Un juzgado de Bilbo abrió en enero una investigación tras un vídeo en el que aparecen dos agentes de la Ertzaintza golpeando a dos jóvenes esposados durante una detención practicada el pasado verano en el barrio bilbaino de San Francisco.
En el contexto de esta información, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga solicitó al Departamento de Seguridad la última versión de la instrucción que regula las detenciones que tiene que practicar la Ertzaintza, teniendo en cuenta que «la detención tiene que practicarse de una manera regulada, desde parámetros de eficacia y protegiendo los derechos de la persona detenida».
Pero la respuesta firmada por el consejero Josu Erkoreka asegura que «las órdenes de servicio solicitadas están calificadas como ‘confidenciales’, por lo que requiere una protección en cuanto a su disponibilidad, no pudiendo ser difundidas fuera de la organización policial».
Como alternativa, y para «intentar conjugar los valores en juego con el derecho que le asiste como parlamentario», se le invita a acudir a las dependencias administrativas del Departamento de Seguridad, donde se le facilitará «la exhibición de la documentación requerida», pero se le advierte de que que debe hacerlo «sin extraer una copia de la misma».
Según ha sabido este medio, en ocasiones anteriores en los que el Departamento de Seguridad ha actuado de igual manera, no solo no se ha permitido a los parlamentarios que han acudido al mismo hacer copias de la documentación, sino ni siquiera tomar anotaciones sobre la misma.
En la respuesta al Parlamento, el consejero Josu Erkoreka basa su decisión en el artículo 11.3 del Reglamento de la Cámara autonómica. Dicho punto señala textualmente que «si por la índole de la documentación solicitada o por la normativa vigente no se pudiera facilitar copia de aquella, la Administración podrá sustituir su envío por el acceso de la parlamentaria o parlamentario a las dependencias administrativas. En tal caso, la parlamentaria o parlamentario podrá tomar las notas y obtener las copias de los documentos que estime oportunas».
Apartados del lugar
Por otra parte, el parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU Iñigo Martínez Zatón, pidió información al consejero Josu Erkoreka sobre la mencionada detención, su investigación judicial y la interna sobre los agentes que protagonizaron el «supuesto caso de brutalidad policial».
El consejero de Seguridad da cuenta de los trámites seguidos tanto internamente como ante los juzgados, donde destaca que inicialmente, al día siguiente de recibirse las citaciones judiciales, los agentes investigados designaron para su defensa abogado y procuradora, pero apenas un par de semanas después «siguiendo instrucciones de la Dirección de Régimen Jurídico, el letrado del Departamento de Seguridad designado para la defensa presenta escrito en el Juzgado comunicando la renuncia a la defensa y dirección letrada de los agentes investigados en la causa referenciada».
En cuanto el procedimiento interno, el consejero responde que al estar abierta la instrucción del caso, este se limita «al seguimiento de la causa judicial». Y añade que «una vez haya recaído sentencia firme se procederá a analizar los hechos probados por si los mismos pudieran representar algún tipo de responsabilidad disciplinaria para alguno de los miembros de la Ertzaintza implicados en la causa».
Por último, Josu Erkoreka afirma que «los dos ertzainas que están siendo investigados han sido provisionalmente apartados del servicio en las calles donde se produjeron los hechos».
Grabados por una cámara
Los hechos se produjeron en verano en la calle San Francisco de Bilbo, donde donde los ertzainas detuvieron a dos jóvenes acusados de un delito de «atentados contra agentes de la autoridad».
Ocurrió, sin embargo, que el juez encargado de investigar los hechos solicitó las grabaciones de una cámara de seguridad cercana y comprobó que en ellas se puede ver cómo dos ertzainas conducen a los jóvenes a una zona no cubierta por las cámaras.
En un momento dado los agentes sí quedaron al alcance de las cámaras, que les captaron agrediendo a los jóvenes, que ya habían sido esposados. Les propinaron patadas, pisotones y puñetazos en la cara.
Tras ver las imágenes y escuchar a los detenidos, el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbo cerró las diligencias y trasladó el caso al Juzgado de Instrucción número 10, que ha solicitado tomar declaración a dos ertzainas. En el operativo en total habrían participado ocho agentes.