La Agencia Vasca del Agua-URA ha abierto un expediente administrativo de denuncia a empresas adjudicatarias de las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) por varios vertidos de aguas residuales detectados el pasado mes de enero en el río Zumelegi, en la zona de Elorrio, que en algunos casos motivaron incluso la intervención de la Ertzaintza.

La apertura de esta investigación podría derivar en un expediente sancionador «por presunta infracción de la legislación sectorial», según informa la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en una respuesta por escrito a una pregunta parlamentaria presentada por EH Bildu.

En su respuesta, recogida por Europa Press, Tapia indica que el primer vertido en el río Zumelegi fue detectado por URA el pasado 18 de enero. En una inspección rutinaria, técnicos de la Agencia Vasca del Agua comprobaron que este río «presentaba una coloración grisácea y una gran cantidad de sólidos en suspensión».

En la inspección realizada se pudo constatar que el vertido procedía del arroyo Kortazar, tributario del Zumelegi, y más concretamente –según se indica en la respuesta de Tapia– de las obras que desarrolla la Unión Temporal de Empresas (UTE) del Sector 3 de la Línea de Alta Velocidad (LAV).

Episodios similares se registraron los días 19, 20 y 21 de enero, y en alguno de ellos se llegó a requerir incluso la presencia de la Ertzaintza, según se recoge en la documentación aportada por la consejera en su respuesta a EH Bildu.

La agencia URA contactó telefónicamente con responsables de la UTE Sector 3, para transmitirles «la necesidad de cesar el vertido de aguas residuales en tanto en cuanto no se cumplieran» los valores límite de exposición establecidos en la autorización de vertido.

Con fecha 24 de enero, URA abrió un expediente administrativo de denuncia, dentro del cual, con fecha 26 de enero de 2022 se remitió un requerimiento a la UTE Sector 3, solicitando «un informe detallado de los acontecimientos ocurridos», incluyendo los registros de los caudales tratados, el pH y la turbidez del efluente de la depuradora de la zona desde el 1 de enero de 2022.

A su vez, se solicitó a las empresas información sobre «las medidas correctoras que se hayan implementado o se fueran a implementar para evitar que episodios similares pudieran volver a producirse, incluyendo los plazos de ejecución previstos».