NAIZ

100.000 vuelos vacíos para mantener las cuotas de pista a un elevado coste medioambiental

Según Greenpeace, unos 100.000 aviones vacíos de aerolíneas comerciales volarán este invierno en la Unión Europea con el único fin de no perder las cuotas de pista. Podrían llegar a generar más de dos millones de gases de efecto invernadero.

Lufthansa ha protestado contra esas cuotas. (Vincent JANNINK / AFP)
Lufthansa ha protestado contra esas cuotas. (Vincent JANNINK / AFP)

Para realizar un trayecto controlado un avión debe de solicitar un slot –una reserva de tiempo para realizar un trayecto– en el que se establezca el horario especificado. Una vez concedido el slot, los controladores aéreos le reservan el espacio aéreo durante ese turno de 15 minutos. Cada aerolínea tiene asignadas ciertas franjas horarias y, en caso de no hacer uso de ellas, se arriesga a perder esa posición de privilegio.

Esto soterra una guerra entre aerolíneas e instituciones, un conflicto agravado por la pandemia en la Unión Europea y donde la principal víctima es el cambio climático.

La aerolínea alemana Lufthansa ha liderado las quejas del sector, al asegurar la semana pasada que este invierno deberá operar 18.000 vuelos de manera innecesaria para cumplir con la norma de reserva actual del 50% y mantener sus slots, lo que considera que es, además, dañino para el medioambiente.

Greenpeace se ha hecho eco de estas cifras y las ha extrapolado al resto de compañías aéreas europeas para calcular que, a lo largo de este invierno, despegarán unos 100.000 aviones vacíos con el único de fin de mantener esas cuotas de pista.

Según las cifras del grupo ecologista, estos vuelos innecesarios podrían generar hasta 2,1 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que equivale a 1,4 millones de automóviles en un año.

Cuando comenzó la pandemia, la Comisión Europea recortó el punto de referencia para las operaciones de vuelo que las aerolíneas deben cumplir para mantener sus franjas horarias abiertas del 80% al 25%, a pesar de que durante varias semanas la movilidad en la Unión Europea estuvo completamente restringida. En diciembre Bruselas elevó el índice de referencia al 50% y en marzo, con la campaña de verano como argumento, volverá a subir al 64%.

A pesar de ello, la Comisión Europea pone la pelota sobre el tejado de las aerolíneas. «No hay necesidad de mantener vuelos vacíos en el aire. La decisión de operar vuelos vacíos es una decisión comercial», ha señalado el portavoz de Salud, Seguridad Alimentaria y Transporte de la Comisión Europea, Stefan De Keersmaercker.

Conflicto entre las propias compañías

Otras compañías, como Ryanair, a pesar de anunciar que tendrá que cancelar uno de cada tres vuelos (no ha especificado si despegarán o no), se han situado al costado de la CE. «Los ciudadanos alemanes y europeos ya han rescatado a Lufthansa y sus filiales (Brussels Airlines, Swiss y Austrian) con millones en ayuda estatal. Por ello, la aerolínea tendría que poner a la venta las plazas de estos vuelos a precios económicos para recompensar a los contribuyentes», ha sostenido en un comunicado el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary.

A Lufthansa, dice, «le encanta justificar sus intenciones» con el argumento medioambiental pero, «en realidad, está haciendo todo lo posible para proteger sus slots» y «bloquear la competencia» que plantean las aerolíneas de vuelos económicos en «grandes aeropuertos centrales».

De hecho, la aerolínea irlandesa ha reclamado a Europa que obligue a Lufthansa y a otras aerolíneas subvencionadas por los estados a liberar los slots que no desean utilizar «para que los ‘cazafantasmas’ que apuestan por tarifas bajas como Ryanair, entre otros, puedan ofrecer opciones y tarifas más económicas en estos aeropuertos centrales».