Iñaki  Iriondo
Cronista político

Coincidencia básica en que la escuela pública y el euskara sean ejes de la enseñanza en la CAV

Finalizado el plazo de presentación de alegaciones al borrador de acuerdo educativo, se observa una coincidencia básica entre PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU en que la escuela pública y el euskara sean los ejes de la enseñanza en la CAV.

PNV y PSE han presentado alegaciones conjuntas, aunque no está claro que quieran decir lo mismo.
PNV y PSE han presentado alegaciones conjuntas, aunque no está claro que quieran decir lo mismo. (Raúl BOGAJO | FOKU)

A las doce del mediodía de este viernes ha finalizado la presentación de alegaciones al borrador de acuerdo educativo en el Parlamento de Gasteiz, y conocidos los documentos se observa una coincidencia básica entre PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU en que la escuela pública y el euskara sean los ejes de la enseñanza en la CAV. Luego habrá que limar las diferencias que hay entre sus propuestas.

PNV y PSE han superado en la teoría las diferencias que entre ambos grupos se habían expresado en las últimas semanas y han presentado conjuntamente 42 alegaciones con las que aseguran que «refuerzan el contenido propio del borrador e inciden en el papel central de la escuela pública vasca en el conjunto del sistema educativo». La portavoz jeltzale, Leixuri Arrizabalaga, y el del PSE, José Antonio Pastor, aseguran que el acuerdo «ha sido un diálogo fructífero y un ejercicio de responsabilidad».

Contradicciones entre PNV y PSE

Sin embargo, en sus respectivas ruedas de prensa, se han mostrado ya algunas contradicciones en relación al concepto de lenguas vehiculares y el idioma que debe ser eje vertebrador. Las alegaciones firmadas por PNV y PSE recogen textualmente la «apuesta por hacer posible que la totalidad del alumnado, independientemente del origen familiar, conozca, al acabar la enseñanza obligatoria, las dos lenguas oficiales de Euskadi y tenga conocimientos, como mínimo, de una lengua extranjera. Todas ellas vehiculizarán aprendizajes para incrementar así su efectividad». A lo que añaden que el euskara será el «eje vertebrador del sistema plurilingüe».

Al parecer, el PNV entiende que decir que los tres idiomas «vehiculizarán aprendizajes» no es lo mismo que decir que «las tres son lenguas vehiculares», como ha afirmado el PSE. La parlamentaria jeltzale Leixuri Arrizabalaga, preguntada sobre la conjugación entre lo vehicular y lo vertebral, se ha remitido a que deberá concretarse durante la negociación y cuando se redacte la ley y los futuros decretos y reglamentos. Pero para José Antonio Pastor, del PSE, no hay ningún problema y asegura que «desde el punto de vista educativo se entiende perfectamente y si no pregunten a cualquier docente».

Por otro lado, el PNV aparece dispuesto a la superación de los modelos A, B y D actuales, mientras que para el PSE habrán de mantenerse durante algún tiempo con las adaptaciones necesarias. José Antonio Pastor ha asegurado que la idea figura en las alegaciones conjuntas presentadas, pero quien esto firma no lo ha encontrado.

B2 en euskara y castellano al acabar

También otros grupos han incidido en la cuestión lingüística en sus alegaciones. EH Bildu propone «un modelo plurilingüe generalizado con el euskara como eje». Su portavoz en esta materia, Ikoitz Arrese, ha declarado que el sistema de modelos A, B y D ha demostrado que no funciona, por lo que propone que el sistema garantice que al final de la enseñanza se garantice que el alumnado tiene un nivel B2 tanto en euskara como en castellano. Además, EH Bildu defiende que se busque un indicador sociolingüístico que garantice que quien menos capacitación tenga reciba más.

Elkarrekin Podemo-IU señala en su escrito que apuesta por «un modelo lingüístico plurilingüe único que supere el actual sistema fragmentado y que tenga como eje el euskara». También pretende que al finalizar la educación obligatoria se tenga un nivel B2 en euskara y castellano y un nivel B1 en la tercera lengua.

Refuerzo de la escuela pública

En cuanto a la relación entre la enseñanza pública y la privada, las alegaciones de PNV y PSE señalan que «el protagonismo» del «sistema corresponde a la escuela pública vasca, referente básico que garantiza el acceso universal a todo el alumnado y promueve la participación de todos los sectores sociales implicados. Por ello, cabe asimismo destacar la responsabilidad y el compromiso que para con ella tienen los poderes públicos, dotándole de una financiación suficiente y estable que permita desarrollar sus funciones bajo criterios de calidad y eficacia».

Ambos partidos añaden que «bajo la forma de conciertos educativos, el Gobierno Vasco sostendrá también con fondos públicos aquellos centros que no siendo de titularidad pública cumplan con los principios y objetivos establecidos por la ley, asumiendo los compromisos y obligaciones que esta les impone».

De esta forma, el Ejecutivo autonómico «determinará y realizará el seguimiento de los criterios a cumplir por los centros que reciban financiación pública, y regulará las obligaciones y el procedimiento de admisión de los prestadores del servicio educativo». Asegura que «las necesidades del alumnado se financiarán al 100% y, según criterios de equidad, mediante una política de becas y ayudas públicas que procurará una mayor ayuda a quienes se hallen en condiciones sociales más difíciles».

«Acabar con la concertación universal»

Para EH Bildu es necesario «acabar con la concertación universal» y los centros que reciban fondos públicos deberán comprometerse con la laicidad, la coeducación y no segregación por sexos, la gratuidad total e impedir la segregación social. Preguntado sobre si esto impediría la concertación con los centros religiosos, Ikoitz Arrese ha respondido que para obtener financiación pública todos los centros deben adquirir los compromisos descritos, y la propuesta de su grupo es que en cuanto a cuestiones religiosas los mínimos que impone la LOMLOE, ley orgánica aprobada por PSOE y Unidas Podemos, sean el máximo que se admita en la CAV.

Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU propone «ampliar el peso de la Escuela Pública para que a la finalización del periodo de vivencia del presente acuerdo alcance una cuota de participación en el sistema no inferior al 65%, asegurando a la vez que toda la familia que desee una plaza en una escuela pública pueda acceder a ella». Y también sostiene que «donde la red pública pueda asumir la matriculación de una zona, no se deben concertar aulas o centros que no sean necesarios»

Búsqueda de acuerdos y otras propuestas

Todos los grupos se muestran partidarios de alcanzar acuerdos y amplios consensos, pero es difícil que PP+Cs y Vox, totalmente alejados del resto de propuestas, puedan sumarse a ellos.

Más allá de eso, EH Bildu ha apostado por un acuerdo «entre cuatro» y ha concretado que debe tener tres pilares: por un lado, la nueva ley y su desarrollo programático y reglamentario; por otro, un pacto contra la segregación escolar; y, por último, una nueva planificación educativa con una reconfiguración del mapa escolar y criterios de igualdad de oportunidades.

Elkarrekin Podemos-IU, por su parte, además de las alegaciones ha propuesto que lo que salga de este trabajo no sea una mera declaración, sino un pacto de país, con un documento programático, calendario, presupuesto e instrumentos de control.

El próximo lunes se reunirá la Ponencia de Educación para ver cómo tramitar las alegaciones presentadas por los grupos políticos y los agentes y sindicatos del sector.