El Alavés tiene una nueva oportunidad en lo que resta de 2021 para salir de los puestos de descenso, en los que ha caído tras su derrota del sábado frente al Rayo Vallecano y el triunfo in extremis del Getafe frente a Osasuna con gol de Poveda en el descuento.

Sumar en el estadio de La Cerámica les permitiría a los de Javier Calleja irse a las vacaciones navideñas con una mejor sensación de escapar provisionalmente de esas posiciones de la quema, además del golpe moral de conseguir un buen resultado frente a un rival Champions que no está firmando precisamente una buena trayectoria casera.

Y es que el Villarreal ha dejado escapar puntos en la mitad de los encuentros ligueros en su campo, algo a lo que se agarra un Alavés que deberá mejorar sensiblemente si quiere acabar con una sonrisa en el estadio castellonense. Para empezar, mejorando en defensa, pues en los siete últimos partidos ha acabado encajando.

Quitando la victoria de la primera eliminatoria copera frente al Unami, son seis los encuentros más recientes en los que no se ha logrado el triunfo, sumando dos puntos de quince posibles en la competición de la regularidad, lo que lógicamente le ha llevado al Glorioso a meterse de nuevo en problemas.

Calleja intentará buscar la fórmula para devolver al equipo a aquella solidez que mostró hace dos meses, cuando encadenó tres victorias y un empate, y que ahora de nuevo necesita para que 2002 no vuelva a ser otro año de angustias y salvaciones de última hora.

El preparador madrileño recupera a Lejeune, que cumplió un partido de sanción contra el Rayo, y Pina, aunque este último no parece que esté todavía a tono como para saltar de inicio. Es probable, además, que realice algunos cambios de medio campo hacia adelante, con la inclusión de futbolistas creativos como Manu García y Édgar Méndez, que le dieron cierto aire diferente al equipo en la segunda parte de Vallecas.

Sin embargo, ni el lesionado Ximo Navarro, ni el positivo Miazga, podrán ser de la partida para acometer un duelo que de manera reciente se ha vuelto bastante áspero –dos últimas derrotas por 4-1 y 3-1–, cuando en los tres desplazamientos anteriores el Alavés logró hilvanar tres victorias foráneas seguidas.

El Villarreal, que comenzó el curso de manera bastante irregular –seis empates–, viene de lograr una gran victoria en Anoeta y ya suma cuatro victorias consecutivas en las tres competiciones en las que está participando. Su entrenador, Unai Emery, tiene las bajas de Rubén Peña, Coquelin, Raba, Alcácer y Danjuma.

El duelo entre albiazules y amarillos se tenía que haber disputado en la jornada cuarta, pero quedó finalmente aplazado gracias a una cautelar del Consejo Superior de Deportes (CSD), que estimó un recurso presentado por LaLiga.

En él se esgrimía que el Villarreal resultaba perjudicado por incluir la FIFA una fecha más en la fase clasificatoria sudamericana para Qatar2022, con lo que tres de sus futbolistas solo podían regresar con 24 horas de antelación a la fecha programada para el encuentro liguero.

Calleja: «Queda mucho por delante»

Calleja ha reconocido que «no gusta verte ahí, pero queda mucho por delante. Los que tienen 19 o 20 puntos han cogido un colchón, pero con lo que queda por disputar no hay que dar por muerto a ningún equipo».

«Cuando estás en dinámica negativa parece que todo te penaliza, pero tenemos que seguir trabajando para evitar que los errores que cometamos se sucedan de manera continuada», ha explicado el técnico madrileño. Del mismo modo, ha considerado que, cuando han ganado, ha sido por disponer de más acierto, pero que «no ha habido tanta diferencia con los últimos partidos».

En cuanto a su rival, al que conoce bien de su época de futbolista y entrenador, ha destacado que ahora mismo cuenta con «la mejor plantilla de su historia», a la par que también «les cogemos en el mejor momento», después de cuatro triunfos seguidos.

Ha ampliado respecto al submarino amarillo que, «aunque desde el inicio estaban jugando bien, no eran contundentes en las áreas, lo que les había penalizado», algo que ahora ya están corrigiendo, de ahí que haya apostado por «que no se encuentren cómodos y competir hasta el pitido final».

Ha avisado, además, de la enorme influencia que tiene Gerard Moreno en el apartado ofensivo del Villarreal, pues «cuando le encuentran, las jugadas siempre mejoran y es determinante en metros finales», aunque ha matizado que no habrá una vigilancia especial sobre él.