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Putin y Macron tantean puntos de acuerdo sobre la crisis ucraniana

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha considerado que «algunas ideas» de su homólogo francés, Emmanuel Macron, pueden ser útiles para avanzar en la solución de la crisis en torno a Ucrania, mientras Macron se ha mostrado optimista sobre una salida diplomática.

Vladimir Putin y Emmanuel Macron, al inicio de su reunión.
Vladimir Putin y Emmanuel Macron, al inicio de su reunión. (SPUTNIK | AFP)

En una maratoniana jornada diplomática, el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha reunido en Moscú durante más de cinco horas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para intentar rebajar la tensión en torno al conflicto ucraniano.

Macron ha afirmado que ha ofrecido a Putin «garantías concretas» en materia de seguridad, por lo que ha expresado su optimismo sobre una salida diplomática a la crisis.

«Ahora somos conscientes de la gravedad de la situación y de cómo encontrar el camino para preservar la paz. Creo profundamente que todavía hay tiempo»« ha declarado Macron desde el Kremlin.

El mandatario francés ha indicado que los  «próximos días serán decisivos y de animadas discusiones».

Por su parte, Putin ha indicado que algunas de las ideas de Macron pueden servir para«sentar las bases de un progreso común», aunque ha considerado prematuro exponerlas públicamente, y ha afirmado que hará «todo lo posible para encontrar compromisos que satisfatan a todo el mundo»

El jefe de Estado ruso ha señalado que «están tratando de calmarnos con garantías de que la OTAN es una organización pacífica y de defensa» antes de citar a «Irak, Libia, Belgrado» como contraejemplos.

Y ha vuelto  a denunciar la ayuda militar occidental a Ucrania, que Kiev estima ya en más de 1.500 millones de dólares. Putin también criticó la negativa occidental a aceptar sus principales demandas: el fin de la política de ampliación de la OTAN, el compromiso de no desplegar armas ofensivas cerca de las fronteras rusas y la retirada de las infraestructuras militares de la Alianza en las fronteras de 1997.

Scholz, con Biden

Mientras Macron se entrevistaba con Putin, el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunía en la Casa Blanca con el presidente de EEUU, Joe Biden. para transmitir una unidad que ha sido puesta en cuestión por las reticencias alemanas a suministrar armamento a Kiev y por la dependencia del gas ruso.

»Estamos actuando juntos. Estamos absolutamente unidos y no tomaremos pasos diferentes. Tomaremos los mismos pasos, y serán muy, muy duros para Rusia, y ellos lo entenderán», ha asegurado Scholz.

Biden ha insitido en que la relación con Alemania no se ha debilitado, y que «no hay dudas sobre la alianza» bilateral.

«No hay necesidad de recuperar la confianza. (Alemania) Tiene la completa confianza de los Estados Unidos», ha sostenido el mandatario estadounidense.

Biden ha asegurado que si Rusia invade «no habrá Nord Stream 2», en referencia al gasoducto ya terminado y pendiente de la autorización alemana. A pesar de la dependencia alemana y europea del suminsitro ruso, el presidente estadounidense es el principal portavoz del veto a esta infraestructura.

Preguntado al respecto, Scholz ha evitado confirmar expresamente si está dispuesto a suspender los permisos para el gasoducto como quiere Washington.

Ambos ha anunciado que han acordado un paquete de «fuertes sanciones» que impondrán a Rusia si ataca Ucrania, pero Scholz se ha resistido a citar el gasoducto entre las consecuencias económicas preparadas para Moscú, a pesar de las preguntas de los medios.

Sí que aasegurado  que la respuesta de los miembros de la OTAN será «unánime» en cuanto a las sanciones.

Por otra parte, Biden ha insistido en el alarmismo que la propia Ucrania ha rechazado al opinar que los ciudadanos de su país que se encuentren en Ucrania -con excepción del personal diplomático- deberían abandonar el país, aunque reconoció que aún no sabe si habrá un ataque ruso.

La tensión se ha disparado en el último mes por la denuncia de Occidente de que Rusia ha movilizado más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, que ha llevado a los Gobiernos ruso y estadounidense y sus aliados a enzarzarse en una batalla propagandística y fuertes movimientos de tropas.

Moscú ha repetido en varias ocasiones que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, a la vez que exige garantías de seguridad, sobre todo el freno a la ampliación de la OTAN hacia su frontera, mientras que Washington alerta de que los rusos podrían atacar el país vecino «en cualquier momento».

La jornada de contactos diplomáticos también ha pasasdo por Kiev, con  las visitas de varios ministros de Exteriores, entre ellas la alemana Annelena Baerbock.