El Ayuntamiento de Samaniego ha inaugurado este domingo el Parque de la Memoria, situado en el término La Custiera de la localidad. En el acto celebrado al mediodía, además de descubrir una placa, se ha rendido homenaje a todas las personas represaliadas de la cuadrilla de Rioja Alavesa.

Tal y como han detallado Vicente Ruiz Sanez de Samaniego y Patricia Larrea Garcia, miembros del Gobierno municipal de la localidad, «todavía hoy es difícil saber la verdadera dimensión de las consecuencias que tuvo en nuestra comarca la represión franquista desatada tras el golpe militar del 18 de julio de 1936».

No en vano, aunque no hubo frente de guerra como tal, vecinos y vecinas la sufrieron la represión en sus diferentes expresiones: fusilamientos extrajudiciales, juicios sumarísimos, cárcel, multas, batallones de trabajo, exilio…

«Hoy podemos decir alto y claro que su crimen fue participar en organizaciones de izquierda y republicanas. A veces ni eso… Su crimen fue simplemente soñar con un mundo más justo. Hoy queremos recordarles a todos y a todas. Pero también queremos decir alto y claro que no cejaremos en nuestro empeño por seguir trabajando por la memoria, pero también por la justicia y la reparación a todas las víctimas de la represión franquista», han manifestado.

Y han puesto el acento en las mujeres, «tantas veces olvidadas, pero que fueron víctimas de un doble proceso represivo durante la dictadura franquista. Perseguidas, encarceladas, torturadas y asesinadas, del mismo modo que los hombres, pero a la vez también fueron víctimas de una violencia específica por su condición de mujeres».

Cuántas víctimas

Tal y como han expuesto, a día de hoy no hay una cifra exacta de las personas fusiladas en la cuadrilla de Rioja Alavesa. Según los datos recogidos por José Antonio y Luis Martinez Mendiluze, un total de 27 personas fueron ejecutadas por los fascistas, a las que hay que sumar otros dos vecinos de Bastida ejecutados fuera de Araba.

Años más tarde, según los datos recogidos por Txema Flores e Iñaki Gil Basterra, el número de vecinos muertos se eleva a 33, a los que hay que añadir otras cinco personas sin identificar halladas en Guardia y otras ocho en Bastida. Por su parte, Javier Gómez Calvo fija en 34 el número de personas fusiladas, paseadas y ejecutadas en Araba por los sublevados entre 1936 y 1945. A ellos suma otras 22 personas de otras provincias muertas o enterradas en Araba.

En el acto han recordado el pasado republicano de Samaniego, «donde las candidaturas a esa filiación conseguían en todas las elecciones ganar por holgadas mayorías. Es por ello que la represión franquista cayó sobre las personas de esa ideología».