Cambios en los protocolos, antígenos, autotest, abastecimiento… La pandemia es como el programa de centrifugado de una lavadora, todo gira y cambia a gran velocidad, y en ese escenario de locura viven también inmersos los y las farmacéuticas.
Para tratar de poner un poco de orden NAIZ ha hablado con Arantza Viamonte, del Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de Nafarroa; y con Miguel Ángel Gastelurrutia, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa.
Viamonte recuerda que «en julio se pusieron a la venta sin receta los autotest. Al principio, los resultados positivos necesitaban una confirmación con otra prueba diagnóstica, bien un test de antígenos profesional o bien una PCR. Hasta ese momento esos positivos se consideraban ‘casos sospechosos’».
«Desde hace poco, unas semanas, ya se consideran directamente positivos. En ambos casos, el farmacéutico rellenaba un formulario y se enviaba al Departamento de Salud del Gobierno de Navarra. Y entonces era contabilizado como positivo. Es decir, si notificaba el farmacéutico era positivo, si notificaba el usuario se le hacía una prueba de confirmación».
«Con la modificación del protocolo, da igual que notifique la farmacia o lo haga el usuario, el resultado de un autotest ya es positivo, no se confirma. El farmacéutico sigue haciendo lo mismo que antes, el resto depende del Departamento de Salud, nosotros no entramos en las bajas ni en nada de eso», remarca Viamonte.
«Ha colapsado todo»
A su juicio, estos cambios obedecen a que «ha colapsado todo, si hubiera que confirmar… con tres mil y pico positivos diarios el sistema no es capaz de absorber».
En cuanto al ámbito administrativo de la Comunidad Autónoma Vasca, Gastelurrutia indica que «a nosotros en principio no nos ha cambiado nada. Seguimos vendiendo los test, cuando los tenemos. Sí parece que los protocolos en Osakidetza van a ir cambiando, en el sentido de asumir que cuando hay un positivo en un test de autodiagnóstico de los que nosotros dispensamos no le van a hacer la PCR. Lo dan por positivo y ya está».
El presidente del Colegio de Gipuzkoa explica que «desde hace aproximadamente un mes tenemos la posibilidad de que una persona se haga el test en la farmacia, bajo la supervisión del farmacéutico, y en esos casos comunicamos el positivo directamente a Osakidetza por una web que tenemos preparada. Pero profesionalmente no creo que yo deba informar de un positivo que no sé cómo se ha hecho. En alguna otra comunidad sí que se puede, un ciudadano va a la farmacia y dice ‘me he hecho el test en casa, me ha dado positivo, infórmalo’. Me parece muy bien, pero yo no creo que deba hacerlo, no sé si lo ha hecho bien, ni siquiera si se lo ha hecho».
Lo que va a cambiar es que ahora una persona puede declararse ya directamente positiva desde su casa. «Eso es, te aíslas y si no te encuentras mal te quedas en casa los diez días. O los que vayan a ser, porque eso también va a cambiar. Ese va a ser el tema, no he visto el protocolo, si no lo han enviado ya lo mandarán hoy o mañana».
«Con el nivel de positivos que hay ya no dan abasto, y no sé ni siquiera si tiene sentido hablar de cuántos positivos. Todos somos positivos y vamos a hacer vida un poco normal. Vamos hacia una situación un poco como la gripe, que si estás mal te quedas en casa, tomas unos analgésicos y cuando te encuentres bien a trabajar», remarca.
A cuentagotas
En cuanto a las disponibilidad de test en las farmacias, ambos responsables coinciden en usar la misma expresión, «a cuentagotas». Viamonte señala que «lo que hay no dura nada, porque las farmacias tienen lista de espera, a medida que van llegando se van dispensando».
Por su parte, Gastelurrutia dice que «hay producto, pero no suficiente para dar respuesta a la demanda tan fuerte que hay. Y más en estas fechas. El 24 era una fecha clave, y el 31 volverá a serlo. El teléfono está sonando continuamente, es una locura».
Arantza Viamonte explica que «la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) ha intentado resolver esto de dos maneras diferentes. Por un lado ha autorizado temporalmente algunos test de uso profesional para su uso doméstico, pero son muy poquitos porque reúnen unas características concretas».
Pero Gastelurrutia matiza que «hay muy poquito. Hasta ahora se han autorizado dos marcas y que yo sepa no han llegado a Gipuzkoa».
Viamonte añade que la AEMPS también ha dado luz verde a otros autotest que «reúnen las características de autorización en Europa pero no en España. ¿Por qué? Pues por ejemplo porque no tienen las instrucciones en español. Pero les han añadido un folleto aparte, y así se va paliando un poco».
«El fundamento de ambos tipos de pruebas, autotest y profesional, es el mismo, pero los autotest están validados para que los pueda utilizar bien una persona sin ser profesional sanitario. Prácticamente son iguales, pero las instrucciones, o el manejo de la solución, del bastoncillo, es más sencillo. Los profesionales igual tienen un poco más de complicación, o están menos explicados, o hay que guardar ciertos tiempos…».