«No es una final pero sí un partido muy importante», admite Xabi Alonso. Y es que por mucho que quede en juego, una vuelta casi completa, la pésima dinámica de resultados con la que acabó 2021 el Sanse –nueve derrotas en diez partidos, seis de ellas consecutivas– le obligan a empezar a sumar con regularidad de inmediato, si no quiere perder todas sus opciones de permanencia. Por eso el que le enfrentará este sábado al Leganés (21.00) es «un partido fundamental». El primero de los muchos que le quedan por disputar.

Como es habitual, Alonso no conocerá hasta el último momento qué jugadores puede llevarse a Madrid. Por las necesidades que pueda tener el primer equipo y por el covid-19, que no da tregua y que, con análisis diarios, puede cantar bingo en cualquier momento. El técnico sí recupera a jugadores que no pudieron estar en Ipurua –fue allí con ocho futbolistas del C– aunque pierde a Pokorny, que todavía no se ha recuperado del fuerte golpe en el tobillo que recibió en el derbi. En principio también esperará con Sola aunque el jugador ya tiene el alta médica y trabaja con el grupo.

A cambio, ha confirmado que podría contar con Jonathan Gómez, que trabaja ya a sus órdenes. Recuerda el entrenador guipuzcoano que el lateral viene «de una liga diferente, un país diferente, es muy joven y necesita su tiempo» pero también destaca «las ganas que tiene, la ilusión de querer aprender rápido, lo estamos viendo y estamos encantados de que ya pueda estar entrenando y sea uno más del equipo», así que podría entrar al menos en la convocatoria.

Lo agradecerá el equipo, como también lo hará con la inminente llegada de Enrique Clemente. No es oficial pero el propio Alonso ha admitido que la cesión del central tras su renovación con el Zaragoza está muy avanzada. Y ha reconocido que su llegada «nos va a ayudar porque en la zona de centrales estamos con pocos efectivos y cualquier baja nos ha hecho modificar demasiado, hemos tenido demasiada inestabilidad para poder construir y dar una continuidad y una solidez a una parte fundamental del juego. No lo hemos podido estabilizar y eso seguro que lo hemos penalizado».

No estará, en cualquier caso, en Butarque, donde el Sanse jugará tres días después de que la Real se adjudicara en el mismo escenario el billete a octavos de final de Copa. El filial se enfrentará a un equipo diferente, porque el miércoles Nafti dio minutos a los medios habituales. Y también lo será del que levantó el telón liguero en el Reale Arena hace cinco meses, en lo que fue el primer y, de momento, único triunfo de los donostiarras en su estadio. «Ha cambiado mucho –asegura Alonso–. El de agosto era el primer partido de Liga y ellos todavía no tenían gran parte de la plantilla que tienen ahora. Han ido modificando, han cambiado el entrenador. Nafti era un jugador con una gran energía y se ve que lo transmite como entrenador, quiere que sus equipos sean muy intensos, muy incómodos para el rival, que hagan transiciones, que lleguen con mucha gente; y tienen jugadores verticales, jugadores con buen pie…».

Un rival complicadísimo, en definitiva, aunque la clasificación no lo deje tan claro. Porque los madrileños siguen mirando de reojo al descenso por mucho que su objetivo esté en el otro extremo de la clasificación. Además, y aunque sus números van mejorando también en ese sentido tras un pésimo arranque liguero, se le atragantan los partidos en casa –apenas ha celebrado dos victorias allí–, como le sucede a un Sanse que, de todos modos, no quiere pensar demasiado ni en su rival ni en el mordisco que puede pegar al resto si se reencuentra con la victoria. «El partido es fundamental para nosotros –subraya el técnico txuriurdin– porque necesitamos conseguir algo ya. Ya sabemos que quedan muchos puntos en juego pero llevamos bastantes partidos sin puntuar y esa necesidad es evidente». «Aunque hemos hecho buenos partidos, no hemos conseguido puntos –insiste–. Y necesitamos acompañar ya las buenas sensacines de juego con resultados para poder seguir teniendo vida porque cada vez quedan menos partidos. No es una final pero sí un partido muy importante».