La Euroliga Femenina vivirá el domingo la final que la ciudad que alberga este evento, Estambul, deseaba: Fenerbahçe contra alguien. El conjunto que entrena el extécnico de UNB Obenasa de Iruñea Víctor Lapeña ha remontado 12 puntos de desventaja para superar al Praga por 74-83 y llegar a la finalísima, donde espera el Sopron húngaro, que ha batido por 69-74 al Perfumerías Avenida del gasteiztarra Roberto Iñiguez de Heredia en la primera semifinal. Magiares y otomanos se las verán el domingo a partier de las 16.00.
Da la casualidad que tanto Fenerbahçe como Sopron son dos equipos que en su día llegaron a la final de la Euroliga Femenina con el propio Roberto Iñiguez al frente. En ambas ocasiones, los dos equipos se tuvieron que conformar con el subcampeonato, al enfrentarse a trasatlánticos rusos, los dominadores del basket femenino continental y los grandes ausentes por la coyuntura geopolítica en esta Final Four.
De hecho, Perfumerías Avenida partía con la vitola de favorita a llevarse el principal torneo continental, pero ha caído con todas las de la ley ante el Sopron, que ha dominado el partido y el marcador de forma mucho más clara que lo que indica el marcador final.
Jelena Brooks, autora de 27 puntos, y la interminable pívot de 2,08 metros Hatar, autora de 15 tantos y 10 rebotes, han sido más que suficientes para tumbar a una Perfumerías Avenida que ha reaccionado tarde. Kaleh copper se ha ido a los 23 puntos y en el tramo final el conjunto salmantino ha llegado a meter el miedo en el cuerpo a su oponente, pero en realidad, las charras jamás han tenido una opción real de victoria.
Ya al descanso el Sopron se ha ido con un 31-47 a su favor ante un Perfumerías Avenida incapaz de frenar a las dos jugadoras mencionadas, incapaces de anotar con fluidez desde la larga distancia y de controlar el rebote.
Silvia Domínguez y Maite Cazorla han sido las únicas jugadoras que dirige Roberto Iñiguez que han secundado a Copper en el intento de remontada, pero Gabby Williams se ha sumado a Brooks y Hatar para impedir que pudiera haber volteretas en el marcador en los instantes finales.
La garra de Amanda Zahui
El Ülker Sports and Events Hall de Estambul se ha llenado hasta la bandera pata ver la segunda semifinal de esta Final Four Femenina. Y como suele suceder con los aficionados otomanos, han animado mucho al principio para calentar el partido, al final para celebrar la victoria y en el interludio, cuando Fenerbahçe ha pasado de caer por 61-51 a escaparse 63-70. Entre tanto, del 45-38 del descanso al 61-51, han tenido que ser la jugadoras del bando otomano quienes han tenido que tirar de sus paralizados aficionados.
A pesar de que la alero ucrania Alina Iagupova, con 24 tantos y 7 asistencias, haya sido la más valorada del choque, Fenerbahçe no hubiera volteado el marcador si no es por la pívot sueca Amanda Zahui. Con su pelo teñido de rojo suelto al viento, la jugadora nórdica ha contagiado con su entusiasmo y calidad a sus compañeras.
Cuando el Praga se ha escapado 50-38 nada más comenzarse el tercer cuarto, Zahui ha aguantado a su equipo en la brega. Cuando el tercer cuarto se enfilaba al arranque de un último asalto con notable ventaja checa, gracias a sus triples y a sus defensas Fenerbahçe ha visto la luz y ha logrado irse al final del tercer asalto con un remontable 63-59 en el marcador.
En ese final de tercer cuarto ha sucedido, por otro lado, el acontecimiento que más ha marcado al Praga: la lesión de María Conde. Tanto Praga como Fenerbahçe manejan unas rotaciones de ocho jugadoras, no más, y en el caso de la alero madrileña, es un catalizador ideal del juego así en el poste bajo como en el perímetro, ya que su versatilidad le permite echar una mano como ala-pívot o escolta indistintamente.
Pero sin Conde sobre el parqué, las entrenadas por Natalia Hejkova –única entrenadora jefa en esta Final Four– se han paralizado. Se han dejado cinco tiros libres en plena explosión otomana, amén de que han firmado un 1 de 13 muy deficiente desde más allá de la línea del triple.
Mientras, entre Iagupova, Zahui y Kayla McBride, Fenerbahçe se ha escapado. solo el vértigo de verse en la final, ya dentro del último minuto, y la garra de Teja Oblak –22 puntos y 7 asistencias para una de las dos jugadoras checas que ha disputado los 40 minutos– han impedido un final cómodo y de paliza para los de Víctor Lapeña, que en todo caso van a tener el domingo la mejor oportunidad imaginable para alcanzar la cota europea que todavía les falta.