Ane  Urkiri
NAIZeko zuzendaria / Directora de NAIZ
Elkarrizketa
María Vicente
Atleta

«Sigo pidiendo calma; sigo siendo una promesa pero también con presente»

María Vicente (Hospitalet de Llobregat, 2001) llegó a Donostia hace dos años para entrenar con Ramón Cid. Tras varios años en el CAR de Sant Cugat, «necesitaba cambiar de aires» y optó por la ciudad guipuzcoana. Afirma que se siente «muy a gusto» y «contenta por el cambio». 

María Vicente en el Miniestadio de Anoeta.
María Vicente en el Miniestadio de Anoeta. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Encontramos a María Vicente «un poco triste y desanimada» porque justo este fin de semana se ha disputado el Mundial de atletismo y no ha podido acudir por una lesión que le tendrá apartada de las pistas durante ocho semanas –ya han pasado dos–. Sufre una rotura muscular-tendinosa en el recto anterior del muslo izquierdo, producida en el World Tour Indoor, una semana después de proclamarse campeona de España de pentatlón con récord estatal incluido (4.852 puntos), la tercera vez que mejora su propia marca.

Asumido que tendrá que estar un poco quieta durante las próximas semanas, está «con ganas de empezar a recuperar» para poder preparar el verano, la temporada de aire libre. Empezó de casualidad en el atletismo, tras la insistencia de su madre –que luego ejerció de entrenadora y jueza en el atletismo– y Vicente, que también es plusmarquista en heptatlón (6.304 puntos), debutante en unos Juegos Olímpicos con 20 años, campeona mundial sub18, afirma que «le debo todo a ella».

Pensaba que la lesión no era para tanto pero se volvió «una pesadilla».

Sí, me han dicho que tienen que pasar unas ocho semanas para volver a entrenar con normalidad. Dije al principio que no era nada porque lamentablemente me he roto muchas veces los isquios y lo que noté no era eso, por eso estaba tranquila. Cuando me vieron los médicos ya me dijeron que sí que había sido una rotura.

Estaba en plena forma. 

Sí, sin duda. Este año he tenido bastantes cositas, pequeñas, pero que han ido sumando y sí es cierto que al Campeonato de España llegué completamente bien. Se reflejó en las marcas y creo que estaba en un muy buen estado de forma para luchar por todo en el Mundial. Son cosas que pasan, hay que cambiar el chip rápido y pensar en la temporada de aire libre porque tenemos muchas competiciones por delante. 

Ha mencionado la temporada de aire libre. ¿Con qué objetivos llegará?

Lo primero y el principal es recuperarme, entrenar bien para que en las competiciones no tenga nada de miedo de volver a recaer y que esté todo completamente cerrado. Como no sé cuándo volveré a estar en ese estado de forma, no sé ponerme unos objetivos. Tengo ya la mínima para el Europeo, allí sí que quiero intentar llegar al 100% y si me da tiempo a hacer alguna combinada para intentar hacer la mínima para el Mundial, también. Veremos si intento hacer alguna prueba suelta o no, no sé… Yo creo que esto es soñar sin saber así que lo principal es recuperarse. 

Campeona de España en pentatlón, bate el récord por tercera vez. ¿Cómo recuerda los últimos metros en los 800 metros?

Sabía que Claudia [Conte] iba a salir a correr pero no tanto como suele salir ella, porque ya lo habíamos hablado. Intenté pegarme a ella lo máximo que pudiera y no dejarla escapar. Sí es cierto que la última vuelta me pesó un poquito más (se ríe) pero tenía mucha confianza, sabía que estaba haciendo bien, había pasado las tres primeras vueltas a ritmo y quería luchar hasta el final para revalidar el título, el récord de España y una buena posición de cara al Mundial. 

«Mi madre me ha criado, me ha cuidado, me ha inculcado ser quién soy y es quien me ha metido en el mundo del atletismo. Se lo debo todo a ella»

Tras más de cinco horas de competición, termina la última prueba de 800 metros y dedica el triunfo a su madre. 

Se me vino a la cabeza mi madre porque siempre ha estado apoyando, yo sé que le hubiese gustado estar allí, pero Ourense está muy lejos de Barcelona, el viaje no era bueno, además la competición era el viernes… Se le hizo complicado. Fue lo primero que me salió y fue muy bonito. 

¿Es su referente? 

Sí, sin duda. Mi madre me ha criado, me ha cuidado, me ha inculcado ser quién soy y es quien me ha metido en el mundo del atletismo. Se lo debo todo a ella. 

Pedía calma con 18 años pero es que sigue ganando… 

(Se ríe) Sigo pidiendo calma pero sí es cierto que los objetivos ahora son diferentes que con 18 años. Sigo siendo una promesa pero con presente también. El trabajo que estamos haciendo es muy bueno, de cara al futuro tengo más esperanzas para conseguir lo que todo deportista desea. Creo que vamos en el buen camino y estoy muy contenta de estar aquí. 

Es campeona de España en pentatlón, tiene las mejores marcas estatales en las combinadas… ¿Siente presión?

No siento presión. Sé que hay mucha gente que habla, que me apoya, que me anima y no lo siento como una presión de que debo hacerlo bien porque me están mirando, sino que todo lo contrario. Si ellos creen que puedo, si ellos me están animando, voy a intentarlo, voy a lucharlo porque se lo quiero dedicar a la gente de mi entorno y a los que me apoyan. 

Entre las 19 mejores del ránking mundial de pentatlón, es la única que ha nacido en el siglo XXI.

No sabía yo eso (se ríe). Las combinadas requieren años de experiencia, la mayoría de las pruebas son técnicas y hay que trabajarlas. 

Es decir, cuanto más experiencia, mejor.

Yo creo que sí. Tienes que tener en cuenta que un saltador de altura, que es una prueba técnica, entrena todos los días de la semana. Nosotros hacemos una vez cada prueba a la semana, algunas veces se repite pero no tenemos tanto bagaje en todas las pruebas. Por ello, yo creo que hacen falta años para consolidar un atleta de pruebas combinadas. 

¿Y cuál es su asignatura pendiente entre todas las pruebas?

Yo creo que la asignatura pendiente no es ninguna prueba, sino consolidar todas. Porque un día me sale una buena marca en peso, otro día en altura estoy donde debería estar, otro día en 800 metros lisos… Sí que es cierto que no acabo de meter todas en la misma combinada, y creo que es eso lo que me hace falta. Regularizar las marcas y después de eso, seguir mejorando. 

Llegó a Donostia en 2020. ¿Por qué decidió entrenar con Ramón Cid?

Yo estaba muy bien en Barcelona. Estaba cerca de casa, tenía mi grupo de entrenamiento, estaba en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, tenía todas las instalaciones a mano… A cualquier persona le gustaría tener eso pero notaba que algo podría ir mejor, necesitaba un cambio. 

¿Estaba estancada?

No, estancada tampoco porque seguía mejorando mis marcas. Era algo interno que me decía que necesitaba un cambio de aires, nuevas indicaciones, nuevas correcciones… No sé ni explicarlo pero sabía que necesitaba irme. Como Ramón había sido seleccionador nacional y sabía qué había en todos lados del Estado español, le pedí consejo, estuvimos mirando y al final me dijo: '¿Por qué no te vienes aquí? Probamos, he sido entrenador de combinadas, sabes que estoy con Teresa [Errandonea] en vallas…'. Siempre ha sido una persona de la Federación que me ha tenido en estima, que me ha cuidado y decidí probar. Total, el no ya lo tenía. Y la verdad es que está saliendo genial. 

¿Cómo siente que ha mejorado? ¿En qué aspectos?

Yo creo que he mejorado en todo, tanto deportivamente como persona. Aquí he crecido, he aprendido a vivir sola, lo que conlleva una vida. Porque yo estaba en el CAR que me lo hacían todo en casa y aquí he tenido que buscármelas yo. En el entrenamiento he consolidado la fuerza, la velocidad, todo… Y Ramón es un entrenador excelente y sabe mucho de todo, con pequeñas pinceladas vamos mejorando. Todavía nos queda pero yo creo que vamos por el buen camino. 

¿Y qué le transmite? ¿Qué le remarca?

Es que depende mucho de la prueba pero encontrar el feedback entrenador-atleta es difícil y Ramón y yo nos hemos compaginado muy bien. Con solo mirarle ya sé lo que me está diciendo, estoy muy a gusto. Le veo con muchísimas ganas, le pone todo su empeño y eso es muy bueno. Porque si tú estás al 100% en un proyecto y ves que la otra persona también, es más llevadero y más divertido. 

¿Cómo se prepara una para unas pruebas tan largas y exigentes?

Entrenamos las siete pruebas técnicas, cada uno por separado, como si fuésemos especialistas. También trabajamos en el gimnasio, como todos los demás. Y es cierto que necesitamos cierta capacidad física para aguantar los dos días de competición, en tensión. El hacer varias pruebas combinadas te va dando el saber estar, saber manejar los tiempos; cuándo conectarte, cuándo desconectar… 

«[El mundial sub18 de Nairobi] Fue un punto de inflexión de decir, si sin pensar en conseguir el oro lo he conseguido, qué puedo conseguir entrenando para ello. Esa fue mi reflexión y eso es lo que sigo pensando hoy en día»

¿Una de las cosas más positivas puede ser que si falla en una prueba puede resarcir en la siguiente? 

Es tanto positivo como negativo. Tampoco hay que obsesionarse con que he perdido 100 puntos aquí y tengo que recuperar en la siguiente, no. Mi primer entrenador me dijo que cada prueba es una final, que tienes que enfocarlo sin pensar en la anterior ni en la siguiente y es lo que intento; dar mi 100% en cada una, intentar hacer lo mejor posible para intentar sumar los máximos puntos posibles. 

¿Y mentalmente suele preparar de una forma concreta? 

Estoy trabajando con un psicólogo que me está ayudando bastante pero he tenido siempre bastante claro cuál era el camino. Es cierto que hay algunas cosas que no se saben. La mente es una prueba más, hay que entrenarla igual, no hay que tener miedo de hablarlo, de ir al psicólogo porque todo lo que tú tengas, lo puedes potenciar; igual que en el entrenamiento, tú sabes saltar vallas pero puedes entrenar para ser mejor. 

Menciona en varias entrevistas que el punto de inflexión fue el oro de Nairobi en el campeonato del mundo sub18. ¿El punto de inflexión para qué? 

Fue un punto de inflexión de decir, si sin pensar en conseguir el oro lo he conseguido, qué puedo conseguir entrenando para ello. Esa fue mi reflexión y eso es lo que sigo pensando hoy en día. Entrenamos para estar lo más arriba posible. De todas formas, sigue siendo un juego, porque yo me lo paso súper bien entrenando, vengo porque me gusta entrenar, compito porque me gusta y el día que empiece a pasarlo mal y a sentir angustia, no voy a estar aquí. 

Y además debutó en los JJOO con tan solo 20 años. ¿Cómo recuerda la experiencia?

Fue brutal. No es nada como te lo imaginas. Siempre te haces películas en cabeza pero llegas allí y no tiene nada que ver. Sí que es cierto que me hubiese gustado debutar de otra manera pero solo el estar allí, la experiencia, toda la información que recabé para los siguientes, me vino muy bien. Me encantó porque además pude vivir la experiencia con mi compañera de entrenamiento de Teresa y todos los compañeros de la selección. Fue una competición especial y espero que se puedan repetir. 

¿Piensa en París?

Está lejos pero está cerca. Ya estamos terminando esta temporada de pista cubierta, queda la de aire libre, el año que viene y ya en la próxima llegan los JJOO. Si te paras en pensar en días está muy lejos pero está aquí al lado y hay que empezar a ponerse las pilas, a pensar, a entrenar y a mejorar. 

«Me da mucha pena pero es cierto que hay que saber mirar el lado positivo. Aprovecharemos para mejorar el cardio, la fuerza del tronco superior para intentar mejorar las pruebas como peso, jabalina, el 800 metros lisos…»

Tiene toda una vida por delante en el atletismo. ¿Es consciente que acaba de empezar pero tiene carrera por delante?

Sí, eso me decía Ramón cuando salimos del fisio tras lesionarme. Me dijo: 'María, es una putada, hablando mal, pero tienes 20 años, tendrás muchos Mundiales y lo que hay que hacer ahora es recuperase bien para no perderse ninguno más'. 

¿Y creer que esta lesión le puede ayudar? No sé cómo pero puede ser de ayuda… 

(Se ríe) Sí, todo pasa por algo. Me da mucha pena pero es cierto que hay que saber mirar el lado positivo. Aprovecharemos para mejorar el cardio, la fuerza del tronco superior para intentar mejorar las pruebas como peso, jabalina, el 800 metros lisos… No es que sean las peores pero sí que tengo bastante que mejorar. Habrá que centrarse en lo que se pueda porque en las combinadas tengo un montón de cosas que hacer, así que para algo servirá.