En un escenario marcado por la no aprobación de los presupuestos tras fracasar una maniobra y la suspensión del proyecto del paseo de Sarasate y la consiguiente reprobación del edil responsable, Fermín Alonso, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, ha recurrido a agitar la coctelera mezclando peligrosos ingredientes como delincuencia e inmigración, en una receta clásica de la derecha, que le generará una reprobación y contra la que ya se han registrado movilizaciones.
El principal problema al que se enfrenta Maya, en cualquier caso, es que sus manifestaciones no se ajustan a la realidad. No es verdad que «casi todas las personas que cometan delitos no son nacidas aquí» como dijo Maya, amplificando casos concretos registrados en las últimas semanas.
Según los datos de la Fiscalía de Menores, en Nafarroa se registraron en 2021 un total de 522 expedientes de reforma, es decir, aquellos en los que se abre una instrucción penal. De ellos, los correspondientes a «extranjeros» son 99, mientras que los que se refieren a «españoles» son 311, mientras hay 112 «desconocidos». Esta distribución se mantiene en los datos de 2020, con 413 casos totales, con 97 «extranjeros», 274 «españoles» y 42 «desconocidos». Lo mismo ocurre con los datos de 2019, los de 2018 y 2017.
Estos son los datos referidos a menores, pero si se amplía el foco al total de casos instruidos en los tribunales en Nafarroa, el protagonismo de los menores extranjeros es residual. Concretamente, en 2021 se instruyeron 27.197 asuntos. Los 99 expedientes de reforma de menores extranjeros suponen el 0,36% del total de asuntos instruidos en Nafarroa. El porcentaje es similar en los años 2020, 2019, 2018 y 2017.