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El Parlamento francés prohíbe por unanimidad de las terapias de reorientación sexual

El Parlamento francés ha aprobado por unanimidad la penalización de las denominadas «terapias de reorientación sexual», prácticas dirigidas a presionar y castigar a quienes tengan tendencias diferentes a la heterosexualidad.

Una pareja de chicas se abraza ante la torre Eiffel.
Una pareja de chicas se abraza ante la torre Eiffel. (GETTY IMAGES)

El Parlamento francés aprobó ayer por unanimidad una proposición de ley para prohibir las «terapias de reorientación sexual», que buscan imponer la heterosexualidad, y castigar con penas de tres años de cárcel y multas a quien las realice.

«Estas prácticas indignas no tienen cabida en la República. Porque ser uno mismo no es un delito, porque no hay nada que curar», subrayó el presidente Emmanuel Macron en su perfil oficial de Twitter, cuarenta años después de la despenalización de la homosexualidad en el país.

La medida contempla sanciones de hasta dos años de prisión y multas de 30.000 euros cuando se altere la salud física o mental de la persona sobre la que se actúa.

Además, el castigo aumentará a tres años de prisión y 45.000 euros de multa cuando se actúe sobre un menor o sobre una persona sobre la que se tiene autoridad o que sufre alguna deficiencia.

La ministra delegada de Igualdad de Género, Diverisdad e Igualdad de Oportunidades, Elisabeth Moreno, remarcó que «las terapias de conversión, prácticas bárbaras de otra época, ya están prohibidas definitivamente» en el país, por lo que no hay «nada que curar».

Este tipo de «terapias de reorientación» consisten, habitualmente, en sesiones de exorcismo, internamientos o sesiones de electrochoque, un abanico de abusos que tienen efectos psicológicos y físicos duraderos en las víctimas.