Ibai Azparren
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Olas de calor en la región más fría: la Antártida registra temperaturas récord

Durante el pasado fin de semana, la Antártida Oriental vivió una ola de calor sin precedentes que ha conmocionado a la comunidad científica, con temperaturas de hasta 40 grados centígrados por encima de lo normal en zonas conocidas por ser las más inhóspitas de planeta tierra.

La Antártida oriental registró esa semana temperaturas de más de 35°C-40°C por encima de lo normal.
La Antártida oriental registró esa semana temperaturas de más de 35°C-40°C por encima de lo normal. (GETTY)

Un grupo de científicos posa ante la cámara en chanclas, gafas de sol y bañador, icono del verano por excelencia. Una palmera de plástico presume erguida mientras un investigador eleva un ukelele y mira a la cámara ataviado con un collar hawaiano. La imagen, compartida en redes sociales, añade un apunte en italiano: «Estación Concordia, 18 de marzo de 2022 a las 13:04. La temperatura más alta jamás registrada en la estación meteorológica alcanzó los -11,8 ºC».

Ubicada en Dome C, en la meseta antártica oriental a más 3.000 metros sobre el nivel del mar, la estación de investigación franco-italiana Concordia es una de las pocas estaciones que están en funcionamiento durante todo el año en la Antártida. En condiciones extremas, los científicos asentados allí experimentan temperaturas que pueden bajar de los –80 °C en invierno y -35°C en verano, pero el pasado viernes registró un «calor» récord de -11,5 °C en esta época del año en la que las temperaturas oscilan entre los -45°C y los -50°C.

Científicos de la estación Concordia el pasado 19 de marzo, cuando se registró el récord de temperatura en la estación meteorológica. (@EricLagade)

«Es un récord absoluto para todos los meses combinados, superando los 13,7°C bajo cero del 17 de diciembre de 2016», indicó a la agencia AFP Etienne Kapikian, de Météo-France, el Servicio Meteorológico Nacional del Estado francés. Esa cifra supone la Antártida oriental registró esa semana temperaturas de más de 35°C-40°C por encima de lo normal.

Según el Modèle Atmosphérique Régionale (MAR), cuyos datos recoge ‘The Whasington Post’, las imágenes de satélite y los modelos informáticos indican que también se produjeron nevadas, lluvias y deshielos significativos. Durante esa «ola de calor», la capa de hielo experimentó su cuarto día más lluvioso en más de cuatro décadas.

En la costa, donde el clima es más templado, el termómetro subió a 4,8°C en la base francesa de Dumont-d'Urville, estableciendo así el récord del mes de marzo más suave. En la estación australiana Casey, se alcanzaron los 5,6°C, récord también para el mes de marzo.

«Los días sin heladas son ocasionales (en Dumont d'Urville), pero nunca se habían producido después del 22 de febrero (en 1991)», señaló en Twitter Gaëtan Heymes, de Météo-France. Un día antes del récord registrado en Concordia, el científico recogía en este hilo de Twitter las temperaturas en diferentes estaciones de la Antártida:

«Esta es la época en que las temperaturas deberían bajar rápidamente, ya que el solsticio de verano se produce en diciembre», añade Jonathan Wille, investigador del Instituto de Geociencias Ambientales de Grenoble. En esta fase del año, la Antártida pierde unos 25 minutos de luz solar al día.

Los polos se calientan más rápido que la media del planeta

Jonathan Wille, investigador que estudia meteorología polar en la Univesidad Grenoble, señaló en Twitter que este episodio atmosférico está relacionado con lo que se denomina río atmosférico extremo, que transporta aire cálido y húmedo desde latitudes medias hacia polos. Pero Wille advertía de que «este evento no tiene precedentes y ha cambiado nuestras expectativas sobre el sistema climático antártico».

Aunque investigadores atribuyen este suceso atmosférico a un evento climático aleatorio, no descartan que sea otra consecuencia del cambio climático si se repite en el tiempo, ya que una de las señales más claras del calentamiento global es el aumento del número y la intensidad de las olas de calor.

Estas mediciones se produjeron al tiempo que los trabajadores del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve en Boulder, Colorado, se hacían eco de lo que sucedía en el Ártico, donde se registraron temperaturas de 30 grados más que lo normal. «Ambos polos están en estaciones opuestas. Nunca se ven los polos norte y sur derritiéndose al mismo tiempo», señaló a la agencia Associated Press el científico del centro, Walt Meier.

Según advierte la comunidad científica, los polos se están calentando incluso más rápido que la media del planeta, que ha aumentado en promedio en torno a 1,1°C desde la era preindustrial.

La ola de calor del este de la Antártida se produce cuando el hielo marino antártico alcanzó su área más pequeña registrada desde que comenzaron las mediciones satelitales en 1979 a menos de 2 millones de kilómetros cuadrados a fines de febrero, según el centro de investigación estadounidense National Snow and Ice Data Center.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmaba que en febrero de 2020 se alcanzaba un nuevo récord de temperatura máxima puntual para el continente antártico.