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La comisión lusa sobre la pederastia eclesiástica recibe 214 denuncias en un mes

La comisión que estudia los abusos sexuales a menores en la Iglesia Católica en Portugal ha recibido 214 denuncias en un mes. Las declaraciones corresponden a víctimas nacidas entre los años 1933 y 2006.

Las investigaciones se suceden por toda Europa.
Las investigaciones se suceden por toda Europa. (Sven HOPPE | AFP)

La comisión a cargo de investigar los casos de pederastia de la Iglesia católica lusa ha informado, este jueves, que ha recibido 214 denuncias durante su primer mes de funcionamiento. Las víctimas que han llamado abarcan un gran rango de edad, ya que nacieron entre los años 1933 y 2006. La comisión ha alegado que algunas acusaciones «cruzan información, lo que naturalmente refuerza la credibilidad de los testimonios».

Los testimonios pertenecen a personas originarias de «todas las regiones» de Portugal, de zonas «urbanas y rurales» y «de todos los grupos sociales y niveles de escolaridad». Además, hay testimonios de portugueses que a día de hoy residen en países como Reino Unido, EEUU, Canadá, Francia, Luxemburgo y Suiza.

«En muchas de esas declaraciones» las víctimas no solo describen lo que les pasó sino que hablan de otros afectados, «contribuyendo así a una diferencia considerable entre la cantidad de casos directamente validados y otros vistos como existentes o muy probables», ha explicado la entidad.

Asimismo, ha lamentado que los relatos «revelan sufrimiento psíquico individual, familiar y social», en ocasiones «escondido durante décadas» y «en muchos casos» esta denuncia ha sido la primera vez que han roto el silencio. «Este sufrimiento se asocia a sentimientos de vergüenza, miedo, culpa y autoexclusión, reforzando la noción de vidas en cuyos trayectos la sensación de 'estar al margen' fue una constante», ha añadido la entidad.

La comisión, creada por la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) hace un mes, tiene como finalidad estudiar los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia en Portugal desde 1950. Así, los que no hayan prescrito serán remitidos a la Justicia lusa.

Anonimato

Las denuncias se pueden realizar a través de una línea telefónica, una web y un email, que garantizan el anonimato. Sin embargo, la comisión ha reconocido que el estudio «puede no llegar a ciertas franjas de población» y ha pedido la colaboración de instituciones y entidades de derechos humanos.

Asimismo, se investigarán los casos denunciados en la prensa, en instituciones sociales y médicas y se consultarán los archivos de la propia Iglesia Católica en Portugal, aunque todavía no se ha aclarado el procedimiento. Además, los casos estudiados no se limitarán a miembros de la Iglesia, sino que también abordarán abusos cometidos por miembros laicos implicados en actividades eclesiásticas.

Por otra parte, la comisión ha anunciado que va a enviar una carta a todos los municipios lusos pidiendo que refuercen su mensaje y difundan los contactos para denunciar los abusos.

La comisión, que se autodefine como «independiente», prevé presentar las conclusiones del estudio, el primero a gran escala que se realiza en el país, en el periodo de un año.