En el Valencia están dispuestos a poner toda la carne en el asador para doblegar al Athletic el próximo miércoles en Mestalla. Las aguas bajan revueltas en el ámbito institucional del club desde hace tiempo por desavenencias de la afición con los dueños.
Asimismo, el conjunto ché no ha ganado ningún partido de Liga este 2022, aunque ha superado las rondas de Copa. Disponen de una plantilla con buenos jugadores ofensivos como Soler, el portugués Guedes, Hugo Duro y Bryan Gil. Sin embargo, para ser un equipo de Bordalás -un técnico que siempre ha primado el orden defensivo en su carrera-, ha encajado la friolera de 42 goles en 25 partidos. Tras el Levante, es el segundo equipo que más goles ha recibido en Liga empatado con el Alavés.
Una de las soluciones que se baraja en Valencia para detener esa sangría es recuperar la defensa de tres centrales que utilizó al inicio de la temporada. En ese sentido, el regreso de Gabriel Paulista después de tres meses lesionado sería clave. El central brasileño entró en la convocatoria de la última jornada y espera tener minutos este fin de semana en Mallorca. El objetivo es, al igual que con Nico Williams en el Athletic, estar en disposición de jugar la semifinal. La presencia de Gayá también está en duda. Se lesionó ante el Barça el domingo, pero no tiene una lesión grave y no quiere perderse el choque.
La goleada recibida en la última jornada ante el Barcelona en Mestalla (1-4) ha hecho daño y, según ha trascendido, la plantilla mantuvo una reunión sin la presencia del cuerpo técnico para conjurarse y cerrar la crisis. Bordalás dijo tras la derrota que al equipo no le daba para pelear con los equipos de arriba de la clasificación.
En la ida se habló demasiado en Bilbo sobre la permisividad del árbitro y las pérdidas de tiempo del Valencia. Después fueron los quejas sobre el mayor tiempo de recuperación que tendrán los locales que han sido atendidas en parte, aunque el problema para el Athletic sigue siendo el mismo al tener tan solo 72 horas para preparar una cita trascendental. Esos debates han encendido al entorno de un Valencia que ha hecho un llamamiento para engalanar el estadio frente a los rojiblancos y ha pedido que se amplíe el aforo al 100%.
La inestabilidad existente en el Valencia y las dudas por los últimos malos resultados pueden ser una baza a favor del Athletic en una semifinal que deberá afrontar como una eliminatoria. El que gane pasa a la final y, en caso de empate, se decidirá a los penaltis.