en San Mamés han recalcado que es el «momento» para adecuar unos estatutos que necesitan ser renovados ya que fueron redactados a finales de los noventa. La reforma cuenta con un informe favorable de Globernance, un instituto promovido por el filósofo Daniel Innerarity y el jurista Juanjo Álvarez.
Han insistido en que es una propuesta «por y para el Athletic». El anteproyecto se podrá consultar hasta finales de enero, está abierto a aportaciones y se realizarán dos charlas informativas para resolver dudas a los socios y compromisarios.
Son muchos los apartados que regula, pero por destacar uno de los que va a dar que a hablar es el de poder convocar asambleas en las que voten todos los socios. La han denominado como Asamblea plenaria y en ella se tratarían asuntos de trascendencia para el club. Para ello haría falta el respaldo del 10% de los socios, un tercio de los compromisarios o podría partir desde la propia Junta. Por ejemplo, la moción de censura necesitaría el apoyo del 5% de los socios o el 30% de los compromisarios para ser puesta en marcha, se votaría de manera universal en la Asamblea plenaria y se resolvería por una mayoría simpre.
Temas ordinarios como cuentas y presupuestos se seguirían tratando en la Asamblea de compromisarios. La novedad es que la gestión de la Junta se votaría siempre por separado y que implantan un mecanismo para facilitar la gobernabilidad del club si se rechazan en la segunda convocatoria. En la actualidad existe un limbo legal ya que no se había determinado qué ocurre, más allá de seguir convocando asambleas hasta su aprobación.
Según han explicado, las cuentas serían auditadas de nuevo por otro ente independiente y el presupuesto se prorrogaría, como sucede en parlamentos u otras instituciones. Este planteamiento deja limitada la capacidad de influencia de la Asamblea en este aspecto.
Asimismo, la figura del compromisario se mantiene y deberá recabar nueve firmas como hasta ahora. Sin embargo, se reduce el periodo del mandato de cuatro a tres años y se puede quedar sin ser compromisario si no asiste a dos asambleas sin ninguna justificación.
En la modificación estatutaria se recoge también la creación del defensor del socio y una comisión de transparencia y buena gobernanza. En cuanto a las cuotas se les aplicará el IPC de manera automática y se eliminarán los medio días del club.