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Reivindican el papel de la mujer y el cooperativismo en la agricultura y la ganadería

Mujeres cooperativistas han reivindicado este miércoles en el Parlamento de Nafarroa el papel fundamental que desempeñan la mujer y el cooperativismo en la agricultura y la ganadería, un sector que mañana reivindicará con una huelga que el campo es «imprescindible» para la sociedad.

Una explotación ganadera de Barrundia. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)
Una explotación ganadera de Barrundia. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

Itxaso Iriarte, ganadera en Narbarte en una empresa familiar y vocal en la dirección de UCAN, ha afirmado que hoy en día es «prácticamente imposible» instalarse sin una base previa como en su caso y ha añadido que, aunque no ha sentido discriminación por ser mujer, el sector no es el culpable de la misma porque «la discriminación existe y abarca a toda la sociedad», que además tiene a su juicio «una visión errónea» del mismo.

En este sentido ha subrayado que el ganadero «ama a los animales» y es «el primer interesado» en su cuidado porque es su forma de vida, sea en un modelo extensivo o intensivo, a lo que ha sumado que Nafarroa tiene una de las legislaciones más estrictas del mundo, lo que «engaña al consumidor» con una «falsa sensación de seguridad» con la carne que llega de fuera y al mismo tiempo «perjudica al productor» local.

Begoña Liberal, cerealista de Orisoain y miembro de la dirección de la cooperativa de Orbaibar y del sindicato UAGN, ha pedido el desarrollo de la ley de la cadena alimentaria porque «no podemos soportar ya más costes ni competir con quien no cumple la normativa», al tiempo que ha valorado el papel de cooperativas y sindicatos para contar con un apoyo técnico y apostado por que la mujer esté en puestos de representación.

Y al respecto ha subrayado que la mujer que tiene «un papel vital para la sostenibilidad» ya que fija población y eso hace que los pueblos estén vivos, por lo que ha reclamado recursos «para conciliar» y para «estar en igualdad», como dotaciones para atender a los mayores o poder teletrabajar, recursos que ha reivindicado como un derecho del ámbito rural que también paga impuestos, y ha advertido de que si la vida en los pueblos no es atractiva, «desaparecerán».

Para Esther Burgui, cerealista en Urrotz y vicepresidenta en UCAN, no es fácil instalarse en el sector cuando «ser joven, mujer y agricultora a nivel social no está bien visto», y además tienen que adecuar por ejemplo la planificación familiar al calendario de la explotación, lo que supone una dificultad más para conseguir el necesario relevo generacional.

Estructuras de gestión y transformación digital

Tras subrayar que pertenecer a una cooperativa da garantías y tranquilidad, ha agregado que estas organizaciones son también importantes para la población cuando pueden ser las únicas empresas del pueblo, por lo que ha apostado por la presencia de la mujer en sus consejos rectores, y ha criticado que se trate a los agricultores como «asesinos del planeta» cuando «cada vez tienen más restricciones y los controles son cada vez mayores» para que el producto llegue «en condiciones óptimas» a un consumidor que «come» .

Por último, Maite Muruzábal, directora de la Fundación AN, vicepresidente de AgriFood, miembro del patronato de la Fundación Ilundain y de la Cátedra del Grupo AN en la UPNA, entre otros cargos, ha asegurado que como mujer no ha tenido la sensación de ser diferente pero sí que hay cuestiones a mejorar y es preciso hacer «más visible» el trabajo de la mujer en el sector.

Para el futuro ha aludido como inquietudes que debe afrontar el sector los cambios en las estructuras de gestión para adecuarse al relevo generacional, la transformación digital, la atomización del cooperativismo o los nuevos alimentos para atender a la población mundial, y en estos retos ha considerado que la mujer debe tener un papel destacado pero también el conjunto del sector, para el que ha reclamado presencia en los órganos donde se decide.