Bilboko Konpartsak ha puesto este fin de semana la semilla de un carnaval que no tardará en germinar, a modo de pistoletazo de salida a las «ganas de fiesta», que ya se han dejado sentir este domingo con el concurso de ponche y tostadas en la Plaza Nueva y la fiesta del sábado noche, en el VII Concurso de Coplillas en Kafe Antzokia.

El primer acto de «los recuperados Carnavales de Bilbo» reunió, según han destacado los organizadores, los ingredientes indispensables de la fiesta carnavalera, «ambiente formidable« y «mucha crítica social e ironía» para abordar temas de actualidad como «la carestía de la vivienda, la discriminación del euskara y la cultura vasca y la guerra y el militarismo», entre otros.

Altxa Porrue, con su “Altxaporrueira” adaptación de las «euskal Tanxugueiras» con mucho «aire a Maurizia», fue la «revelación» de la jornada, junto a Hontzak y su habitual destreza en el reparto de críticas hacia «los vecinos chivatos por no llevar mascarilla, los Borbones, el Gobierno vasco y todos los partidos».

Entre los tres primeros premios estuvo también Algara, y su “Euskal Herria izoztua”, con llamamiento incluido a «descongelar el euskara» y devolverlo «al centro de la plaza».

Hubo, además, premios especiales a la animación, que recayó en Algara, y a Sin Cuartel, al mejor disfraz.

Juicio, mercado y conciertos, tras las tostadas

El programa de carnaval seguirá ganando intensidad los próximos días. Para el jueves por la tarde se prepara una kalejira musical y el viernes se celebrará el juicio a Farolín (el músico y profesor de filosofía Ibon Koteron) y Zaranbolas (la actriz Gemma Martinez), antesala de la fiesta del sábado, una jornada que reunirá mercado, música callejera y conciertos.

Será el momento del esperado desfile de carnaval. Este año, por cierto, cambia de sentido. Partirá del Palacio Foral en dirección al Arenal, pasando por la Plaza Circular.

El domingo, el grupo de danzas Gaztedi ofrecerá la Maskarada de Zuberoa, y el lunes será el turno de la Banda Municipal de Música, Txirri , Mirri y Txiribiton y el cabaret Bataklan, antes de cerrar la fiesta el martes, con la actuación de la Banda Municipal de Txistularis y la quema de la sardina al anochecer.

La invitación a la fiesta va acompañada de un llamamiento al «cuidado mutuo» en las distancias cortas.