Ion Salgado
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Gasolina, aceite, pan... la crisis de Ucrania llega a los bolsillos vascos

La guerra de Ucrania ha disparado el precio de las materias primas y de la energía y empieza a repercutir en Euskal Herria, con los dos euros por litro de algunos carburantes como exponente más claro.

Combustible a más de dos euros en una gasolinera de Donapaleu.
Combustible a más de dos euros en una gasolinera de Donapaleu. (Bob EDME)

La invasión de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia han dado pie a una «economía de guerra» con «consecuencias severas» que se empiezan a notar en Euskal Herria. Las empresas han dado la voz de alerta, pero es en las economías domésticas donde se empieza a notar también.

Así, tanto las sociedades como los particulares ven este miércoles cómo se ha disparado el coste de los carburantes, por encima ya de los dos euros el litro de gasolina 98 en muchas estaciones de servicio (el fin de semana estaba en torno a 1,60), o el precio de la electricidad, que ha registrado su segundo máximo histórico, situándose en 472,97 euros el megavatio/hora (MWh). Y esto se dejará notar en los próximos días en los precios de los alimentos, quizás en cascada. Como dato de última hora, la flota pesquera vasca avanza que dejará de salir a faenar si Lakua no adopta medidas urgentes.

La ausencia de capturas repercutirá en las conserveras, lastradas por el aumento del coste del aceite de girasol, que se ha duplicado, pasando de 1,5 a 3 euros. No en vano, el 80% del aceite de girasol que llega al conjunto del Estado español proviene de Rusia y Ucrania. Un país que produce también una parte importante del trigo que se consume en Euskal Herria, lo que afecta al precio del pan. En algunas panaderías ya ha subido 10 céntimos el precio de una barra.

Así, no es de extrañar que el secretario general de CCOO, Unai Sordo, haya alertado de que el IPC podría llegar hasta el 10% en los próximos meses. Esto podría suponer una perdida del poder adquisitivo de los trabajadores porque, a su parecer, es «muy difícil» pactar alzas salariales de tal calibre con la patronal. «No es realista un incremento salarial en el corto plazo del 8% o del 10%», ha apuntado.

Parones en empresas

La propia CEOE ha hablado del «riesgo que para toda la economía sería entrar en una espiral de salarios-precios», y el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, ha aseverado en una entrevista radiofónica esta mañana que «la inflación va a tener unas consecuencias tremendas para todos, tanto para la industria como para cada uno de nosotros. La situación es del todo preocupante». En este sentido, conviene señalar que, según Adegi, la guerra de Ucrania ya tiene consecuencias para el 62,5% de las empresas guipuzcoanas.

Algunas grandes empresas han comenzado a tomar mediads, como Arcelor Mittal, que este martes paró la producción en la planta de Olaberria debido alza de la energía. Una decisión a la que se ha sumado la ACB de Sestao, que no reanudará la actividad este domingo, como estaba previsto, por el «insostenible» coste de la electricidad. Los responsables de la fábrica hablan de «una escalada de precios brutal».

La necesidad de tomar medidas

Las instituciones han puesto sobre la mesa la necesidad de tomar medidas para hacer frente a esta situación, proponiendo ideas dispares. Europa ha pedido a los ciudadanos, por boca de Josep Borrell, que «bajen la calefacción en sus casas»; Madrid no descarta la posibilidad de establecer topes a los precios en el mercado mayorista de la electricidad; y Lakua aboga por acelerar la puesta en marcha de proyectos eólicos y de hidrógeno.

La oposición en el Parlamento de Gasteiz también ha presentado sus propuestas, entre las que figura la creación de un bono para compensar la subida de la factura del gas en las calderas comunitarias, planteada por EH Bildu. Este bono se determinaría en función de las rentas familiares y tendría un carácter retroactivo a 1 de octubre de 2021.

Elkarrekin Podemos-IU, por su parte, ha presentado en una proposición de ley en la que solicita la creación de una empresa pública de energía, Energi Berri, para acabar con el «clientelismo y el oligopolio». «La política energética del Gobierno Vasco ha servido para que Iberdrola bata año tras año récord de beneficios, mientras hogares e industria cada vez estamos con récord en las facturas de la luz», ha criticado David Soto.

La propuesta se debatirá este jueves en la Cámara autonómica, y cuenta con el criterio desfavorable del Gabinete de Iñigo Urkullu, que esgrime la existencia del Ente Vasco de la Energía (EVE) para rechazar la propuesta. Curiosamente este miércoles el director general del EVE, Iñigo Ansola, ha hecho hincapié en la necesidad de adoptar medidas urgentes para reducir «drásticamente» los precios de la energía, «inasequibles» tanto para la industria como para el consumidor doméstico.