El Suurne Bilbao Basket recibe este miércoles al Unicaja (20.00) con la intención de continuar con su buena racha de cinco victorias consecutivas en Miribilla, a pesar de las numerosas bajas que sufre. Las más recientes son las de dos jugadores, cuyos nombres no ha desvelado el club vizcaíno, tras haber dado positivo por covid este lunes junto a otros tres componentes del entorno del equipo.

En función de quienes sean los positivos, los hombres de negro jugarán más o menos debilitados. Si entre los afectados estuviera alguno de los cuatro pilares del equipo –el pívot dominicano Ángel Delgado, el base brasileño Rafa Luz o los anotadores Andrew Goudelock y Valentin Bigote– las ausencias serían de consideración para Alex Mumbrú.

Ya se conocían con anterioridad las bajas de los lesionados Jonathan Rousselle y Khyri Thomas, dos hombres importantes en la rotación del técnico catalán, que tienen para varias semanas. Tampoco han estado disponibles en los últimos partidos Tomeu Rigo, que podría volver ante el conunto andaluz, y Alex Galán, que entró en la convocatoria del último encuentro, la victoria ante el Gran Canaria en el Bilbao Arena de hace nueve días, pero sin estar aún plenamente recuperado.

«No somos un equipo que tenga 16 jugadores y pueda contar siempre con 12. Nosotros, si tenemos a dos o tres con covid, ya son muchos jugadores», ha apuntado Mumbrú en la previa, deseoso de que se llene «lo máximo posible» un Bilbao Arena al que pueden acudir un máximo de 8.000 espectadores, el 80 por ciento de su aforo, por las restricciones sanitarias.

En ese último triunfo frente al conjunto canario, el Bilbao Basket encadenó la quinta victoria consecutiva ante su afición, una racha que abrió remontando al Fuenlabrada y continuó ganando sucesivamente a Burgos, Obradoiro y Breogán. De hecho, Mumbrú no ocultó que el Bilbao Basket está en su «mejor momento» si no tuviese «bajas por covid».

Cinco victorias, las únicas que lleva en las 14 jornadas jugadas, que le sirvieron para abandonar los puestos de descenso en los que se ha movido durante un curso sin ganar aún a domicilio y a los que podría volver a caer si el Burgos gana esta noche al colista Betis y el equipo vizcaino pierde ante Unicaja.

«Jaime Fernández, Brizuela, Bouteille, Alonso, Cole, Abromaitis, Barreiro, Guerrero, Micheal Eric ... es un equipazo. Tiene una línea exterior muy peligrosa, con muchos puntos en sus manos, dos cuatros abiertos que pueden abrir el campo y un juego interior contundente con Eric», ha analizado Mumbrú sobre el conjunto malagueño en su rueda de prensa.

Por ello, para el técnico catalán, «el Unicaja sí es el de otros años». «Aunque a lo mejor han perdido más partidos y están un poco más cerca de nosotros, creo que tiene un gran equipo, un equipo compensado y con una línea exterior mortífera», ha añadido, asumiendo que su equipo deberá «estar bien primero en la línea exterior y luego defensivamente para poder pararles».

Cuentas aprobadas

En el apartado institucional, Bilbao Basket celebró el lunes en las instalaciones del Hotel Gran Bilbao su Junta General del Accionistas, con un total de 46.779 aciones representadas (el 52,67% del total). Las cuentas de la temporada 20/21 y el presupuesto de la 21/22 se aprobaron por unanimidad.

El pasado ejercicio se cerró con unas pérdidas en torno a los 220.000 euros, aunque el consejero Asier Guezuraga, en funciones de Secretario del consejo, matizó que la situación actual es «infinitamente mejor» a la existente hace dos temporadas. Agradeció que el 70% de los abonados renovara a pesar de las dificultades y el cierre de los partidos al público.

Para la temporada 21/22, se presentó un presupuesto «basado en la prudencia» que prevé 3.400.000 euros en ingresos y un circulante positivo de 327.683, en el que se contabiliza la reciente subvención del CSD. También se aprovechó la ocasión para presentar el recién firmado calendario de pagos con hacienda «más amable» que el firmado anteriormente.

El Consejo hizo hincapié en las dificultades derivadas del covid, que han impedido ingresar unos 600.000 euros, lo que hubiera significado cerrar el presente curso con un superávit estimado de entre 300.000 y 400.000, según el consejero Pablo Allende.