El ultraderechista italiano Matteo Salvini cree que los migrantes del barco Open Arms que él bloqueó cuando era ministro en 2019 para impedir su desembarco podían viajar hasta el Estado español, según ha alegado durante la audiencia de este viernes del juicio por estos hechos.

La defensa del político ultraderechista así lo ha considerado tras atender a la vista en el Tribunal de Palermo, en la que han testificado el directivo de la Sanidad del puerto de Agrigento (sur), Vincenzo Asaro, y la titular del área de Salud Mental, Cristina Camilleri.

En base a la declaración de ambos, Salvini ha opinado que «ningún inmigrante del barco de Open Arms fue ingresado» tras desembarcar en Sicilia y su estado de salud era «discreto» y «no permitía excluir la eventualidad de un viaje a España», país de los socorristas.

Salvini está acusado de secuestro de persona e incumplimiento de funciones, que podrían acarrearle una pena de 15 años, porque en agosto de 2019 impidió el desembarco del centenar de inmigrantes de la nave española, en el marco de su política de puertos cerrados.

Durante esos días se produjeron varias evacuaciones de migrantes por problemas sanitarios y comenzó un pulso entre las autoridades judiciales y Salvini, que siguió oponiéndose al desembarco.

Ante esta negativa, el Gobierno español ordenó habilitar el puerto de Algeciras y después el de Palma como destino para el Open Arms, pero la ONG rechazó la oferta por considerar inviable emprender otros cinco días de travesía e insistió en atracar en Lampedusa, frente a cuyas costas echó el ancla a la espera.

Salvini, que entonces era ministro de Interior, cargo que perdió un mes después de estos hechos, ha recordado que tanto los gobiernos de Madrid como de Roma habían ofrecido naves alternativas para trasladar a los migrantes a un puerto español.

En la vista de este viernes también testificará el capitán de la 65ª misión de Open Arms, Marc Reig.

La estrategia del líder de la Liga pasa también por atribuir su férrea política migratoria, de puertos cerrados a las ONG, a todo el Gobierno, por entonces en manos de una coalición entre su partido y el Movimiento 5 Estrellas, con Giuseppe Conte como primer ministro.

Y por sostener que la competencia de acoger a los migrantes no era de Italia sino del Estado español por ser el país de Open Arms.

El 21 de agosto de 2019 el Open Arms atracaba finalmente en la isla de Lampedusa, poniendo fin a un pulso de diecinueve días con Salvini.