El Congreso aprobó este jueves por la mínima la reforma laboral propuesta por el Gabinete de Pedro Sánchez. EH Bildu y PNV votaron en contra del decreto, que cuenta con el aval de UGT y CCOO, los dos únicos sindicatos que participan en la Mesa de Diálogo Social de la CAV.
Y lo cierto es que la postura de los jeltzales no ha sentado nada bien a CCOO Euskadi, que ha solicitado el aplazamiento de la próxima reunión de la citada mesa, prevista para el martes en la sede de Lakua. La central quiere analizar «los términos» de su participación en este foro.
En el caso de abandonar, UGT, la cuarta central en número de delegados, se convertiría en el único sindicato con representación en la Mesa de Diálogo Social, en la que también participan el Gobierno autonómico y la patronal Confebask.
Precisamente el secretario general de UGT Euskadi, Rául Arza, ha defendido este jueves la Mesa de Diálogo Social, y ha tratado de restar importancia a lo ocurrido en el Congreso, diferenciando entre la postura del PNV y la posición del Ejecutivo de Iñigo Urkullu.
«Queremos diferenciar la postura del PNV y la del Gobierno vasco, que no ha rechazado ninguna reforma laboral, al contrario, las palabras del lehendakari han sido en positivo, sobre que era un acuerdo que avanzaba en la buena dirección, pero había un tema relacionado con la prevalencia de convenios vascos, que habría que trabajar para buscar una solución definitiva», ha apuntado.
Urkullu afirma que la Mesa «está funcionando bien»
Urkullu ha vuelto a repetir estas palabras esta tarde, en respuesta a las preguntas de los periodistas, en una rueda de prensa ofrecida con la ministra Nadia Calviño, donde ha insistido en que «es necesario diferenciar las relaciones institucionales de las relaciones políticas».
«Yo hablo en calidad de lehendakari, ateniéndome a lo que es el marco de nuestro programa de gobierno y no hablo en nombre del PN, ni tengo la responsabilidad de lo que el PNV haya adoptado como decisión en el ámbito de las negociaciones», ha apuntado antes de insistir en que «lo lógico y lo positivo es dar continuidad a aquello que funcione, y la Mesa de Diálogo Social está funcionando bien».
No obstante, conviene recordar que en numerosas ocasiones ELA y LAB, los sindicatos mayoritarios, han denunciado «el carácter antidemocrático» de la Mesa, advirtiendo de que no se tiene en cuenta la representación de cada central.