Coincidiendo con el aniversario del referéndum sobre la OTAN, que fue rechazado en Euskal Herria, activistas de la Koordinadora Antimilitarista Kakitzat han denunciado ante la sede central del PNV, en Bilbo, «la pandemia del virus del militarismo, los recortes sociales y el despilfarro del gasto militar».
Fue hace 36 años, el 12 de marzo 1986, cuando en torno a 2 de cada tres personas votaron en contra de la OTAN en Hego Euskal Herria. El triunfo del ‘No’ en la CAV fue con un 64% de los votos frente al 33% del ‘Sí’. En Nafarroa, el voto contrario fue del 58% frente al 40% de los apoyos.
Pasados los años, los antimilitaristas han señalado con la protesta de hoy a los «señores de la guerra que con Label Vasco hace 36 años pidieron la incorporación en las estructuras de la OTAN y, en la actualidad, aprueban destinar 22.000 millones de euros al gasto militar estatal o que el Gobierno Vasco subvencione con 100 millones de euros la industria de la guerra vasca».
Señalan que «la guerra nunca ha sido una solución» a los conflictos sino «el triunfo de la sinrazón», y han recordado que en los conflictos bélicos a población civil es utilizada como objetivo militar indiscriminado.
«Con la excusa de la seguridad se está dando un alarmante incremento del gasto militar en detrimento de otras partidas presupuestarias destinadas a problemas sociales tan graves como el paro, la atención sanitaria, la pobreza y la carestía de la vivienda. Con estas medidas los únicos beneficiados son la industria armamentística pues se ha dado un notable desarrollo en la fabricación y exportación de armas todo ello en perjuicio de la población civil y sus necesidades básicas», han denunciado.
Además, han recordado a todas aquellas personas damnificadas por los actuales conflictos bélicos; y a las decenas personas objetoras que han sido detenidas en Ucrania y Rusia, en contra de su reclutamiento forzoso.
Ante la guerra en Ucrania han exigido una desescalada bélica y armamentística de todos los «señores de la guerra implicados»: «Los últimos acontecimientos demuestran que es más necesario que nunca una sociedad desmilitarizada donde no tenga cabida organizaciones militaristas como la OTAN».