Gregory McMichael, de 66 años; su hijo Travis, de 35, y su vecino William ‘Roddie’ Bryan, de 52, todavía podrían ser condenados a la pena capital de ser encontrados culpables en un nuevo juicio que deben encarar, esta vez en un tribunal federal, para responder por cargos de crímenes de odio por matar a Ahmaud Arbery porque era negro.
El juez Timothy Walmsley, de la Corte Superior del condado de Glynn, les impuso a los McMichael la pena de cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional, mientras que a Bryan le dio la misma sentencia pero con la oportunidad de salir libre bajo palabra una vez que cumpla al menos 30 años de la condena.
«Ahmaud Arbery había salido a correr y terminó corriendo por su vida», ha dicho el magistrado, que ha guardado un minuto de silencio para conmemorar el «cruel asesinato» del joven.
Jurado de mayoría blanca
Los McMichael y Bryan fueron hallados culpables el 24 de noviembre del año pasado, luego de que el jurado, conformado por once blancos y un solo afroamericano, deliberó durante diez horas, en un juicio en el que se presentaron a declarar una treintena de testigos a lo largo de casi dos semanas.
Durante la audiencia de sentencia de este viernes, los padres de la víctima imploraron al juez que los culpables de la muerte de su hijo permanecieran el resto de sus vidas en prisión. «Cuando cierro los ojos, veo su ejecución en mi mente, una y otra vez. Voy a ver esto por el resto de mi vida», expresó Marcus Arbery, el padre del joven.
«Ahmaud nunca les dijo una palabra, nunca los amenazó, solo quería que lo dejaran solo. (Los autores de la muerte) estaban completamente comprometidos con sus crímenes. Que se comprometan completamente con las consecuencias», pidió por su parte Wanda Cooper-Jones, la madre de Arbery, visiblemente conmocionada.
En las afueras del tribunal de Glynn, un grupo de personas ha celebrado la sentencia en medio de un fuerte despliegue policial.
El vídeo
La muerte de Arbery, ocurrida el 23 de febrero de 2020, pasó desapercibida durante varios meses, debido a que fue encubierta por la Policía y la Fiscalía: los primeros cogieron a los autores con las manos ensangrentadas y no hicieron nada, mientras que el Ministerio Público no presentó cargos. Sin embargo, a principios de mayo se filtró en internet un video que grabó Bryan con su celular y que mostraba cuando el joven fue interceptado por los McMichael, quienes, tras perseguirlo y acorralarlo en su camioneta, le dispararon a quemarropa con una escopeta.
La investigación pasó entonces a manos del Buró de Investigaciones de Georgia (GBI), que en solo días ordenó el arresto de los tres hombres, uno de los cuales –Gregory McMichael– era un expolicía del condado de Glynn e investigador de la Oficina de la Fiscalía en la localidad.
Antes de emitir su veredicto, el jurado pidió al juez que mostrara de nuevo el vídeo de la muerte, que se convirtió en una pieza clave de evidencia durante el juicio, y solicitó también oír la llamada al número de emergencia 911 que los imputados hicieron.
Durante el juicio, la defensa sostuvo que los imputados intentaban realizar un arresto ciudadano ante la sospecha de que el joven era un ladrón, pues en numerosas ocasiones aseguran que lo habían visto frecuentando una vivienda en construcción en el barrio de Satilla Shores.
Travis McMichael testificó que le disparó a Arbery en defensa propia luego de que supuestamente lo atacara con los puños al confrontarlo.
La Fiscalía estatal, sin embargo, demostró que el joven de 25 años nunca cometió ningún delito y que fue muerto por los McMichael y Bryan «no porque fuera una amenaza para ellos, sino porque no se paró a hablar con ellos».
Al presentar sus argumentos finales, la fiscal Linda Dunikoski dijo que para que el arresto ciudadano hubiese sido legal, la persona que intenta ejecutarlo debía haber presenciado un crimen, algo que nunca ocurrió.
Nueva ley
La muerte de Arbery dio pie a que la Legislatura de Georgia aprobara una medida que penaliza los delitos de odio en el estado, una iniciativa bipartidista que fue promulgada por el gobernador, el republicano Brian Kemp, que la celebró como una «señal de progreso».
Aunque la nueva ley no pudo ser aplicada en este juicio, la Fiscalía federal sí presentó los cargos en el nuevo juicio que deberán afrontar los tres reos a partir del 7 febrero, cuando está previsto que comience la selección del jurado.
El caso de Arbery se sumó a varios otros que generaron una ola de indignación y protestas en el verano de 2020, entre ellos el del joven afroamericano Rayshard Brooks, que murió tras ser baleado por un agente policial blanco en Atlanta, y el de George Floyd en Minneapolis, Minnesota, fallecido tras ser arrestado por un oficial blanco.