Martxelo Diaz
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Alertan de que el cristianismo está en peligro en Jerusalén por la judaización

El hotel New Imperial, junto a la puerta de Jaffa y las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El hotel New Imperial, junto a la puerta de Jaffa y las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén. (HOTEL NEW IMPERIAL)

Los patriarcas y cabezas de las iglesias de Jerusalén hicieron público un comunicado a mediados de diciembre en el que alertaban de las amenazas a las que tiene que hacer frente la presencia cristiana en la llamada Tierra Santa, que incluye los territorios administrados por Israel, la Autoridad Palestina y Jordania.

El Consejo de Iglesias representa a las trece iglesias con presencia en Jerusalén (ortodoxa griega, armenia, siríaca, católica romana, ...). La religión cristiana es algo consustancial a la identidad palestina y está sufriendo una permanente agresión en el proceso de judaización de Jerusalén y otros territorios.

Los líderes cristianos hablan de «agresiones físicas y verbales contra sacerdotes; ataques a iglesias; actos de vandalismo y profanación contra lugares sagrados o intimidación continua de la libertad de culto».

Los patriarcas y jefes de las iglesias destacan que esta situación se viene produciendo desde 2012 y supone «un intento sistemático de expulsar a la comunidad cristiana de toda la región, a pesar de ser parte integrate del tapiz de la comunidad local».

Junto a ello, denuncian «la incapacidad de los políticos locales, los funcionarios y la Policía para frenar las actividades a los grupos radicales que regularmente intimidan a los cristianos locales, atacan al clero y profanan los lugares sagrados y las propiedades de la Iglesia».

Uno de estos grupos radicales es Aterit Conahim (la Corona de los Sacerdotes), que, según declara en su web, lleva 40 años «trabajando para restaurar la vida judía en el corazón de la antigua Jerusalén». «Quizás nada represente más esta obstinada lealtad del pueblo judío a Dios y Su Torá que Jerusalén. Si bien el pueblo judío siempre tuvo la Torah con ellos, la ciudad de Jerusalén era un sueño lejano, un lugar casi mítico que nunca verían ni sentirían. Y, sin embargo, el pueblo judío permaneció leal y conectado con la ciudad durante el largo exilio», proclaman.

Las iglesias alertan de que «los radicales siguen adquiriendo propiedades estratégicas en la vecindad de los cristianos, con el objetivo de disminuir drásticamente su presencia» y denuncian «tácticas de intimidación para desalojar a los residentes de sus hogares y perturbar aún más las rutas históricas de peregrinación entre Belén y Jerusalén».

Hotel New Imperial

Un episodio de esta expulsión de cristianos palestinos residentes durante generaciones en la Ciudad Vieja de Jerusalén se está dando en torno a los hoteles New Imperial y Petra, situados junto a la puerta de Jaffa, que da acceso al barrio cristiano. Se trata de dos establecimientos históricos y una referencia para los peregrinos cristianos. Son, en definitiva, una referencia para la comunidad cristiana jerosalimitana.

Ateret Conahim tiene previsto construir una yeshiva, un centro de estudios de la Torah y el Talmud, y una residencia para los estudiantes en estos dos hoteles. Los arrendatarios cristianos llevan ya quince años intentando luchando en los tribunales en defensa de sus derechos. En los tribunales israelíes, en los que resuta complicado obtener justicia para los palestinos cristianos o musulmanes. El temor de que una decisión inminante daría vía libre a los planes de Ateret Conahim se ha extendido entre la comunidad cristiana.

Supondría un revés más para los cristianos de Jerusalén y un hito para los planes de judaización de la Ciudad Vieja, expulsando a los residentes de otras religiones. Junto al reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado de Israel que realizó Donald Trump es un espaldarazo destacado al proyecto sionista.

Según explica a NAIZ Abu al-Walid al-Dajani, arrendatario del hotel New Imperial, su padre alquiló el establecimiento en 1948. Destaca que la puerta junto a la que se encuentra su hotel es el principal acceso a la Ciudad Vieja de Jerusalén y que el establecimiento se encuentra en el corazón del barrio cristiano. «Desgraciadamente, el hotel fue entregado en 2004 a un grupo extremista por 1.250.000 dólares. Desde entonces, colonos han intentado hacerse con el lugar. Son 44 habitaciones», explica.

Los colonos recurrieron a los tribunales israelíes con el objetivo de desahuciar a la familiar al-Dajani acusándoles de ser intrusos. No lo consigueron inicialmente, pero han persistido en la vía judicial.

Abu al-Walid al-Dajani destaca la importancia de mantener la presencia cristiana en el entorno de la puerta de Jaffa y considera que la presencia de los extremistas sionistas podría ponerla en peligro.

Las iglesias reivindican el derecho al peregrinaje, recordando que, incluso, la llegada de cristianos supone una inyección de 3.000 millones de dólares a la economía israelí.

Por ello, reclama a las autoridades israelíes (así como a las palestinas y jordanas) «un diálogo urgente con dos objetivo: hacer frente a los desafíos que los grupos radicales de Jerusalén plantean tanto a la comunidad cristina como al Estado de Derecho, para garantizar que ningún ciudadano o institución debe vivir bajo la amenaza de la violencia o la intimidación e iniciar las discusiones sobre la creación de una zona cultural y patrimonial cristiana especial para salvaguardad la integridad del barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén».