En un acto de conciliación entre ambos celebrada este martes, el agente de la Policía española que agredió al fotoperiodista Jordi Borràs en el 2018 ha aceptado una condena de un año de cárcel y indemnizarle con 7.000 euros. Tal y como ha explicado el propio Borrás a través de las redes sociales, el agente ha reconocido que agredió a Borràs por motivos ideológicos.

Además, tendrá que pagar todas las costas judiciales y ha retirado la acusación contra él, que decía que inicialmente había sido el fotoperiodista quien le había agredido.

L’inspector de la Brigada d’Informació de la @policia ha acceptat que va ser una agressió per motius ideològics i ha retirat l’acusació contra mi. M’indemnitzarà amb 7000€, pagarà costes i accepta 1 any de presó. Victòria contra tot pronòstic!. GRÀCIES de tot cor pel suport!

— Jordi Borràs (@jordiborras) January 25, 2022

La Fiscalía de Delitos de Odio pedía una condena de dos años de cárcel por el delito de lesiones con el agravante de discriminación por motivos ideológicos. También solictaba que fuera inhabilitado de sufragio pasivo durante estos dos años y que indemnizara a Borràs con 7.500 euros.

El fotoperiodista ha agradecido a su abogada mi abogada Carla Vall i Duran la gestión en su defensa, y también al letrado del Ayuntamiento de Barcelona y a las 684 personas que la han financiado.

Los hechos ocurrieron en junio de 2018, cuando a la salida de la presentación de la plataforma Crida Nacional en Barcelona una persona se le acercó a Borràs al grito de «Viva España» y «Viva Franco» y le agredió.

En un primer momento, el agresor fue retenido por varios vecinos, pero tras ello sacó una placa y se identificó como agente de la Policía española, extremo que más tarde confirmó el cuerpo.

Borràs es conocido por su trabajo sobre la extrema derecha, y en 2017, en una entrevista ofrecida a NAIZ, ya alertó de las crecientes agresiones ultras y denunció que él mismo había recibido numerosas amenazas.