El ultraderechista Éric Zemmour ha perdido el juicio, y no me refiero a su salud mental, que siempre fue pésima, sino a la demanda judicial del mundo del cine francófono a la que se enfrentaba. Supongo que pagar una multa de 70.000 euros no le va a amedrentar, ya que es un habitual de los tribunales y se pasa la vida indemnizando a la inmigración por los insultos y delitos de odio que les dedica constantemente. Esa es la cantidad total, que está muy democráticamente repartida, entre las productoras Gaumont y EuropaCorp, el guionista Juan Mayorga, el director François Ozon, el documentalista Alain Brunard y la representación legal de las familias de los ya fallecidos Marcel Carné y Jacques Prévert.

Es una lista muy larga, pero es que este hombre cuando se pone a ofender no se queda corto. Resulta que para su anuncio de la campaña electoral a las presidenciales había utilizado fragmentos de películas sin permiso, entre las que estaban ‘Dans la maison’ (2012), ‘Louis Pasteur, portrait d’un vissionaire’ (2011), ‘Jeanne D’Arc’ (1999), ‘Un singe en hiver’ (1962) o ‘Le quai des brumes’ (1938). Ozon y Mayorga, por ejemplo, como adaptador y autor de la obra ‘En la casa’, se han quejado públicamente de que su creación haya sido utilizada en nombre de una ideología que es la suya, manipulando las imágenes con una intención totalmente diferente para las que fueron pensadas.