El Plan de Residuos 2030 elaborado por el Gobierno de Lakua y que la consejera Arantxa Tapia ha presentado este martes en el Parlamento de Gasteiz se plantea como retos adaptar la situación de los residuos a la nueva normativa europea, mejorar los resultados de reciclaje y solucionar el problema de los vertidos e impulsar la creación de un mercado estable y seguro de materiales secundarios. Prevé una inversión de cien millones de euros de dinero público en los próximos años.
Tapia ha señalado que están trabajando con las diputaciones para establecer cánones de vertido e incineración con el objetivo de que «quien contamine pague». En este sentido, ha subrayado que estos impuestos y el que grava los áridos deberían tener carácter finalista para financiar los objetivos de este plan, lo que se logró en el acuerdo sobre las resoluciones consensuado entre PNV, PSE y EH Bildu.
Frente a ello, Mikel Otero, portavoz de EH Bildu, ha cuestionado la ambición del plan, constatando que el anterior no cumplió con los objetivos que se fijó. De este modo, ha recordado que se planteó alcanzar un 95% en el reciclaje de los lodos papeleros y se ha quedado en el 34%, mientras que los objetivos de las escorias no férricas eran del 50% y se han quedado en 5%. En el ámbito de los biorresiduos el objetivo era el 60% y se ha quedado en el 25% en el conjunto de la CAV con unas tasas en Bizkaia del 8%.
En este sentido, ha puesto el acento en que el plan no ha sido vinculante y ha alertado de que se ha permitido que algunos agentes no desarrollen las acciones que debían haber cumplido. Así, ha recordado que el clúster de papel ha reclamado que la opción del vertedero debe quedar abierta. Ha subrayado que en el tema de los residuos industriales «estamos con la soga al cuello» en un escenario de altísima generación de residuos y ha lamentado que el plan venga con retraso.
En cualquier caso, Otero ha valorado que el equipo de Tapia haya llevado el plan al Parlamento para que pueda recibir las aportaciones de los grupos.
David Soto, de Elkarrekin Podemos-IU, ha reclamado también que se establezcan controles adecuados y ha valorado positivamente que se fijen cánones de vertidos e incineración. Junto a ello, ha mostrado su preocupación por el incremento de la incineración que contempla el plan.
Alberto Alonso, del PSE, ha subrayado que este plan entronca con la creciente preocupación medioambiental de la sociedad, mientras que María Eugenia Arrizabalaga ha mostrado su confianza en que la labor de Lakua será adecuada, pidiéndoles que cuiden el medio ambiente y la competitividad de las empresas.
Muriel Larrea (PP+Cs) ha valorado positivamente que se tenga en cuenta la colaboración público-privada, mientras que Amaia Martínez (Vox) se ha mostrado preocupada porque las empresas tengan que pagar tasas.
Acuerdo para la gestión vasca del impuesto
PNV y PSE han aceptado la propuesta de EH Bildu al respecto, a fin de que Lakua solicite que la gestión de ese nuevo impuesto quede en manos de las instituciones vascas Otero ha destacado la importancia del acuerdo porque contempla la gestión directa del impuesto y que los fondos obtenidos a través del mismo se destinen a financiar acciones para la mejora del tratamiento de los residuos. Además, el acuerdo contempla asimismo la posibilidad de fijar tipos impositivos superiores y la puesta en marcha de otras herramientas fiscales que sean eficaces para el cumplimiento de los objetivos del Plan de Gestión de Residuos de Lakua.
Otero se ha mostrado satisfecho porque PNV y PSE han accedido a acordar el 60% de las propuestas originales de EH Bildu. Entre otras cuestiones, los socios de gobierno se han comprometido a reforzar la inspección y ampliar las ayudas a empresas y entidades locales para el cumplimiento de los objetivos del plan.