La construcción de un aparcabicis junto al denominado Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, erigido por el centro de Gasteiz, ha dejado al descubierto los restos del antiguo Hospital de Nuestra Señora del Cabello, así como de una calle enlosada del siglo XVI que podría pertenecer al Camino de Santiago y de lo que, a falta de confirmación, parece la antigua muralla medieval de la ciudad.
En los últimos días más de 2.000 personas han firmado una petición en la que se insta a las instituciones a dejar visibles los restos arqueológicos. Una idea descartada por la Diputación foral de Araba, que, por boca del jefe del Servicio de Museos y Arqueología, Javier Fernández, ha aseverado que que los elementos hallados «se van a conservan, bajo el parking, evidentemente».
En una rueda de prensa ofrecida en el Museo Bibat de Gasteiz, Fernández, que ha estado acompañado de la diputada foral de Cultura y Deporte, Ana del Val, ha reconocido que los elementos hallados en el subsuelo podrían tener un «considerable interés» para conocer el pasado de la capital alavesa a finales de la Edad Media e inicios de la Edad Moderna.
Pero eso no quiere decir que se vayan a detener las obras previstas por el Ayuntamiento, ya que, a su parecer, «la conservación del patrimonio no debe identificarse necesariamente con la obligación de mantener a la vista los restos, que no siempre es factible».
«No sé que se pretende. ¿Dejar a la vista esto, para que sea transitable sobre un suelo de arcilla, a dos metros de profundidad y con una zona que entra agua? Técnicamente se podrá hacer pero, sinceramente, creo que la conservación del patrimonio arqueológico pasa por otras cuestiones», ha apuntado, antes de indicar en que los restos encontrados en la calle Olaguibel «tiene un potencial de exposición físico reducido».
«Y por eso, en el momento en que comprobamos que no se iban a destruir, decimos que no merecía la pena modificar la obra, o parar la obra para dejarlo a la vista», ha añadido antes de aseverar que «a veces mitificamos la idea de dejar los restos físicos a la vista». A su parecer, «hoy en día el potencial de los medios virtuales para enseñar el patrimonio arqueológico es fundamental».
Críticas al IAA
Además, ha advertido de que «conservar el patrimonio es caro». «Y los fondos son limitados», ha indicado tras negar que hayan existido presiones para restar importancia a un descubrimiento de «notable interés par la comprensión de la historia», en opinión del Instituto Alavés de Arqueología (IAA).
Dicha entidad mostró el pasado jueves su sorpresa por el hecho de que, «en la ciudad en la que se ideó y puso en práctica el lema ‘Abierto por Obras’, nos encontremos con que las obras, financiadas con dinero público, sigan avanzando y no se muestren los resultados de las actuaciones arqueológicas a las y los propietarios de los restos y de los fondos: la ciudadanía».
«Mucho nos tenemos que estas prisas responden a una imperiosa necesidad de terminar las obras que no responden a los intereses del patrimonio», censuró. Y advirtió de que «se van a tapar los restos sin, aparentemente, valorar la posibilidad de su integración, bien en la nueva instalación o en un espacio exclusivo para ellos».
Ana del Val ha respondido visiblemente enfadada al comunicado publicado por el IAA. «Hemos escuchado con tristeza e incluso con sorpresa acusaciones que van más allá de las legitimas reivindicaciones e incluso de debates en el seno de la ciencia arqueológica, porque ponen y han puesto en tela de juicio la profesionalidad del equipo de arqueología de la Diputación foral de Araba, que se deja la piel en la conservación del patrimonio».