«No hemos hablado de impuestos a grandes eléctricas, hemos hablado del modo de conseguir energía más barata y del modo en que grandes actores institucionales, como las grandes eléctricas, pueden contribuir en mucha mayor medida al confort de los consumidores». Así ha resumido la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la reunión mantenida este martes en La Moncloa entre el Ejecutivo español y las grandes compañías eléctricas.

A la cita han acudido el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el de Naturgy, Francisco Reynés; el consejero delegado de Endesa, José Bogas; el de Repsol, Josu Jon Imaz; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; y la consejera delegada de EDP, Ana Paula Marques.

Según fuentes de la Presidencia del Gobierno, Sánchez les ha informado de su reciente gira europea y de las negociaciones que se está entablando en la UE para encontrar soluciones a la actual crisis de los precios de la energía, que culminarán en el Consejo Europeo que se celebrará este jueves y viernes en Bruselas.

La reunión ha permitido intercambiar puntos de vista con las eléctricas sobre las medidas más adecuadas para abordar esta escalada de precios, así como para acelerar el proceso de descarbonización de la economía con un despliegue más rápido hacia las energías renovables, el almacenamiento, la movilidad sostenible y la eficiencia energética.

Fuentes del sector eléctrico han indicado que Sánchez ha tendido la mano a las eléctricas y que les ha dicho que les quiere como aliados para la autosuficiencia energética del Estado español y para impulsar la transición energética.

Desacoplar el gas del mercado eléctrico

Sánchez ha insistido en que hay que hacer esfuerzos para bajar los precios y, en concreto, desacoplar el precio del gas del de la electricidad en el mercado mayorista, aunque han indicado que lo que no se ha explicado es cómo hacerlo.

Madrid, que junto con Lisboa defendía la introducción de un precio tope de 180 euros/megavatio hora (MWh) en el mercado eléctrico, ha aparcado la propuesta en aras de concitar el consenso en la UE. Ribera ha dicho que lo razonable sería ver con los socios comunitarios de qué manera se puede hacer una «intervención, una decisión temporal, coyuntural», que permita paliar el efecto que tiene el gas en los precios del mercado eléctrico.

En este sentido, ha explicado que la subida de precios en el mercado mayorista es consecuencia fundamentalmente del propio diseño del mercado y no de una alteración de los precios o de los costes de generación de cada tecnología.

Para Ribera, «lo más sencillo y simple» es introducir una referencia de cuál es el precio máximo al que pueden ofertar electricidad las centrales de ciclo combinado de gas y que, en el supuesto de que esté por encima de ese coste, se haga algún ajuste posterior en el funcionamiento automático del mecanismo de casación del mercado mayorista.

Ha señalado que para hacer eso hay que solventar cuestiones técnicas, como determinar las referencias de precios del gas o la electricidad del sistema de casación, y ver qué implica que unos Estados y no todos se sumen a ese tipo de medidas.

La ministra ha dicho que, pese a las reticencias de algunas capitales ante estas propuestas, la posición de Madrid es «entendida, comprendida y respaldada» por sufrir una distorsión mayor por el gas en sus precios que otros socios de la UE debido a su aislamiento energético, derivado de su bajo nivel de interconexión con el continente.