El Eibar destituye a Ana Junyent

La entrenadora catalana, que llegaba al club en verano, deja al equipo en descenso tras haber perdido 18 partidos en 24 jornadas. Mañana se conocerá a su sustituto.

Ana Junyent dirige a sus jugadoras durante un entrenamiento.
Ana Junyent dirige a sus jugadoras durante un entrenamiento. (Aritz Loiola | Foku)

El Eibar llega a la recta final de la temporada con el agua a cuello y el club ha intentado provocar una reacción salvadora como es habitual, con un relevo en el banquillo. Ana Junyent, que llegó al club azulgrana en verano tras la inesperada decisión de éste de no renovar a Iker Dorronsoro, ha sido destituida esta noche junto a dos de sus ayudantes, Nono Pont y María Quiles.

Junyent se marcha con el equipo en la penúltima plaza, a cinco puntos de la salvación que marcan Valencia y Sporting de Huelva, tras haber encajado siete derrotas en las ocho últimas jornadas y habiendo perdido el sábado la primera, y puede que última, final de la temporada. Una dinámica tremenda dentro de una temporada que ya estaba siendo mala y que ha acabado costando el puesto a la entrenadora catalana.

Mañana se conocerá al sustituto de Junyent al frente de un equipo que tiene un reto realmente complicado por delante como consecuencia de su penosa trayectoria. No en vano es el equipo de Primera que más derrotas ha encajado, 18 en 24 jornadas. Sólo el Rayo, capaz de competir pese a su pesadilla institucional, lo ha hecho peor que las armeras, que en las seis últimas jornadas de Liga recibirán a Villarreal, Valencia –dos rivales directos– y Alavés y visitarán a Sevilla, Granadilla y Atlético con la obligación de sumarlo casi todo.

Una situación muy diferente de la que pintaba la propia entrenadora a su llegada a Ipurua. «No vamos a estar en esas posiciones (de abajo), así que no me quiero preocupar. Vamos a dar mucho que hablar, mucha guerra, no vamos a estar sufriendo», aseguró en su presentación. La victoria en la primera jornada, el juego atractivo que intentaba su equipo... hicieron pensar que Junyent tenía razón pero los resultados no tardaron en contrariarle y han acabado costándole el puesto.

Si es la solución que realmente necesitaba el equipo, el club ha tardado demasiado en tomar la decisión, con el margen de error totalmente agotado. Pero la imagen de impotencia que ofreció el equipo el sábado frente al Sporting, las nada habituales críticas de aficionados a la entrenadora durante y después del partido y la sensación de que ésta se encontraba ya sobrepasada por la situación, han acabado provocando el movimiento de la directiva. El nuevo técnico, al menos, tendrá casi dos semanas para intentar revivir al equipo antes de su próximo compromiso.