Álex Remiro lleva diez partidos de sus 18 en Liga y 13 en 24 oficiales de esta temporada sin encajar gol y solo ha dejado de jugar siete pese al fichaje de Ryan. Unos números que incluso mejoran la cifra de porterías a cero en las 18 primeras jornadas de Liga de Luis Arconada en la Real en el año de la imbatibilidad (1979-80), la única que mejora, con doce en 21 partidos, las once que ahora lleva la Real.

El jueves la Real recibe al Betis en la Copa. Hasta el partido del Atlético Ryan jugó en este torneo y causó baja. A Remiro le gustaría jugar, como desea cerrar su renovación. Está encantado en Donostia y en Anoeta.

¿No hay nada mejor para un portero que acabar imbatido?

Prefiero ganar el partido, pero obviamente mantener la portería a cero es lo idílico y lo soñado por todos los porteros.

Nos parece algo normal esta temporada, pero solo Arconada ha superado esa cifra en la Real...

Y más porque los equipos de la Liga española han mejorado mucho, tienen muy buenos jugadores y es muy difícil. Pero es consecuencia de cómo está el equipo defensivamente desde que estoy aquí. Con Imanol el equipo es otro en las disputas, en los duelos, en la implicación. Recuerdo que cuando llegué se hablaba de los centrales y tenemos cuatro muy buenos, jóvenes, fuertes, que sacan bien el balón, y ya nadie duda de ellos.

Es fruto de la implicación defensiva, de la mentalidad que tiene el equipo de no fallar en las disputas, los duelos, en las tonterías que antes nos costaban puntos y que si no tienes un mínimo de intensidad te pasan por encima. Los de arriba empiezan presionando, los del medio son generosos haciendo el trabajo que toca... En partidos como el del PSV en bloque bajo el equipo ha estado compacto y fuerte, como contra el Atlético o con el Madrid en la primera parte. Hay que ponerse el mono de trabajo y el mérito es de todos.

¿Qué es lo que les pide Imanol?

Defensivamente nos ha inculcado que hay que estar fuertes en las disputas, que nos dejemos todo en cada partido, que si hay que salir se sale con una brecha del campo. Nos pide que los esfuerzos sean al máximo. Es mejor que un jugador tenga 30 minutos a su máximo nivel a que vaya a medias. Nos exige implicación, un equipo juega como se entrena y a veces en Zubieta nos damos bastante caña. Eso es culpa de Imanol. Es el máximo responsable de todo lo bueno defensiva y ofensivamente del equipo, como a nivel de juego y de sacar jugadores. De todo.

«Imanol es el máximo responsable de todo lo bueno defensiva y ofensivamente del equipo, del juego y de sacar jugadores»

Al margen de defender, en el inicio del juego desde atrás no se cometen errores como los del lunes del Sanse en la salida de balón...

Errores siempre hay, es parte del fútbol. Los podemos tener en salida de balón por nuestro estilo de juego, pero pocos hemos tenido. Cuando hay que tirar del Sanse es bueno que sus jugadores estén preparados para amoldarse al estilo de juego. Soy partidario de no cambiar la idea de juego del Sanse. Está bien que sigan intentándolo porque la mayoría de las veces lo hacen bien. El fútbol es cara y cruz. Ahora les está saliendo cruz y a nosotros cara, no tenemos casi errores, pero yo ya he cometido alguno y no ha acabado en gol... Tenemos confianza y con balón estamos muy fluidos.

¿Al defender mejor al equipo le cuesta más marcar goles?

No tiene nada que ver. A nivel defensivo estamos muy bien y ofensivamente también, lo que pasa es que en ataque los números no son tan vistosos. Pero el equipo es descarado arriba, genera muchas opciones, Tenemos muchos argumentos para estar tranquilos con los delanteros y la gente de ataque. Nada más robar intentamos atacar.

Somos valientes, no somos un equipo que juega a la defensiva, sino que defendemos bien. Cuando vamos a presionar nos plantamos todo el equipo en campo rival y eso es un riesgo con los extremos rápidos que hay, porque debes estar fino al tirar la línea. Te pueden generar situaciones de uno para uno o dos para dos de mucho riesgo, pero esas jugadas no están acabando en gol y hay muchas caídas que cogemos por nuestra mentalidad y ganas de cogerlas.

Con el equipo que hay y nuestra forma de jugar y de entrenar, con la propuesta que tenemos de ir todos en la misma dirección, confío mucho en mis compañeros. En la faceta ofensiva tenemos un muy buen equipo, muy buenos jugadores de ataque e incluso los defensas cuando atacan, como Elus que lleva tres goles, se suman a la lista. Ahora no hay muchos números, pero no pasa nada.

¿No encajar da más confianza a un portero?

No. Me gusta no encajar y mantener la portería a cero, pero ha habido tres o cuatro partidos en los que solo he tenido que hacer acciones aéreas o con el pie, de estar preparado en línea defensiva con dos o tres salidas, pero paradas ninguna. Hay que estar preparado para no fallar porque el equipo defiende muy bien.

Sé que voy a tener dos opciones claras de ser gol, pero a otros les generan más. Somos muy sólidos, estamos bien y eso me da confianza, ver cómo se entrena la semana. La confianza me la da entrenarme bien, no jugar bien. Lo importante es el día a día, es lo que te da para luego competir, aunque conozco jugadores que lo que hacen en los partidos les da la confianza y que entrenando no destacan tanto como en la competición.

¿Siente que va a más cada año?

Estoy de acuerdo, pero por el equipo que tengo, por donde estoy y por cómo me tratan. Todos estamos creciendo. Me siento muy bien, con muy buenas sensaciones toda la temporada, tenga errores o no. Me siento feliz, me gusta el modelo de juego, el equipo que tenemos, ir a Zubieta a los entrenamientos y sentirme parte importante del club y del equipo. Eso se transmite en el campo y en la ciudad.

No le han afectado errores como los del derbi o el del Villamarín...

Hay cosas bastante peores en la vida que fallar en un partido, pese a lo duro que es si eres portero y cuesta puntos y reconocimiento, porque mi partido en el derbi estaba siendo muy bueno. Tuve dos anteriores que había salvado al equipo y justo en la última fallas... Cabeza arriba y a seguir. No hay que martirizarse por fallar. Hay que ser fuerte, esto va muy rápido. Los navarros somos cabezones y adelante, porque si no la élite te come.

«No hay que martirizarse por fallar. Hay que ser fuerte, esto va muy rápido. Los navarros somos cabezones y adelante, porque si no la élite te come»

Muchos porteros dicen que hay que tener una cabeza diferente...

Puedes decir que estamos locos. No hay problema. No siento la presión. Hay veces que salgo, estoy tranquilo y veo que hago un recorte en mi área a Benzema... Es que nos reímos, pero creo en la preparación mental. Si te mentalizas bien para un objetivo, si trabajas, si te cuidas, si lo visualizas, si te rodeas de la gente necesaria, si la suerte te acompaña, a todo se le puede dar la vuelta e ir a mejor y, aunque no vaya bien en un momento, a seguir porque ése debe ser el camino de mejorar y de competir. Esa tiene que ser la llave.

En el error del Villamarín influye la forma de presionar en campo rival que obliga al portero casi a jugar como líbero y a veces no es fácil acertar al salir o no...

Pero esta excusa no me gusta porque el equipo juega así porque los porteros estamos capacitados. No nos piden nada que no podamos hacer al salir fuera del área o al jugar con los pies o en cualquier faceta del juego. Puntualmente habrá algunos fallos. El año que viene habrá otro fallo, pero es lo normal.

Además al portero en la Real se le exige comenzar a jugar el balón...

Casi siempre hay algún jugador libre y hay que encontrarlo. Es difícil, pero lo difícil es jugar como se entrena y tener la misma soltura para salir. Este equipo está capacitado para hacerlo y estamos acostumbrando a la gente al buen fútbol. Cuando pase el tiempo se valorará. Estamos contentos de cómo jugamos, lo controlo y busco el hombre libre porque estamos capacitados y tenemos opciones para todas las salidas del balón.

¿Cómo vivió la decisión de prescindir de Moyá y fichar otro portero para tener más competencia?

Son momentos diferentes. A Miguel se lo comunican a final de temporada y Matt llega al principio de ésta. Cuando me comunican lo de Miguel fue un palo muy grande, lo sabe todo el mundo. Era mi confidente, mi amigo, mi padre, mi tío, mi hermano, mi consejero... Me ayudaba en todo. Jamás he conectado tanto con una persona y, profesionalmente, cuando dejas de compartir vestuario es duro.

Cuando se va, sé que van a traer un portero para competir conmigo porque la Real e Imanol quieren eso y estaba tranquilo. Confío mucho en mí. Vayan las cosas bien o mal, no me afecta porque he vivido cosas mucho más duras. Sé de donde vengo y a donde quiero ir. Yo a ayudarle a Matt todo lo que pueda y el mister ya decidirá.

«La baja de Moyá fue un palo muy grande porque me ayudaba en todo. Jamás he conectado tanto con alguien»

¿Se refiere a estar un año en blanco en el Athletic por no renovar?

Es uno de los momentos más duros, pero aprendí mucho, como cuando estuve en el Levante, que tuve la suerte de estar con un grupo espectacular y, aunque no jugué, tuve un aprendizaje importante en mi vida.

¿Ser titular en 24 de 31 partidos con esa competencia refuerza?

Soy cabezón, navarro, confío mucho en mí. Intento dejarme todo lo que puedo en los entrenamientos y luego el mister decide. Si confía en mí estoy contento y agradecido, pero será fruto de algo. Ha habido momentos que parece que la gente quiere ver cambios y hay que saber llevar eso. Somos dos buenos porteros, solo puede jugar uno y hacemos muy buena competencia los dos. Nos ayudamos y lo importante es el que juega.

Habrá momentos que la gente pensará que tiene que jugar uno o el otro, pero el que decide es Imanol y lo gestiona bien. No lo digo porque esté yo jugando más, en todos los puestos juega el que se lo merece. Él lo dice muchas veces. Tiene la suerte de tenernos a todos enchufados y es su problema para elegir, pero de eso se trata. Eso es bueno para el equipo. Es cosa del mister que confíe en mí, lo agradezco y solo pienso en prepararme para el próximo partido para ayudar al equipo y que luego él decida.

¿Con el Atlético jugó por la baja de Ryan, que había jugado los tres primeros partidos de Copa?

Al revés pasó en los partidos de Liga con el Granada, Celta, Villarreal o en Europa League en Monaco. Hay que preguntarle a Imanol. Nosotros nos preparamos para jugar. No había jugado en Copa, pero no sé qué pasaba por la cabeza de Imanol. Yo prefería que Matt habría estado disponible, que no estuviera enfermo. Igual habría jugado él, o no. No lo sé. Yo me preparé e hice mi rutina como si fuera a jugar como siempre salvo que lo sepa de antemano, pero ése no era el día que lo supiera.

Para mí todos son partidazos. Como dice Imanol, ya sea contra el Betis, el Atlético o el Zamora, es un partido oficial con la Real, y hay que darle a todos la importancia porque a todo el mundo le gusta jugar los encuentros bonitos y buenos. Será especial porque es una eliminatoria en casa y porque es una locura cómo nos lleva la gente, pero solo por eso.

Esta eliminatoria y esta Copa son atractivas...

Es atractiva, pero yo me uno a la corriente de quejas por los horarios de los partidos porque estamos siendo demasiado usados. Hay veces que jugamos cada nada y así hay tantas lesiones. Es un punto a mejorar. A partir del jueves jugamos un montón de partidos seguidos y es una salvajada, me parece terrible. Pero sí, es especial.

Es importante jugar la eliminatoria en casa y soñamos con regalar a la afición una noche mágica como la del Atlético. El Betis es un buen equipo en uno de sus mejores momentos, pero cada partido es un mundo y en Anoeta jugamos doce.

Es de locos el ambiente. Nos hace estar con las revoluciones a 300.000. Cuando atacamos se nota que flipas, se agradece mucho. Nos dice Imanol muchas veces que hagamos lo que hagamos nos van a animar, que nos van a aplaudir, y eso nos da un plus de confianza y de atrevimiento. Nos llevan en volandas, hay una atmósfera brutal. La celebración de cada gol es espectacular cuando todo el estadio se da la vuelta. No he visto en ningún campo a toda la grada celebrar un gol de esa forma.

«El Betis es un buen equipo en uno de sus mejores momentos, pero cada partido es un mundo y en Anoeta jugamos doce»

Y enseguida llega también la eliminatoria de Europa League contra el Leipzig en un mes de febrero en el que la Real se juega buena parte de la temporada...

Son otros partidazos, una eliminatoria bonita que la gente se merece tener en casa. Ver al equipo en Europa competir y dar la cara. Tenemos muchas ganas. En febrero nos jugamos, no la temporada, pero sí dos de las competiciones. En la Liga hasta el último minuto del último partido no nos hemos clasificado para Europa los últimos dos años y se decidirá al final. Luego nos acordaremos de puntos de todos los meses, pero la Liga no termina en febrero.

¿Al final se asume que la Liga es la más importante porque de ella depende mucho dinero por entrar en Europa?

Solo por los números está claro. Lo que les da hoy en día a los clubes gran parte del presupuesto del año siguiente es la posición en la que quedan, porque en función de eso están los repartos televisivos. Es así la Liga. Queda muchísimo y hay que seguir currando.

¿Con qué objetivos firmaría acabar la temporada?

Con cerrarla con todos mis compañeros disponibles sin lesiones, siguiendo trabajando como hasta ahora porque el trabajo dará sus frutos. Mis objetivos son esos, recuperar a los lesionados y ver al equipo como lo veo porque estoy seguro al 99% de que así se merecerá ganar cualquier partido y será capaz de hacerlo.

Acaba contrato en 2023, pero parece claro que está encantado y desea quedarse y renovar...

Sí. Estamos en ello desde hace tiempo y habrá acuerdo. Espero que sí. No es tema de dinero ni de nada de eso. Está encarriladísimo, las conversaciones son fluidas, va todo muy bien y mi intención es seguir. Estoy superbien, con el club y los compañeros la relación es brutal. Mi rendimiento va mejorando, tengo cuadrilla en Donostia que les agradezco la vida, mis vecinos, todos me tratan muy bien. Tengo mis sitios favoritos... Me siento muy bien aquí.