No es costumbre de EA celebrar congresos tranquilos, al menos desde que en 1999 Carlos Garaikoetxea dejó oficialmente de dirigirlo. Los V, VI y VII congresos estuvieron marcados por pugnas internas sobre el grado de relación con el PNV, y a cada uno de ellos se llegaba con dos o hasta tres sectores que entrecruzaban alianzas. En 2007 EA decidió romper con los jeltzales y apostar por un polo soberanista. En las elecciones de 2009, a las que se presentó en solitario, los resultados fueron malos y los críticos de entonces, liderados por Iñaki Galdós, se marcharon del partido llevándose sus cargos institucionales, acusando a la dirección de falta de transparencia y democracia. Se definieron como «la corriente más leal con el proyecto fundacional» de EA, crearon Hamaika Bat (H1!) y luego desaparecieron.

EA apostó con valentía por el acuerdo Lortu Arte con la izquierda abertzale todavía ilegalizada, a la que luego se sumó Alternatiba. Fundaron Amaiur primero, Bildu después y EH Bildu finalmente. A fin de cuentas eran lo mismo, el «polo soberanista» previsto en 2007. Fue un gesto arriesgado, pero tuvo su recompensa en las elecciones de 2011.

En la medida en que EH Bildu fue estructurándose, sectores de EA dijeron empezar a sentirse incómodos. Y así, tras varias asambleas divididas, en las que por primera vez las tesis de Carlos Garaikoetxea no fueron las mayoritarias, se llegó al XII Congreso de Donostia de 2017, donde la forma de estar EA en EH Bildu fue el eje de debate.

En lo teórico, con una formulación abierta de varias lecturas, se alcanzó un acuerdo entre Pello Urizar, secretario general, y Maiorga Ramírez, aspirante a sustituirlo. Pero ese acuerdo no llegó a las listas para los órganos de dirección. Hubo votación y ganó Pello Urizar por un 52,4% frente al 47,6% de Maiorga Ramírez. Por contra, en los posteriores congresos regionales, los críticos ganaron en Gipuzkoa, Araba y Nafarroa, constituyendo los órganos de dirección de estas provincias.

Al XIII Congreso que EA celebra hoy y mañana, con una combinación de debates y votaciones telemáticas primero y un acto público final en el Palacio Europa Gasteiz, se llega con aquella misma controversia sobre EH Bildu abierta y ampliada, pero con el agravante de un ambiente interno enconado hasta el extremo por acusaciones públicas muy graves, demandas judiciales entrecruzadas y la conclusión de un expediente sancionador, tramitado a instancia de dos afiliados, con resultado de suspensión de militancia por cuatro años de los principales líderes críticos.

¿Una lista o dos?

Este XIII Congreso arranca hoy a las 9.30 de la mañana con la constitución de la mesa y el debate y votación de las enmiendas presentadas a la ponencia política y la de estatutos, y por la tarde se votarán ambas en su globalidad.

El domingo por la mañana se elegirán los miembros del Comité de Garantías, de la Asamblea Nacional, del Consejo y de la Ejecutiva. Y si se aprueba la ponencia de Estatutos, se votará también la Secretaría General del partido.

De momento, la actual secretaria general, Eba Blanco, ya ha anunciado que se presentará a la reelección. En cuanto al sector crítico, la pasada semana afirmaron ante los medios que se presentarían en caso de que se dieran las condiciones democráticas para la elección. Para hoy se anuncia una rueda de prensa en la que podrían anunciar su decisión final. De momento, no han cesado de denunciar irregularidades que la Ejecutiva ha desmentido una a una.

¿Dentro o fuera de EH Bildu?

El debate sobre la posición de EA en EH Bildu se ha esclarecido desde el anterior congreso de 2017. La ponencia oficial ‘Elkar Zainduz’ recoge que «EH Bildu es la herramienta que en la actualidad mejor puede ayudar a EA a lograr la materialización del artículo 1 de sus estatutos». Considera que su aportación a EH Bildu «es fundamental» y entiende que «deben realizarse cambios en los estatutos y en la organización, respetando siempre los valores iniciales de EA, a fin de que nuestro partido haga la mejor aportación posible a EH Bildu».

Por su parte, el sector crítico ha presentado una enmienda a la totalidad a esta ponencia que aboga por «un retorno inequívoco a la independencia de cada partido, al menos de EA, para su funcionamiento, decisiones electorales y acuerdos». Se ven «desfigurados y absorbidos» por un «partido-coalición» a la medida de Sortu.

Habrá que ver cómo se resuelve esta controversia y si se llega o no a la votación entre dos listas. Pero todo indica que, sea cual sea el resultado, EA va a quedar definitivamente partido. Las posiciones políticas y también personales hace tiempo que no son fácilmente reconciliables y la continuidad en común va a ser muy difícil.