La ONU ha alertado de que Yemen está «al borde de una catátrofe» con 17,4 millones de personas necesitadas de ayuda alimentaria. La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) han indicado que la situación humanitaria «empeorará» entre junio y diciembre de 2022, cuando la cifra de personas que necesitan ayuda alimentaria podría alcanzar un récord de 19 millones.
Asimismo, han resaltado que se espera que otros 1,6 millones de personas caigan en niveles de emergencias por hambre, lo que elevaría a 7,3 millones el total de personas en esta situación a final de año, según datos derivados de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC).
El informe sobre la IPC en Yemen revela «un persistente alto nivel de desnutrición aguda entre niños de menos de cinco años», con 2,2 millones en situación de desnutrición, incluido más de medio millón que sufre desnutrición severa, una situación que amenaza con su muerte. Asimismo, 1,3 millones de mujeres embarazadas o lactantes están desnutridas.
«El nuevo análisis de la IPC confirma el deterioro de la seguridad alimentaria en Yemen. La conclusión clara es que tenemos que actuar ahora», ha dicho el coordinador humanitario para Yemen, David Gressly. «Necesitamos mantener la respuesta humanitaria integrada para millones de personas, incluidos alimentos y apoyo nutricional, agua potable, sanidad básica, protección y otras necesidades», ha explicado.
«Es necesaria la paz para poner fin al declive, pero podemos lograr progresos ahora. Las partes en conflicto deben retirar todas las restricciones al comercio y la inversión para bienes no sancionados. Esto ayudará a rebajar los precios de la comida y activar la economía, dando a la gente la dignidad de un trabajo y un camino para alejarse de la dependencia de la ayuda», ha añadido.
Naciones Unidas ha recalcado que el conflicto sigue siendo la principal causa del hambre en Yemen, mientras que la crisis económica, impulsada por la guerra y la depreciación de la moneda yemení, llevaron en 2021 los precios a sus niveles más altos desde 2015, algo que podría verse acentuado por la guerra en Ucrania, dado que Yemen depende de la importación de alimentos, con un 30 por ciento de la importación de trigo desde el país europeo.
«Muchos hogares en Yemen no cuentan con una cobertura de sus necesidades básicas de comida debido a una serie de factores», ha dicho el director general de la FAO, Qu Dongyu. «La FAO trabaja directamente con agricultores sobre el terreno para impulsar su resiliencia a través de una combinación de apoyo de emergencia y a largo plazo», ha señalado.
Niveles catastróficos de hambre
En este contexto, la ONU ha alertado de que el número de personas que experimenta niveles catastróficos de hambre, lo que equivale a condiciones de hambruna, podría multiplicarse por cinco en la segunda mitad de 2022, pasando de 31.000 a 161.000.
«Estas cifras desgarradoras confirman que estamos en una cuenta atrás hacia una catástrofe en Yemen y que estamos ya casi sin tiempo para evitarla», ha advertido el director ejecutivo del PMA, David Beasley. «A menos que recibamos inmediatamente una financiación nueva y sustancial, habrá una hambruna masiva», ha dicho.
«Si actuamos ahora, aún hay una oportunidad de evitar un desastre inminente y salvar a millones de personas», ha reseñado. El PMA tuvo que recortar las raciones de alimentos a ocho millones de personas a principios de año debido a la falta de financiación.
De esta forma, los hogares reciben cerca de la mitad del estándar mínimo de la cesta de alimentos del PMA, mientras que cinco millones de personas en riesgo inmediato de caer en condiciones de hambruna han continuado recibiendo sus raciones completas.
Por otra parte, la desnutrición aguda entre niños y madres sigue en aumento, con las provincias de Hajja, Hodeida y Taiz como las más afectadas. «Más y más niños se van a la cama con hambre en Yemen», ha apuntado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
«Esto les pone un mayor riesgo de una deficiencia física o cognitiva, e incluso la muerte. El sufrimiento de los niños en Yemen no puede ser pasado por alto. Hay vidas en juego», ha recalcado. El país sufre una de las peores crisis alimentarias del mundo.
La guerra enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, liderado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por la coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán, pese a los esfuerzos internacionales de mediación.