El Gobierno navarro ha entregado este martes en el Parlamento su Plan de Convivencia, que según ha destacado la consejera Ana Ollo quiere ser una herramienta para la búsqueda de consensos desde la transversalidad. El plan busca avanzar en la convivencia, la libertad y la igualdad, tras constatar que Nafarroa es plural y diversa y con los derechos humanos como máxima.

Ollo ha añadido que este documento es el reflejo del trabajo que se comenzó ya en la pasada legislatura, en cuestiones como la memoria histórica o las víctimas de violencia policial.

La pandemia ha condicionado la elaboración del plan, que, pese a todo, ha logrado contar con la aportación de 67 organizaciones y 300 personas. Ollo ha destacado que existen actualmente peligros como declaraciones de «irresponsables políticos» criminalizando a menores extranjeros pero también fortalezas como la pluralidad política, identitaria y lingüística; la cultura del pacto; el rechazo a la vulneración de derechos humanos; la deslegitimación de la violencia o el reconocimiento de todas las víctimas.

Ha defendido que debe impulsarse «una memoria crítica inclusiva para mostrar que la violencia es injusta y que no debió ocurrir», lo que ha considerado que es «un reto para este gobierno».

Navarra Suma pide que EH Bildu condene a ETA

El portavoz de Navarra Suma, Iñaki Iriarte, ha justificado la no participación de su grupo en este plan «porque no nos sentimos representados». Iriarte ha considerado «nefasto» este plan y ha reclamado que «debe pedir a la izquierda abertzale que se comprometa con la convivencia», para que lo que ha considerado imprescindible una condena a ETA.

En este sentido, ha añadido que «el principal problema de convivencia que ha habido en esta tierra ha sido que un sector político no ha considerado terrorismo al terrorismo de ETA y gritaba ‘ETA, mátalos’ mientras pedía la expulsión de Navarra de la Policía y la Guardia Civil, los ‘txakurras de la pluma’ o los empresarios».

Ha insistido en esa condena, lamentando «que el Gobierno navarro no le haya pedido esto a EH Bildu». Frente a ello, ha criticado que «nos califiquen de xenófobos, euskarófobos o machistas».

Inma Jurío (PSN) le ha respondido señalando que el PP sí que ha participado en el plan que se ha elaborado en la CAV y ha lamentado que ante una cuestión tan compleja «se ha limitado a utilizar criterios políticos para confrontar con el Gobierno». «Me da pena que solo hable de ETA», ha añadido antes de destacar que el objetivo del plan «es crear consensos y dotarnos de herramientas» para constuir una convivencia. Ha recordado que en la elaboración del plan han participado colectivos como la AVT o Covite y también personas torturadas. Ha defendido la necesidad de articular «una memoria crítica, deslegitimadora de la violencia; pero también inclusiva, que tenga en cuenta otras vulneraciones de los derechos humanos».

Uxue Barkos (Geroa Bai) ha defendido que el discurso de Navarra Suma «no nos debe despistar» y ha calificado el plan de «paso sustancial, que viene con mucho trabajo».  Ha lamentado la ausencia de Navarra Suma, pero ha subrayado que «la sociedad navarra sí que ha participado». Ha mostrado su preocupación por el uso de fobias en el discurso político y la denuncia de una falsa imposición en materia lingüística. Ha preguntado a Iriarte si va a ser tan firme en la denuncia de vulneración de derechos humanos por parte de Vox y si va a pedir al PP, su socio en Navarra Suma, que rompa sus lazos con este grupo.

Bakartxo Ruiz (EH Bildu) ha valorado el trabajo realizado por los redactores de este plan, pero ha lamentado que tenga falta de concreción a la hora de plantear medidas en cuestiones como el euskara o la inclusión social. Ha echado en falta «propuestas de calado suficientemente transformadoras en asuntos como la convivencia lingüística que debería ser entre iguales o la política penitenciaria para garantizar el derecho al arraigo», así como el reconocimiento de todas las víctimas. En el turno de réplica, ha acusado a Navarra Suma de no realizar ninguna aportación a la convivencia sino de realizar un discurso que criminaliza a jóvenes inmigrantes.

El plan ahora inicia su trámite parlamentario, donde podrá recibir distintas aportaciones, antes de ser ratificado o rechazado.