Joseba Salbador Goikoetxea

Mendi Haran, un modelo de gestión comarcal del agua

Haciendo uso del derecho foral alavés, 23 núcleos de población de la Cuadrilla de Añana gestionan su propio abastecimiento de agua a través del Consorcio de Aguas Mendi Haran.

Concejo de Lasierra, ubicado entre Pobes y Argantzon, uno de los que pertenece al Consorcio de Aguas Mendi Haran.
Concejo de Lasierra, ubicado entre Pobes y Argantzon, uno de los que pertenece al Consorcio de Aguas Mendi Haran. (Endika Portillo | FOKU)

De los acuíferos subterráneos es de donde han obtenido el agua desde tiempos inmemoriales los habitantes de la cuadrilla de Añana, mientras que su gestión la realizan también de forma tradicional los concejos y juntas administrativas de la comarca, agrupados desde el año 2003 en el Consorcio de Aguas Mendi Haran.

José María Martioda es, desde hace casi ocho años, su presidente, en representación del concejo de Paul, y nos explica que la principal razón por la que se creó este consorcio fue dar solución a la grave problemática de abastecimiento de agua que tenían muchos pueblos de la Cuadrilla, sobre todo los más pequeños, tanto en el aspecto técnico como sanitario.

Así, a partir del año 2000, se realizaron diferentes sondeos para explorar las posibilidades del acuífero que atraviesa de norte a sur todo el subsuelo de Araba, lo que permitió comenzar a utilizar nuevas fuentes de agua para abastecer a los núcleos de población que mayores problemas de agua tenían.

El Consorcio abastece desde sus sondeos y por su red de agua potable en alta a todos los depósitos de cabecera de las redes de distribución de cada una de las juntas administrativas, siendo estas últimas las que desde sus redes de distribución de agua en baja dan abastecimiento a los usuarios finales en cada localidad.

Además de los pueblos que integran el consorcio, Mendi Haran suministra también a la población de Rivabellosa (Erriberabeitia). Debido a su gran demanda de agua, sobre todo en verano –representa el 55% de toda el agua que gestiona el consorcio–, Rivabellosa supone una importante fuente de financiación para las arcas de Mendi Haran.

En cuanto a sus órganos de gobierno, el Consorcio de Aguas está formado por una asamblea –en la que están representadas todas las juntas administrativas y concejos de la cuadrilla– y por una junta de gobierno que se renueva coincidiendo con las elecciones a concejos.

Soberanía de los concejos

El Consorcio de Añana no es el único que existe en Araba. Comarcas como Aiaraldea, Arabako Errioxa o Lautada disponen también de sus respectivos consorcios, y todos ellos luchan por mantener su autonomía frente a Urbide, la entidad impulsada recientemente por la Diputación para unificar todos los consorcios comarcales.

José María Martioda defiende el modelo de gestión de estas entidades comarcales, ya que la casuística de cada una de ellas es muy diferente y la mejor forma de administrarlas es de forma autónoma. Además, se opone a que esta nueva entidad termine con uno de los pocos vestigios de soberanía con los que seguían contando los concejos alaveses gracias al derecho foral alavés.

El Consorcio de Aguas de Mendi Haran lo constituyen actualmente las juntas administrativas de Antezana de la Rivera, Anúcita, Artaza, Escota, Guinea, Hereña, Igay, Lasierra, Leciñena de Oca, Manzanos, Melledes, Paul, Pobes, Quintanilla de la Ribera, Tuyo, Villabezana, Villaluenga y Ayuntamiento de Erriberagoitia, todos ellos de la Cuadrilla de Añana, así como un representante de la Diputación de Araba.

Primeros pasos  hacia la soberanía energética

Aprovechando su experiencia en la gestión del agua para el beneficio de la comunidad, el Consorcio Mendi Haran ha dado los primeros pasos hacia la soberanía energética, creando un parque solar en el pequeño concejo de Lasierra (Erriberagoitia), que se convierte así en la primera comunidad energética local de la CAV.

Tras el cambio de la legislación europea que se produjo en 2018, el Consorcio de Aguas y el concejo de Lasierra impulsaron la colocación de paneles solares en el centro de bombeo de agua del acuífero de Lasierra, que de esta manera se autoabastece de la energía eléctrica que necesita.

Pero además, la energía generada se destina también al alumbrado público, al Ayuntamiento, a la iglesia y a los vecinos, que se benefician de una electricidad de km 0 y de un ahorro medio del 55%.

La instalación, que dispone de una potencia de 30 Kw, se compone de 76 paneles fotovoltaicos instalados en el tejado del centro de bombeo, que evitan la emisión de 30 toneladas de CO2.

Tras el éxito cosechado en Lasierra, la idea es crear más comunidades energéticas en aquellos concejos donde disponen de centros de bombeo como Pobes, Artaza, Manzanos o Tuyo.