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De regular las criptomonedas y de planes para crear monedas digitales

El aumento de operaciones con criptomonedas ha generado una intensificación de la vigilancia y nuevos llamamientos de distintos reguladores a reforzar y adaptar la reglamentación. La última de las voces alzadas es la de la secretaria del Tesoro de EEUU.

Participantes en la conferencia Bitcoin 2022 de Miami ante un cajero automático.
Participantes en la conferencia Bitcoin 2022 de Miami ante un cajero automático. (Marco BELLO | AFP)

Miami con su conferencia Bitcoin 2022, un evento para hacer negocios e informarse de las últimas novedades que tiene como fin último acelerar la implantación del token digital más conocido, y Washington, con el llamamiento de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, a regular más las criptomonedas, dos modos de enfrentar el auge de estas modelas que han coincidido en el tiempo. Entre ambas, cientos de aristas y movimientos dispares.

El valor total de los activos en criptomonedas es superior a 2 billones de dólares, la mitad en bitcoins. Empresas como Tesla y Dell propusieron vender sus productos en bitcoin, pero acabaron renunciando discretamente. Otra de las grandes es Microsotf, pero insiste en que su accionariado nunca estará expuesto.

El Salvador lleva más de medio año con el bitcoin como moneda de curso legal, junto al dólar estadounidense, por la apuesta del presidente, Nayib Bukele. Y en EEUU se ha presentado un proyecto de ley para que se analicen los riesgos que esa decisión supone para el sistema financiero del país.

«A medida que los bancos y otras sociedades financieras tradicionales se involucren cada vez más en los mercados de activos digitales, los marcos de regulación deberán reflejar de manera apropiada los riesgos de estas nuevas actividades», sostuvo Yellen en un discurso en la American University de Washington. Destacó que los «nuevos tipos de intermediarios (...) deberían ser sometidos a formas de vigilancia apropiadas».

En Londres, el Ministerio de Economía anunció la pasada semana que prevé formalizar algunas criptomonedas estables –activos digitales cuyo valor está ligado al de divisas tradicionales como el dólar estadounidense– como «forma válida» de pago en el marco de un paquete de medidas para convertir al país en «centro global» para las inversiones y el desarrollo de tecnologías ligadas a los criptoactivos. También el secretario de Estado y Economía, John Glen, destacó el «enorme potencial» pese a riesgos como su atractivo para «criminales y Estados hostiles» y al impacto en el medio ambiente por las grandes cantidades de energía que requieren los procesos de minado.

La UE, en fase preliminar

Frente a las criptomonedas, los bancos centrales de todo el mundo están potenciando sus planes para poner en circulación su moneda digital (CBDC, según sus siglas en inglés). Un informe de PwC 68 bancos centrales han comunicado públicamente ya que trabajan para crear su propia moneda digital. Precisa que hay tres en funcionamiento y al menos 28 programas piloto.

Según datos de este estudio, los bancos emisores de Nigeria, Bahamas, China, Hong Kong y Singapur son algunos de los que tienen los proyectos más avanzados en este campo, en contraste con la Unión Europea, que todavía está en fase preliminar.

La Comisión Europea anunció el pasado febrero que tenía como objetivo hacer una propuesta de directiva sobre el euro digital a principios de 2023, sin embargo, el BCE todavía no ha tomado ninguna decisión relativa a la digitalización del euro.

El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó el 9 de marzo un decreto en el que pide al Tesoro entregarle en seis meses un informe sobre «el futuro de la moneda» para lanzar el proyecto de un dólar digital, en el que trabaja desde hace varios años la Reserva Federal (Fed). «En virtud del decreto presidencial, nos aseguraremos de que los consumidores, inversionistas y empresas tengan las protecciones adecuadas contra el fraude y el robo, las violaciones de la privacidad y los datos, y las prácticas desleales y abusivas», dijo Yellen, para quien un dólar digital «requerirá años de desarrollo».