El Gobierno de Alemania ha declarado este lunes a 40 diplomáticos rusos como persona non grata y les ha expulsado del país por «trabajar cada día» contra la «cohesión» de la sociedad germana, según ha indicado la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock.

En concreto, Berlín ha decidido declarar «como indeseables a un número significativo de miembros de la Embajada rusa que han trabajado cada día aquí en Alemania contra nuestra libertad, contra la cohesión de nuestra sociedad», ha explicado Baerbock, que ha añadido que el Gobierno alemán «no tolerará más» estos comportamientos.

La decisión ya ha sido comunicada al embajador ruso en Alemania, Sergei Nethayev, que ha sido convocado al Ministerio de Exteriores, ha precisado Baerbock.

Los afectados, que supuestamente eran miembros de los servicios de inteligencia rusos, tienen cinco días para abandonar Alemania.

La decisión tiene lugar después de conocerse las atrocidades supuestamente cometidas por tropas rusas en la ciudad ucraniana de Bucha.

Se trata de una «iniciativa europea»

Poco después de la comunicación de Baerbock, el Gobierno de Emmanuel Macron también ha anunciado la expulsión de «numerosos» diplomáticos rusos al considerar que su actividad es contraria a los «intereses de seguridad» del Estado francés.

Fuentes del Ministerio de Exteriores han concretado que la medida afectará a 35 personas. En el comunicado oficial, de apenas tres frases, se explica que este paso «se inscribe en una iniciativa europea».

En otras declaraciones, el presidente francés ha calificado de «crímenes de guerra» lo sucedido en Bucha y ha reclamado nuevas sanciones contra Rusia, en particular un embargo al petróleo y al carbón rusos, para lo que va a buscar una concertación en el conjunto de la UE en los próximos días.

Lituania expulsa al embajador ruso

Más contundente ha sido el Gobierno de Lituania, que ha decidido reducir la representación diplomática de Rusia en el país con la expulsión del embajador, Alexei Isakov, y el cierre del consulado en la ciudad de Klaipeda «en respuesta a la continua agresión rusa» y «las atrocidades perpetradas por las fuerzas armadas rusas (...), incluida la espantosa masacre en Bucha».

Además, el ministro de Exteriores, Gabrielius Landsbergis, ha anunciado que el embajador lituano en Moscú, Eitvydas Bayarunas, abandonará pronto su puesto, según ha informado el portal Delfi.

Landsbergis ha reconocido que el Gobierno también está barajando la posibilidad de cerrar la frontera con Rusia y Bielorrusia, según recoge el diario ‘Respublika’.

Austria también prepara medidas diplomáticas

El Gobierno austríaco, por su parte, ha convocado para este mismo lunes al embajador ruso en Viena, Dmitri Ljubinskij, para pedirle explicaciones por unas recientes declaraciones en las que acusaba a las autoridades ucranianas de haber atacado a su propia población.

«Lo que ha dicho es una burla a las víctimas de esta guerra», ha declarado el ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, quien ha recordado que miles de personas han muerto y millones han tenido que huir tras la invasión rusa de Ucrania.

El embajador ruso negó recientemente en una entrevista con el semanario austríaco ‘Profil’ que las tropas de su país hayan bombardeado hospitales y teatros en Ucrania. «No podemos dejarlo así cuando estamos viendo las fotos de Bucha (...). Vamos a decirle claramente lo que pensamos», ha agregado Schallenberg.

Otros estados de la UE, como Países Bajos y República Checa, ya anunciaron la semana pasada la expulsión de varios diplomáticos rusos. Moscú, por su parte, señaló que pretende «responder» a este movimiento con medidas similares.