«Hemos tenido tres niños en UCI en Navarra en toda la epidemia»
Cuando un niño acaba en el hospital por culpa de un virus en Nafarroa pasa a ser responsabilidad de Herranz. Ocurría antes del coronavirus y ocurrirá cuando acabe la pandemia. Su perfil aúna formación y experiencia directa con los más de 70 niños que han acabado ingresados a causa del covid.
¿Cómo está ahora mismo la situación en el hospital? ¿Hay muchos niños hospitalizados?
En cuanto al covid, estamos bien. Ya sabemos que el covid no causa formas graves en niños, menos del 1%. Desde el comienzo hemos tenido unos 70 niños ingresados. Eso son muy pocos, sobre todo, teniendo en cuenta el tiempo que llevamos y la cantidad de adultos que han ingresado. El problema que tenemos ahora es el del VRS, que estamos en plena epidemia. Este es un virus mucho más agresivo, que ataca a niños muy chiquitos.
Sí, el de las bronquiolitis.
Exacto, ese. Genera las bronquiolitis a niños pequeños que requieren ingresos que, en ocasiones, tienen que ser en UCI. Tenemos también muchos en planta. Estamos desde hace tiempo con una ocupación altísima. Tenemos problemas de camas desde hace semanas.
En años anteriores, con el pico del VRS, Osasunbidea tuvo que derivar niños a otros hospitales, ¿puede volver a suceder?
Este año, de momento no es así, pero gracias a que estamos haciendo mucho esfuerzo, también personal, para que los niños se queden en su entorno, porque es lo mejor para ellos y sus familias. Todos los años hay una onda de VRS justo antes que la de la gripe. El año pasado no la hubo, por diferentes motivos, pero principalmente porque estábamos mucho más estrictos con las mascarillas, el lavado de manos... El del VRS es un pico predecible. En este hospital necesitamos un plan de contingencia para el VRS que contemple personal, espacios... para poder da salida a esto.
Ha indicado que unos 70 niños que han ingresado por covid, ¿hay ahora algún niño hospitalizado?
Hoy [por el viernes] hemos dado el alta a dos. Es complicado, porque tenemos un problema de camas y un niño con covid requiere más espacio por el aislamiento especial. Es una suerte que hayan llegado tan poquitos.
Esta onda arrancó casi como la ola de los niños, hablamos que uno de cada cuatro contagiados tiene entre 5 y 12 años.
Sí, pero el covid en los niños es diferente. Las formas son menos graves e ingresan en menor proporción. Lógicamente, si hay muchos, es más fácil que nos llegue alguno.
«La medicina no es una ciencia exacta, pero sí sabemos cosas. Sabemos, como te he dicho, que los niños hacen formas poco graves»
Esta semana ha comenzado la vacunación. Algunas madres y padres tienen dudas.
Siempre digo lo mismo, hay que transmitir un mensaje de tranquilidad. La medicina no es una ciencia exacta, pero sí sabemos cosas. Sabemos, como te he dicho, que los niños hacen formas poco graves. Por esto, pese al aumento de la incidencia, yo estoy relativamente tranquila. Sabemos, también, que la vacuna es segura, porque tenemos datos de seguridad. ¿Puede tener efectos secundarios? Sí, como todo, los habituales del resto de vacunas. Son conocidos. Lo que ocurre es que, como el riesgo de que un niño haga una forma grave es menor, el beneficio en salud del niño es menor. Pero, aún así, previene. Va a prevenir esas pocas formas graves y el contagio. Además, hemos de tener en cuenta que, al vacunar a los niños, vamos a ganar en menos transmisión y eso les beneficia.
¿En qué sentido?
Los niños conviven con los adultos, con sus abuelos, etc. Además, están pasando unos años difíciles, con problemas para escolarizarse y socializar. Si al vacunarse la situación epidemiológica mejora, también la situación mejorará para los niños. A la hora de decidir vacunar a los niños también necesariamente entra su entorno. A muchos niños les cuidan sus abuelos o juegan con sus abuelos y esa relación es importante emocionalmente para el niño... Pero también te digo que creo que a nivel social deberíamos hacer una reflexión.
¿Cuál?
Tenemos la obligación moral de que todo el mundo se vacune. Si entendiéramos la pandemia como una enfermedad que ha de combatirse independientemente de donde nazcas, es verdad que antes que vacunar a poblaciones de menos riesgo como los niños –y te lo digo yo, que soy pediatra– deberíamos vacunar a las personas con mayor riesgo. O, al menos, que la gente de riesgo tenga la posibilidad de vacunarse. Pienso que todo ha funcionado mal. Que aquí nos hayamos podido vacunar todos y en otros países no haya sido así ha sido un error. Dicho esto, como eso no lo vamos a remediar y tenemos la opción de vacunar a los niños, lo tengo claro: vacunar.
Usted trabaja en el hospital, quizá con esto ya no tenga experiencia directa, pero también se habla mucho de covid persistente.
Hemos visto algún caso. Es muy poquito frecuente. Puede aparecer, pero con menor frecuencia que en adultos.
¿Menos frecuente que el ingreso hospitalario?
Yo diría que sí.
«Desde luego, ingresos por efectos secundarios de la vacuna en niños en Navarra no esperamos. Cuando hablamos de efectos secundarios, hablamos de fiebre, inflamación local, etcétera.»
Me ha dicho 70 niños ingresados en toda la pandemia. ¿Si se vacunaran todos los niños, cuántos ingresos habría por efectos secundarios?
¿Por efectos secundarios de la vacuna me estas diciendo? Vamos a ver, se han vacunado ya millones de niños e ingresos por un efectos secundario no se ha registrado ninguno. No lo sé. Es un suponer, pero desde luego, ingresos por efectos secundarios de la vacuna en niños en Navarra no esperamos ninguno. Cuando hablamos de efectos secundarios de la vacuna hablamos de fiebre, inflamación local, etcétera, etcétera.
¿Entonces a qué achaca este miedo a vacunar a niños que ha cundido entre padres y madres que sí se han vacunado?
A que no se escucha el mensaje principal que los expertos tenemos que dar: tranquilidad. Hay que transmitir tranquilidad. Los niños no han sido prioritarios, no han ido ni los primeros ni los segundos, pero sencillamente porque no eran los que tenían mayor carga de enfermedad grave. Se ha vacunado a los de más riesgo, que es lo que hay que hacer. Pero, ante la vacuna infantil, tranquilidad.
Usted y yo hablamos en marzo pasado. Entonces también era favorable a la vacunación de niños, sin prisa y cuando llegara, pero en esa ocasión mencionó también a los niños que, por otras patologías, sí que son vulnerables al coronavirus y a los que hay que proteger de forma individual y también colectivamente. Niños enfermos de leucemia...
Estos tienen que ir sí o sí los primeros. Siempre les damos prioridad. Así se ha ido haciendo siempre.
El coronavirus es un virus en evolución, cuyos síntomas van variando conforme cambia la variante...
Con los niños se está complicando mucho el trabajo, esa es la verdad. Tenemos que hacer muchas más pruebas, porque en ocasiones es indistinguible de un cuadro catarral banal. El beneficio de diagnosticar a un niño, normalmente, no es para él, sino para su entorno. Se toman las medidas para proteger a la gente frágil que pueda estar alrededor de él.
¿A la UCI pediátrica ha llegado algún caso?
En toda la epidemia hemos tenido tres niños en cuidados intensivos. Ha habido un respiratorio y dos SIMP [Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico], que tenían afectación cardíaca y necesitaban drogas, etc. Han evolucionado bien los tres.
«Con SIMP hemos tenido en el hospital 12 niños, incluidos los dos de UCI que fueron ingresados porque necesitaban mayor monitorización»
¿El SIMP es aquello que al principio se comparó con el síndrome Kawasaki, verdad?
Sí. Con SIMP hemos tenido en el hospital 12 niños, incluidos los dos de UCI que fueron ingresados porque necesitaban mayor monitorización. Pero te recuerdo que hay 100.000 niños en Navarra y hemos tenido una incidencia muy alta.
Sí, es una lotería donde la posibilidad de que te toque es baja, pero si compras muchos boletos, la probabilidad sube.
Hay que mirar el riesgo-beneficio siempre. Y con la vacuna el beneficio es superior al riesgo. Si tú tienes 80 años y un 20% de posibilidades de ingresar, el beneficio es 20 veces mayor que si tienes un 1% o incluso estás por debajo del 1%. Eso es lo que cambia, pero nada más.
Pero, en resumen, que es una postura más prudente para los padres y las madres vacunar que no hacerlo.
Sí, pero con tranquilidad. Lo voy a remarcar otra vez para que cale hondo: con tranquilidad. No nos pasemos al otro extremo tampoco. Conforme se vaya disponiendo de las dosis y sin prisa, hay que vacunar. Cuando nos llegue el turno y haya posibilidad, vacunar. No nos preocupemos porque tarden en llegar las vacunas, porque al niño tampoco le va a pasar nada por esperar. La idea es que tenemos la oportunidad –que otra gente no la tiene– y tenemos el recurso. Siendo así, ¿por qué no lo vamos a aprovechar? El debate verdadero debía haberse situado a nivel mundial. ¿Debía vacunarse a los menores en Europa antes que vacunar África? Por desgracia, el debate está siendo otro.